jueves, 30 de octubre de 2014

ROMANCE DE UN TAL MOLTÓ

Hubo un tiempo que a España
se la cruzaba una ardilla
saltando de copa en copa
de innumerables encinas;
era España un bosque inmenso
que, por cierto, hoy no se estila.
El tiempo trae mutaciones
siglo a siglo, día a día,
y siempre acaba la noche
cuando el alba matutina
saca sus sabios pinceles
y nos pinta un nuevo día:
nos muestra los montes, montes,
y el río que va a la ría.
La sociedad también cambia
porque cambia la política;
hay tiempos de vacas gordas
y tiempos de vacas tísicas;
pero lo que nunca falta
son chorizos y salchichas,
butifarra blanca o negra
o suculentas morcillas:
son personas avispadas
que terminan embutidas
con los dineros del pueblo
al que, a lo puta, esquilman.
Por eso la transparencia
viene a ser imperativa;
debe descubrir chorizos
que disfrutan la gran vida,
mas,  con disfraz de honorables
porque son casta política,
que dicen servir al pueblo
y, cebándose, lo arruinan.
Recuerdo tiempos pasados,
pero solo tras la esquina,
cuando mandaba González
en una nación limpísima
manteniendo una honradez
que era del mundo la envidia
y al jeta, que iba tapado,
transparencia descubría.
Mariano, que el Banco España
a lo tonto presidía,
vino a meter su dinero,
cual si fuese en alcancía
en aquel Banco Ibercor
con miembros de su familia
esperando el pelotazo;
más el banco era  filfa;
su presi lo disfrutaba
viniendo a acabar en ruina
y Mariano, sin calzones,
enseñó las pantorrillas.
Vergüenza del Banco España;
vergüenza de España misma;
vergüenza para el Gobierno
y pa la clase política.
Mariano terminó en Cortes
para exponerse a la crítica
un tanto avergonzado
sin explicación precisa.
Surgió el ángel vengador,
paladín de la justicia,
con su espada flameante
de puro juez progresista.
El tal Hernández Moltó
que, en vocear, se crecía,
se enfrentó a Mariano Rubio
y en él desfogó su ira:
--“Míreme fijo a los ojos
y no me baje la vista;
oprobio de los banqueros
y de las clases políticas.
Contésteme con redaños
y con la verdad precisa”--.
Ante el ángel justiciero
Mariano se diluía
como un azucarillo
en una infusión de tila.
Marino quedaba en nada,
reducido a pelotilla
y el Diputado Moltó
se crecía y se crecía,
como líder de honradez
de las huestes socialistas.
Con estos méritos fue
a su Manchada Castilla
el justiciero Moltó;
allí, sus gentes amigas
le regalaron la Caja
que con poder dirigía,
al ser listo de cojones
y un gran economista.
Viendo rebosar dinero
que avalaban las cartillas
de impositores manchegos
que sus ahorros metían,
pensó que lo justo era
enriquecer, por justicia,
a muchos de sus amigos
y a alguna de sus amigas:
créditos a manos llenas;
no pedía garantías.
¿Para qué, si son amigos
y gentes de gran valía?
De lo contrario, pensaba,
no serían progresistas.
Así daba, al buen tuntún,
los millones que pedían
y les añadía un plus,
pues pocos le parecían.
Por otra parte, Barreda,
Presidente socialista,
les daba contrataciones
en mercadeo de risa.
Entre tanta incompetencia
en temas de economía,
Bono se forró el riñón;
muchas empresas se hundían.
El dinero que Moltó
regaló con alegría,
porque Barreda y amigos
en la juerga divertían,
se estableció en el carajo
pero de allí no volvía.
Así, Moltó los balances
con beneficio exponía
y las pérdidas de Caja
con sutileza escondía.
Al final el Banco España
la Caja en venta ponía
y, porque comprase alguien,
ya que a nadie apetecía,
puso nueve mil millones
para hacerla apetecida;
así se salvó la Caja
que Moltó dejó en la ruina.
Mariano, tras el juzgado,
se empadronó en celda fría
a sufrir con su conciencia
porque, él, sí la tenía.
Hoy le toca al gran Moltó,
justiciero y socialista,
al que sentencia el juez Ruz
y en una cárcel le alista,
por creerse prepotente
cuando era un simple quídam.
Su gestión de amiguismo
llevó la Caja a la ruina.
Pero dos años y medio
son una pena de risa
para un ángel vengador
que a Rubio imponía justicia.

