ROMANCE DE LOS BELLACOS ( I )

--Hola, Gaudioso, ¿cómo te encuentras hoy?

--Tú sabes, Eloy, que me tienes en una situación estanca; no puedo encontrarme ni bien, ni mal, ni todo lo contrario; en el estado de ánimo influyen, sobremanera, las circunstancias y las dejé de sufrir hace ya largos años, cuando decidiste dejarme en gestación permanente. Unas veces pateo en el líquido amniótico, otras, nado, y las más permanezco en posición fetal que es la postura más cómoda, pero sumamente aburrida. Por eso, en cuanto te siento aparecer, salgo del claustro materno; por lo menos, contigo me distraigo y me entero de muchas cosas.

--Ayer, cuando llegué, estabas muy ensimismado contemplando el horizonte, como un cazador al acecho.

--Pues sí, Eloy; oteaba la posible llegada de una bandada de golondrinos bravos.

--No, si lo supuse.

--Estamos en tiempos preelectorales, que son los más propicios para los ataques de estas terribles aves.

--¿Tus golondrinos bravos?

--Sí, Eloy; en esta época han alcanzado su grado de madurez y son capaces de realizar vuelos de larga distancia más rápidos y sostenidos; vienen ya muy entrenados. Son aves terribles, no creas, y los peores son los bravíos.

--¿En qué se diferencian de los simplemente bravos?

--Los bravíos son más pertinaces y disponen de heces más peligrosas.

--¡No me digas!

--Te lo digo, Eloy, te lo digo; está demostrado, científicamente, que su deposición sobre el cráneo humano, además de exiliar para los restos el sentido común, les deja preñados de incongruencia, de por vida. Después del ataque, la víctima queda propensa a las paridas orales y al parto de decisiones contradictorias, sin ton ni son, son seres completamente erráticos en sus decisiones, tomadas como a lo bobo. La incongruencia es nefasta para quienes tienen que tomar decisiones que afectan al pueblo. Ahora, en precampaña, es el tiempo más propicio para ellos.

--¿Por qué, ahora?

--Es la temporada en la que salen los políticos, en manadas, a la calle con el fin de comunicarse con los posibles votantes: dan mítines, visitan colegios, mercados, fábricas, hacen todo tipo de promesas (incluso las absurdas), besuquean a los bebés que encuentran a mano, etc. etc… Después de los Comicios, desaparecen; permanecen como escondidos. En fin, que no les vuelves a ver el pelo hasta las siguientes elecciones. Será por miedo, digo yo, a que los votantes les reclamen las promesas hechas y exijan su cumplimiento y eso… ¡jode, que no veas!

--Si, Gaudioso, cuando a uno le exigen el cumplimiento de promesas que no pudo cumplir, bien por absurdas, bien porque no les interesa una vez alcanzado el poder, bien porque los socios a los que tuvieron que aferrarse para poder gobernar se lo impiden e imponen otras muy distintas; pues… ¿Qué quieres que te diga? Es preferible no aparecer; les resulta una situación muy violenta; se encierran en sus sesiones de Cortes y no dan la cara.

--Es que si la dan, Eloy, pueden partírsela. Han ofrecido tantas cosas absurdas, que no tienen redaños para reconocer su cinismo incongruente. En realidad, aunque no lo reconozcan, les cagó el golondrino bravío, se aferran a sus prebendas y obran en consecuencia. La incongruencia es un virus de consecuencias impredecibles y no han inventado la vacuna de inmunización. No tienes más que recordar el mitin que fue a dar ZP a Santander, durante la campaña de las últimas elecciones.

--Sí, Gaudioso, incongruencia absoluta. ¡Qué le vamos a hacer!

ROMANCE DE LOS BELLACOS ( I )

Cogió el dichoso talante

que tanto había pregonado

y, para ir a Cantabria,

lo mandó a tomar pol saco.

Aquel traje del talante

lo llevaba siete años

y, la verdad, que ya olían

la entrepierna y los sobacos.

Así, con un traje nuevo

que él creía de buen paño,

se fue jinete a Cantabria

montando un brioso jaco;

cólera es el equino

y en cólera fue  montado.

Así se llegó hasta el mitin

y no lo dejó aparcado;

porque en cólera subió

cabalgando hasta el estrado,

portando unas baba seca

en comisura de labios,

lo que a nuestro presidente

nos mostraba cabreado

ante un público rojillo

que fue allí para escucharlo.

Desde que anunció su fuga

anda un tanto trastocado,

no del sentido común

ya que lo tiene exiliado;

si no del puto talante

que tiene muy alborotado

con eso de las encuestas

y el resquemor ciudadano

por los recortes sociales

que nos está él aplicando

a todo el pueblo español,

al de arriba y al de abajo,

por el consejo de Obama

e imperativo germano.

          (Continuará…)