ROMANCE DEL PREGONERO

ROMANCE DEL PREGONERO

Se convoca a todo el pueblo:
vengan todos a la plaza
para escuchar el romance
del noble Duque de Palma;
lo cantará un trovador
que es del MUNDO, por su gracia,
y trae dimes y diretes
para inundar las Españas.
Investigador profundo
del trapicheo y mangancia,
va recorriendo los burgos
y, cuanto descubre, casca.
Que vengan ricos y pobres,
gente noble y gente llana;
vengan jueces y fiscales
porque aquí van a hacer falta;
también vengan carceleros;
si es posible, rapabarbas
por si hubiese que cortarle
al noble Duque las alas.
Vengan rústicos del campo,
nobles de la aristocracia,
que vengan, si son peperos;
lo mismo, si son sociatas;
les puede servir de ejemplo
si, al fin, la justicia es clara.

Veo que la multitud
va abarrotando la plaza
y por calles adyacentes
viene una riada humana
que desbordará, sin duda,
el aforo de la plaza.
Doy mi voz al trovador;
tiene más salero y gracia
y, también. conocimientos
que a mí, la verdad, me escapan;
porque soy lego en husmeos
de trapicheos, mangancias,
contratos de sopa boba,
escaqueo de ganancias,
de blanqueo de dineros,
que nunca encuentro en mi casa;
si alguno hubiese, la cal
vale un ojo de la cara
y no me compensa el gasto
de por ternero dar vaca;
que al ternero hay que criarle
y la vaca está criada,
además de darme leche
y un ternero por camada.
Cedo el puesto al trovador;
nos cantará las hazañas
de un Duque, que es Duque hoy,
por casar con una Infanta.
Doy toque de trompetilla
para que el silencio de haga:
Doy tururú, tururú…
y haya silencio en la plaza.
Con esta presentación
ya me he ganado la paga.

Madrid, 1de Enero de 2012