     (Calpe, 25 de Octubre de 2014)


lunes, 27 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA IV

Desde que Urdangarín,
ex noble ex duque de Palma,
pinta de hombre educado
y jeta donde los haya,
imaginó cacerías
por tierras de Rubalcaba,
famosos Cerros de Úbeda
en donde abunda la caza,
y evadió cada pregunta
que el juez Castro le endiñaba,
se ha convertido en costumbre
olvidar cosas pasadas
y el si te vi, no me acuerdo,
porque por  allí no andaba,
de contestación a jueces:
--“Lo ignoro, que yo no estaba;
pa mí, que otro alguien lo hizo
cuando por allí pasaba
y quieren colgarme el muerto
cuando yo no hice nada”.--
El juez Don Fernando Andreu
ha recibido las actas
de las pruebas de dopaje
que afectaban a estos caras
graníticas, porque están
en dura piedra talladas,
ya que han dado positivo
en muy variadas sustancias.
En principio, Blesa y Rato
llevan la orina cargada
de “saltar la normativa
de retribución en Caja”;
norma que estaba vigente
y pasaron entre nalgas;
o sea, un fraude de ley
y un dopin como una casa.
A éstos la maratón
les puede salir muy cara;
Blesa habrá de devolver
el diploma y la medalla
del cuarto puesto logrado
con dopaje y artimañas.
A tomar pol culo el ranking
y, encima, a poner fianza.
Otra sustancia prohibida
que, como Red-Bull , da alas,
fueron las tarjetas negras
que pusieron como opacas,
impidiendo transparencia
que ha prometido Susana
para dejar en diáfano
los presupuestos de casa.
--“¿Me puede usted explicar
porque a sus gentes les daba
unas tarjetas pa gastos
que a ellos les diese la gana;
gastos que se diluían
en unas cuentas opacas?”--.
Blesa le miró, silente,
con esa expresión de cara
que ponen los ignorantes
o empadronados en Babia.
Después, tras tragar saliva,
vino a pronunciar palabra.
--“Le advierto a su Señoría
que, en realidad no sé nada;
a mí me la dio Barcoj
cuando llegué a la Caja;
se la daba a todo cristo;
era institucionalizada
y a libre disposición
pa lo que viniese en gana”--.
--“¿Pero a usted no le extrañó
que fuera tan abultada?
Cincuenta mil anuales,
la verdad, es mucha pasta”--.
--Yo la creí un complemento
del salario que me daban;
porque, en verdad, tres millones
son retribución escasa
por llevar a ruina un banco
que es una labor ingrata”--.
--“Cuatrocientos treinta y siete
mil, que usted dilapidara
en sus gastos personales.
La verdad, no tiene gracia”--.
--“No los gasté por gracioso;
fue por no cargar a casa
el coste de mis caprichos.
Mi esposa se me quejaba
de que ella a final de mes
a duras penas llegaba”--.
--“Entre muchos despilfarros
que vino a cargar a Caja,
tengo aquí, en Zalacaín,
una cena que me extraña:
ciento cinco mil pesetas…
¿No es verdadera burrada?”--.
--“Es que me pasé en el vino
y las dejé olvidadas.
No fue cosa de malicia;
fue por la mente zumbada”--.
--“¿Y ese soberbio safari
que usted disfrutó en África?”--.
--“Es que soy muy cinegético
y me pirro por la caza”--.
--“Menos mal que la lectura
a usted poco le tiraba;
tan solo cuarenta y siete
son los euros que gastara”--.
--“Compré una guía turística
y fue para regalarla;
es que a mí leer me cuesta;
solo hilvano diez palabras
y, es que a los cinco minutos,
tanta lectura me cansa”--.
--“Es poco conocimiento
pa dirigir una Caja.
¿Cómo consiguió este puesto?”--.
--“Es que yo era camarada
de José María Aznar
desde la más tierna infancia;
al llegar a Presidente
justo fue que me ayudara.
Le dio a Villalonga Terra
y me regaló la Caja;
éramos inseparables,
verdaderos camaradas;
además, vino a avalarme,
por amistad, Esperanza;
no es que  me viese de guapo,
es que le caía en gracia”--.
--“Coño, con las amistades
de esta santa democracia!
Pues Villalonga hundió Terra
y usted arruinó la Caja”--.
--“Villalonga se forró
y  yo, apenas, casi nada”--.
--“Nos volveremos a ver
y, mientras todo se aclara,
me trae diez y seis millones
en concepto de fianza”--.
--“No tengo tanto dinero.
¿Podría Mapfre pagarla?
Es que me cubre un  seguro
que me ha pagado la Caja,
por si algún día me pillan
meando tras de una tapia”--.
--“Pienso que causa delicti
ningún seguro la avala”--.
Salió Blesa cabizbajo
con el rabo entre las patas,
y cursó una petición
a Mapfre por la fianza.
Esto solo ha empezado,
ya veremos lo que pasa.

