domingo, 6 de noviembre de 2011

ROMANCE DEL CONTUBERNIO ( III )


--Eloy, ¿te has percatado de la prisa que se han dado los socialistas en dar por buena la declaración de los encapuchados? Si son sinceros, ¿por qué no salen enseñando sus caretos de asesinos, para que podamos saber quiénes son? Las personas sinceras no cubren su rostro ni bajan los ojos cuando se dirigen a uno; miran de frente, no tienen nada que ocultar y, ya sabes, los ojos son el espejo del alma.

--Tienes razón, Gaudioso.

--¿Te acuerdas, Eloy, de las declaraciones de estos mismos “elementos”, a finales de Marzo, cuando fueron saliendo a la luz las actas de sus reuniones con los etarras? Entonces, los etarras tuvieron la mala leche de parir las actas a la prensa para que las conociese todo el mundo y supiésemos parte de las concesiones que habían prometido  los representantes del gobierno.

--Sí, todos los ministros salieron a la palestra diciendo que todo el contenido de las dichosas actas eran una sarta de mentiras y que ETA solo pretendía hacer daño al gobierno de España. El propio Rubalcaba había declarado a los medios en innumerables ocasiones: “Eta mata, pero no miente”. De repente, pasaron a ser mentirosos empedernidos; el primero el de ojos glaucos y cejas circunflejas; detrás, todos los ministros y Rubalcaba a la cabeza declara, la mar de serio: “Nadie puede creer a unos asesinos confesos más que al Gobierno de España. Eta, como siempre, miente. El pueblo español es lo suficientemente inteligente (de cojones, por eso están ellos donde están, por la inteligencia de once millones de listos, ¡No te jode!) como para darse cuenta de que los etarras mienten y es el Gobierno quien dice la verdad”. Como si este Gobierno, a estas alturas, tuviese un ápice de credibilidad.

--Pero, ten en cuenta, Gaudioso, que hasta Pepiño Blanco ha declarado, con ese tono frailuno que le orla: “Eta siempre miente”.

--¡Otro que tal baila! Si se escapó de la Universidad porque no le interesaba conocer ninguna verdad, no fuese a contaminarse; los hay con una jeta que se la pisan. Él lo aprendió todo en el partido, donde todo son tejemanejes y urdimbres confusas. Todo el mundo sabe que ETA levanta acta de todo lo que hace o negocia. Esa es la pura verdad, Eloy, siempre deja constancia por escrito. Ellos sabrán por qué; son muy suyos y desconfían del Gobierno.

--Entonces, Gaudioso…¿Esta vez tienen credibilidad los etarras?

Sí, Eloy, tienen credibilidad mientras se cumplan las premisas que nos han planteado: que existe un conflicto bélico entre ellos y España, dado que es la última confrontación armada de Europa (según han firmado los mangurrios internacionales, que cobraron lo lo que no comentan dueñas por venir a firmar el documento de ETA); que el terrorismo no ha existido; que España y Francia deben sentarse a negociar con ellos las condiciones de la paz; que los estados opresores deben de concederles la independencia al País Vasco; que debemos darles la autonomía de Navarra y las tres provincias francesas para empezar a construir el Imperio de Euskalerría. Todo esto lo sabía el Gobierno y ha permitido la universalización del problema con la intervención de estos famosos Ex. Todo estaba concertado, Eloy, y ahora se hacen de nuevas y agradecen al mundo etarra su declaración de paaazzz zapateril.

--O sea, Gaudioso, que la “Conferencia de Paz” de Ayete, vienes a catalogarla de auténtica gilipollez.

--¿Aún lo dudas? Estos mediadores, si son tan buenos en lo suyo, podían haber ido a negociar con Gadafi y los rebeldes, que sí estaban en guerra. ¡Vamos, digo yo!

--Tienes razón, Gaudioso, porque allí sí eran necesarios. Aquí, lo que se entiende por conflicto bélico nunca ha existido; solo han existido asesinos y víctimas inocentes.

--Que yo sepa, Eloy, ni el ejército ni el pueblo español han invadido con tanques, tirando a todo lo que se mueve, el País Vasco; ni los F-19 han bombardeado ciudades, pueblos o caseríos. Aquí lo único que hay, desde hace más de cincuenta años, es una manada de asesinos que dispara a bocajarro, ponen coches bomba y bombas lapa para matar a traición a personas inocentes e indefensas, porque quieren tener una Euskalerría soberana e independiente de España.

--.Esas son sus pretensiones y nunca lo han negado.

--Por lo visto, el gilipuertas de Sabino Arana sembró bajo la txapela de muchos morroskos la genial idea de que son una raza privilegiada y diferente a todas las razas conocidas, por lo cual, deben ser Nación, reconocida por la ONU, independiente de las razas impuras y maketas que, por lo visto somos todos los españoles, ya que, según escribió el ilustre Arana, los españoles nos limpiábamos el culo con una piedra o canto, mientras los vascos auténticos, con RH negativo, se lo limpiaban con finas hierbas. Bajo esa premisa, basaba Sabino la superioridad de la raza vasca. ¡Para mear y no echar gota! Y pensar que en el siglo XXI siguen existiendo necios que siguen sus consignas…

--Me asombra tu clarividencia, Gaudioso; pero sigamos con el origen de todo este berenjenal, que fue el dichoso contubernio.



ROMANCE DEL CONTUBERNIO ( III )



Y, así, comiendo una torre,

sacrificando un caballo,

comiendo cinco peones

y a la reina jaqueando,

jugaban una partida

los criminales de ETA

y aquel “manojo de nardos”.

De una parte está ternera,

más que eral es un  morlaco:

quinientos kilos de peso

y cuernos de quince palmos

y, por principios morales,

“aquí te pillo, aquí te mato”.

Al otro lado se sientan,

en ramillete, tres “nardos”:

Eguiguren y Moscoso,

Gómez Benítez, el calvo,

o en eso también engaña

y es, simplemente, afeitado.

Jugaron al ajedrez,

parchís y oca con dados.

Eguiguren llamó “mus”

la partida que jugaron

porque él entiende de envides,

de grandes, chicas y órdagos;

es el juego del mentir

y confundir al contrario.

Como pastor pué ser bueno;

nulo, como diplomático,

pues en sesenta partidas

salió, del culo, pelado.

El Ministro de Deportes

dice que al “teto” jugaron.

Dicen, que dicen en ETA

y lo tienen apuntado:

“despreciamos al Gobierno

y, al final, nos la clavaron”.



¿Dónde el Nobel de la Paz?

Ese, se le fue al carajo.



                 (Madrid, 2 de Abril de 2011)


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