   (Calpe, 22 de Octubre de 2014)


jueves, 23 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA III

Cuando el COI tuvo noticias
de este maratón, tan largo
y prolongado en el tiempo,
algo así, como inhumano;
miró dorsales-tarjeta
y los puntos anotados.
Comenzaron las sospechas
de no estar todo muy claro,
pues personajes maduros
a más de poco entrenados,
que vivían de capricho
y en sistema sedentario,
no era normal que corriesen
una maratón diez años
sin sufrir un puto esguince
en un pie o en una mano,
ningún tirón muscular,
ningún calambre o lumbago
como suele suceder
en esos partidos largos
con empates persistentes,
cuando hay que prorrogarlos
y caen, cual higos maduros,
futbolistas muy entrenados.
Dudaron miembros del COI
y, algunos, mucho dudaron
como dudó manos limpias
y otros muchos ciudadanos
que hicieron reclamaciones
en la sede de un juzgado.
¿Fue una maratón honrada?
¿Fue un correr limpio y diáfano?
¿O, por el contrario, fue
un maratón con amaños?
Los puntos del tal Barcoj
los vieron exagerados,
pues un hombre de su edad
no es posible esprinte tanto
con velocidad más propia
de un avestruz o de un gamo.
Podría haber algo turbio
en un dorsal, tan ufano
que, sin reparar en barras,
hubiese ido sumando
los puntos, al buen tuntún,
con criterio poco honrado.
¿Cómo es posible que Blesa,
un gilipichi aznarado
y amigo de la Esperanza
corriese esperanzado,
con total impunidad,
pisoteando el asfalto,
como liebre perseguida
por un persistente galgo
y nunca la su conciencia
se le hubiese despertado
para decirle: “Oye, para;
que tres pueblos te has pasado
con el safari de África
y los leones cazados.
¿No ves que la gente piensa
que esos son lujos muy caros”?
Mas, la conciencia ni pío;
debía estar en letargo
por lo menos, por lo menos,
desde inicio de aznarato;
y, además, de poco uso
la conciencia coge callo.
A pesar de tanto Ritz,
consiguió llegar el cuarto
y apañó el primer diploma;
cuatrocientos mil eurazos
y otros treinta y siete mil
en mandangas y regalos.
¡Coño, con el Miguel Blesa!
Que nos salió espabilado,
si no para dirigir
sí para multiplicar  gastos.
Ramón Ferraz llegó el quinto,
justamente, tras el cuarto
y recogiendo el diploma
vino a quedarse tan ancho
con sus cuatrocientos mil
solo en un pelín escasos.
Viendo estos personajes
y los puntos anotados
sobre dorsales-tarjeta,
como se han dado más casos,
los dirigentes del COI
se vuelven desconfiados.
Les han exigido orina
por si corrieron dopados.
Se les quitarían medallas,
diplomas y demás gastos
en el caso de encontrar
en las orinas un rastro
y, como a Contador
un gran Tour le fue quitado,
les harían devolver
la leche que se mamaron.
El anti-dopin del COI
al FROB le ha interesado
y piden se pase al juez
los últimos resultados;
que son veinte mil millones
los que el pueblo ha soltado
para rescatar a Bankia
de la ruina que dejaron.
Éste es el gran delito;
por él deben ser juzgados
y encerrados, de por vida,
puesto que ya disfrutaron.

     (Calpe, 128 de Octubre de 2014)


martes, 21 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA II

En el maratón tremendo
que montaron en el banco,
ése, que hoy dicen Bankia
y Caja Madrid antaño,
corrieron ochenta y seis
y demostraron redaños
en una prueba tan dura
que vino a durar diez años.
¿Díganme en qué Olimpiada
hubo un  maratón tan largo?
Tan solo cuarenta y dos
con un  pico de regalo
corren los grandes atletas
y llegan descojonados
a la meta, echando el bofe,
sudorosos y agotados.
No esprintan metas volantes,
no hacen compras, entre tanto,
ni pasan por los comercios
donde se pierde algún rato;
ni paran en los cajeros
para recoger los cuartos;
ellos corren de seguido
y siempre sobre el asfalto.
No se pueden comparar
olímpico con bancario.
Por esa simple razón
la corrieron en privado,
por evitar que los medios
concediesen sus aplausos
a los que iban primeros,
afeando a retrasados.
La prueba fue larga y dura;
lo demuestra lo mamado
de los pezones de Bankia
que estuvo patrocinando
la maratón desde inicio
hasta que hubo terminado.
Hoy, si hacemos un desglose
de los millones gastados,
que no son grano de anís
quince millones y cuarto,
veremos que son normales
y todos justificados
en maratón tan tremenda
que vino a durar diez años.
En restaurantes de lujo
tres millones se gastaron;
para reponer las fuerzas
es preciso alimentarlos
y, algunos, son pantagruélicos
en mariscadas y asados;
son cosas del pedigrí
que les fue acostumbrando
y, el prescindir de caprichos,
en ellos es mal mirado.
Para sus gastos normales,
como vinos y tabaco,
cafelitos y releches,
como todo está muy caro,
paraban en los cajeros
de donde iban sacando
pasta de impositores
para ropa y calzado,
ya que empresas comerciales
no estaban  sponsorando,
al  no ser la prueba pública
con multitudes mirando.
Con dos millones de euros,
solamente, se arreglaron
y son pecata minuta;
que fueron ochenta y seis
los atletas que pasaron
chupeteando pezones
de los cajeros variados.
Como en el Tour, Giro o Vuelta,
hubo días de descanso
y algunos hicieron viajes
de distracción y descanso,
que es preciso reponerse
del esfuerzo realizado
y reemprender la maratón,
nuevamente, con redaños.
Blesa al África profunda
fue a cazar sus leopardos,
ya que le gustan sus pieles
de alfombras en el despacho;
luego cuenta a las visitas
que, con peligro, ha cazado
aquestas fierras corrupias,
cada una de un disparo
ya que él, con preferentes,
se quedó bien fogueado.
Otros, iban a la nieve
o a paraísos variados
porque el correr gasta mucho;
se vuelve recuperado.
Tan solo millón y medio
fueron los euros gastados
en estos desplazamientos
porque el mundo es largo y ancho;
pero a escote, entre muchos,
la verdad, no fue muy caro.
En las grandes superficies
y en comercios muy variados
pusieron metas volantes
que pasaban esprintando;
con presentar los dorsales
quedaba todo pagado;
así se sumó un millón
que, entre muchos, no es pa tanto.
Después de largas etapas,
muchos quedaban cansados
y en los hoteles de lujo
se quedaban reposando;
noches a cuerpo de rey
y, algunos acompañados
ya que los ratos de insomnio,
con placer, no son tan malos.
Fueron ochocientos mil
en hospedajes gastados
y los dorsales seguían,
cual tarjetas, funcionando
y nadie les puso pegas
por tener fondos escasos.
Estos chicos, que son “pichis”
y elegantes demostrados
en ropas y complementos
setecientos mil gastaron;
pero daba gloria verles
tan guapos y trajeados,
si parecían san luises
del propio cielo bajados.
La maratón fue tremenda
y quedaron agotados;
si es que el correr a lo bestia
aporta mucho cansancio.
Pero, ahora, yo me pregunto:
¿Cuándo coño trabajaron?

    Calpe, 17 de Octubre de 2014)


miércoles, 15 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA

Hubo un tiempo en que el deporte
fue glorioso y casi excelso;
España ganó medallas
en mundiales y europeos;
algunas, en olimpiadas;
en fútbol y baloncesto
nuestros gloriosos equipos
acaparaban trofeos;
además de otros deportes
donde éramos punteros;
como en tenis fue Nadal;
como en el golf fuera Sergio.
Fue tanto nuestro prestigio
que José Luis Zapatero
se autonombró de Ministro,
con su aire pinturero,
y asumía los aplausos
de España y del mundo entero;
que en eso de la humildad
le gustó ser el primero;
por eso no destacaba
ni en la sensatez ni en seso.
Entre las pruebas mayores
Hubo un “maratón tremendo”
que duró más de diez años.
Se derrocharon esfuerzos
en competitividad,
cada cual, por ser primero
y colgarse la medalla
de oro sobre su pecho,
tras derrochar pasta gansa
en vez de correr kilómetros.
Y fue una lucha enconada
la maratón de banqueros
que, en personas sedentarias,
requiere de mucho esfuerzo
y son dignos de alabanza
todos los que la corrieron
ya que duró largos años
que, en correr, es mucho tiempo.
La prueba patrocinada
por Caja Madrid, primero,
y siguió patrocinando
Bankia, poniendo el dinero.
Pusieron metas volantes
en numerosos comercios
donde sumaban los puntos
y se sumaba dineros;
cada cual iba a lo suyo
ignorando al compañero.
Antes de dar la salida
Barcoj asignó los números;
dorsales, que eran tarjetas
con los números en negro
do apuntaban los controles
al pasar por los comercios,
por los grandes almacenes,
lo mismo que en restaurantes
donde reponían de esfuerzos
y en joyerías de lujo
por medidores del tiempo,
o por agencias de viajes
para aumentar los kilómetros.
Fue una maratón soberbia;
mas, corrieron en secreto
ya, que al ser solo amateurs,
no querían que los medios
alabasen a los rápidos
o criticasen  lentos.
La prueba era privada
y los puntos, un secreto;
no se molestase un  jefe
al pasarle un consejero
y le hiriese en el orgullo
que, en eso, el jefe es primero.
Algunos eran constantes
corriendo sobre el terreno
con cantidades iguales
semanales en cajeros
y, así, pellizco a pellizco,
iban aumentando euros.
Pero en las metas volantes
Barcoj y Blesa eran ciervos
con esprines rapidísimos
y veloces como el viento,
sumando más puntuación
que todos sus compañeros.
Tan solo hace dos semanas
que este maratón tremendo
nos sacó Goirigolzarri
a la luz, desde el secreto,
y les puso las medallas
que ganaron con su esfuerzo.
Medalla de Oro a Barcoj;
ganó con merecimiento
pues se anotó en el dorsal
su medio millón de euros
y, aunque le faltó un pelín,
se le pueden dar por buenos.
La Plata a Moral Santín,
cofundador del Izquierdo
partido, que dicen IU,
donde desprecian dinero;
pero en el último esprín,
con espuma sobre el belfo,
sus cuatrocientos cincuenta
mil, anotó en puntos negros.
Al recibir la medalla
con entusiasmo aplaudieron
dado que, de un comunista,
no se espera tanto esfuerzo.
Morado llegó Morado
y recuperó el aliento
en cuanto cruzó la meta
comprobándose tercero;
una medalla de bronce
le viene de anillo al dedo
a quien puntuó en mostrador,
evitando los cajeros,
porque sabía que así
los puntos son más secreto;
o sea, no dejan huella;
demostrándose de experto,
con cuatrocientos cuarenta
puntos en dorsal, muy negros,
ganó medalla de Bronce,
pues Morado fue tercero.
Con coronas de laureles
y medallas sobre el pecho,
fueron trepando hasta el podio
y los demás aplaudieron.
¡¡Loor a los ganadores!!
¡¡Loor a Grandes Chupópteros!!
Pues disecaron pezones
y hasta chuparon los cuernos.

      (Calpe, 14 de Octubre de 2014)


lunes, 13 de octubre de 2014

ROMANCE DE CHOLLOS-CAJAS

Desde que empezó este juego
que, unos, dicen democracia;
otros, merienda de negros
y, algunos partidocracia,
nadie pudo imaginar
los chollos que preparaban
los primeros que llegaron
a ocupar nobles estancias,
donde existía un poder
porque ellos lo instalaban.
Dieron vuelta a la tortilla;
como la descojonaran,
ellos cogieron los huevos
y al pueblo dieron patatas.
Como un Gobierno era poco
pa enchufar tantos gualdrapas,
la tarta patria partieron
en diez y siete tajadas
y, cada cual, en su mesa
a gusto la disfrutaba
que, como eran familia,
en familia se cebaban.
Al principio, unos llegaron
con las chaquetas de pana
que era, en el mundo obrero,
el uniforme de gala.
Otros llegaron vestidos
con sus trajes y corbatas,
símbolos de clase media
y gentes acomodadas.
Otros, con hoz y martillo,
calzando sus alpargatas,
liberados de grilletes
y dueños de su palabra,
tras haber estado mudos
mientras Don Claudio mandaba.
Con su yugo y con sus flechas
en camisas azuladas
surgieron cuatro nostálgicos
que no apañaron tajada
por aquello del desdeño
y su epíteto de fachas;
no jalaron una rosca
aunque Blas Piñar gritaba
representando valores
que a nadie le interesaban.
Como ya iban siendo muchos
los que del teto mamaban
iba escaseando leche;
los impuestos aumentaban
en progresión aritmética
y el pagano se quejaba
de servicios recibidos,
porque no le compensaban.
El Pacto de la Moncloa,
do todos participaban,
hubo consenso total
para hacer la gran putada
a los salarios obreros
que al IPC se ajustaban,
valorando por igual
a los rentables que a maulas;
al ámbito productivo
se le inoculó galbana,
que el sudar o el no sudar,
al fin, lo mismo cobraban.
Además de hacer gobiernos,
Cortes y empresas variadas,
que llegaron a llamarse
empresas paraleladas,
por hacer lo mismo que otras,
pero salían más caras
al enchufar los amigos
con sueldos que son burradas.
Pero, el chollo, chollo padre,
lo pillaron en las Cajas
dirigidas por personas
muy impuestas en la Banca,
que hacían obras sociales
y, a pesar de eso, ganaban.
Estas fuentes de dinero
las vieron como unas tartas
sabrosas, a toda prueba,
y ricas, como pitanza.
Por eso, las apropiaron
y gente de confianza
partidos y sindicatos
pusieron para mamarlas:
familiares, compañeros,
gentes poco preparadas
que, en cuanto vieron dinero,
se lo llevaban pa casa,
(al fin y al cabo, lo hacían,
antes, cuando trabajaban)
no fuese a quebrar el banco
y se quedasen sin nada.
Sueldos abracadabrantes;
dietas, sin viajar ni nada;
gastos, representativos;
seguros para el mañana;
y todo esto, a lo bestia,
sin andar con zarandajas,
tiquismiquis de conciencia
o vergüenza constatada.
Así, de tanto robar
y hacer regalos a manta:
créditos a los partidos
que después les condonaban;
lo mismo que a sindicatos
que en devolver igualaban;
créditos a constructoras
así, sin más, por la barba;
eran personas amigas
y de total confianza,
que iban a crear riqueza;
después no crearon nada
por culpa de una burbuja
que la crisis reventaba.
Si eras amigo de un Presi,
de presidente de Caja
te ponían en tres días
por amistad demostrada,
sin exámenes ni leches,
simplemente, por la cara,
que el cariño y el afecto
con canonjías se pagan.
¿Qué no tienes puta idea
de balances ni de nada?
Fuera las preocupaciones;
consejeros a mansalva
te ponen pa asesorarte
como se gasta la pasta.
Montaron así el poder
en el seno de las Cajas
y, como eran profanos,
fueron aptos pa arruinarlas,
sin andarse con miserias,
totalmente por las bravas;
que hacer las cosas a medias
propio es de gentes pacatas
y, ellos, tenían poder
que los Partidos les daban.
Esta fue la champion liga
que con ZP jugaban
y, según el de las cejas,
ganaban por goleada.
Es lástima que las cárceles
no estén, aún, preparadas
para empadronar banqueros;
Elpidio metió la pata.

     (Calpe, 11 de Octubre de 2014)