martes, 10 de enero de 2012

ROMANCE DE CABRAS ( I )

--Como verás, Gaudioso, empiezan a cambiar algunas cosas en esta España, que no deja de ser un auténtico país de cabras, donde los listopolíticos se han estado haciendo una cobertura legal de sus intereses particulares que ha de pagar, para los restos, el sufrido pueblo.
--No te engañes, Eloy, lo únicamente cierto es que han subido los impuestos; un nuevo saqueo a los bolsillos de los contribuyentes, que verán reducido el presupuesto de mantenimiento; el de compras, más o menos caprichosas, me da la sensación, queda anulado por mucho tiempo; no ter engañes.
--De momento, Gaudioso, Rajoy ha descongelado las pensiones y las aumenta en un uno por ciento; no es mucho, pero ya estaba cansado de tenerla en el congelador, con frío de la conservación, tan desagradable. Algo es algo.
--Desde luego, Eloy, eres un auténtico pardillo. Te lo he dicho en múltiples ocasiones, tienes las entendederas más cortas que las mangas de un chaleco, que ya es decir.
--¿A que te refieres?
--Me refiero a que te han subido el IRPF en una cuantía muy superior a la del dichoso aumento de la pensión, saldrás perdiendo con la descongelación; la intemperie deteriora lo suyo, ya lo verás, Eloy; al margen de los precios que seguirán subiendo, como todos los años; al final, me lo cuentas.
--Hombre, Gaudioso, dicho así…
--Cuando recibas la primera pensión de Enero, haces la comparación con la de Diciembre y después me cuentas lo que has venido a ganar con la descongelación dichosa. Te vas a enterar. Después, cuando hagas la Declaración de la Renta en el mes de Mayo, me dices la cantidad que tienes que añadir a la del año anterior. Me da la sensación de que te vas a llevar un disgusto. Lo que tengo seguro es que tú pagarás bastante más que el año anterior y seguirás manteniendo a los chupópteros y sinvergüenzas que viven de la política; por muchos recortes que anuncien, no tendrán tus problemas. ¡Te vas a enterar!
--La verdad, Gaudioso, es que el Nuevo Gobierno se ha visto obligado a tomar estas medidas; se ha encontrado con un déficit muy superior al declarado por el gobierno saliente; Sí, el de ZP y los borregos de sus ministros. ¡Coño, qué panda de indeseables y analfabetos! Han dejado el País para el arrastre, mi querido amigo, y han tenido que tomar medidas muy fuertes para poder salir del agujero.
--Y tú te lo has creído, ¿verdad?
--De momento, Gaudioso, han bajado un 20 % las subvenciones a los partidos políticos, a Empresarios y Sindicatos. No es poco.
--Tú sabes, tan bien como yo, Eloy, que eso es el chocolate del loro. Esas subvenciones tienen que desaparecer totalmente. Tanto los unos como los otros, deben ser mantenidos por las cuotas de sus afiliados. No creo que, sin ir más lejos, en Francia o Alemania, estos organismos gocen de ninguna subvención estatal, a costa de los impuestos de los sufridos paganinis. Que no, Eloy, que no. Los obreros y empleados, que quieran una representación de sus derechos, que se la paguen de su bolsillo, como tú has tenido que pagarte un abogado cuando lo has necesitado; pero no que les tengas que pagar tú, que no ves ninguna ventaja en sus actuaciones de defensa. ¿Movieron un dedo contra ZP, cuando congeló tu pensión y se pasó por el arco de triunfo la Ley del Pacto de Toledo? ¿Cuántas huelgas hicieron? ¿Qué reclamaron a ZP por la disminución descarada de tu nivel de bienestar? A ti, te ningunearon y a ellos, a pesar del déficit del Estado, siguieron dándoles millones para que mantuviesen la dichosa “Paz Social” y siguiesen viviendo cojonudamente sin rascar bola; llevan un año, reunidos con la patronal, para llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral y no han llegado a ningún acuerdo. Todo es un engaño, Eloy. ¡A ver si vas espabilando, coño!
--Ya sabes, Gaudioso, que en ese asunto de las subvenciones, pienso exactamente lo mismo que tú. Yo las quitaría todas, absolutamente. Estamos donde estamos, o séase en la puñetera ruina, y es totalmente injusta alguna subvención a nadie; solamente dejo a Caritas fuera de esta prohibición, porque está alimentando a más de un millón de personas, que la política de ZP y sus “gañanes” han dejados tirados en la cuneta de la vida. ¡Puerca miseria!. Cuando sobre el dinero de las arcas, que gasten en cosas más importantes para quien lo costea, pero no para para todos esos cabritos que, como es su costumbre, hocican y pelan hasta los espinos, sin dar un palo al agua.
--O sea, que me das la razón; estamos en un país de cabras.
Y de castrones y cabritos; no te quedes corto, macho.

ROMANCE DE CABRAS

En este país de cabras,
de castrones y cabritos,
hay borregos, por lo torpe,
y hay mamones, por lo listo,
hay sufridores a manta
que benefician al rico.
Y, mientras unos resignan
a pastar de los espinos,
otros apañan las ubres
y les meten el hocico;
chupan de la leche cálida,
que es un alimento rico,
para llenar la barriga
y engordarse los tocinos.
Las ubres del presupuesto
son de los listopolíticos.

En esta tierra de cabras,
de castrones y cabritos,
unos trabajan por nada
y otros llegan a ser ricos
sin pegarle un palo al agua,
sin conocer pala y pico
o estudios sacrificados;
sólo con mover los hilos
de marionetas pacientes,
conocer los entresijos
de contratos laborales
y asuntos de finiquitos.

En este país de cabras
hay empleos y hay oficios,
hay carreras muy costosas
que no rinden beneficio:
hay trabajos en las letras,
y los hay, también, científicos;
hay trabajos en mil ramas,
aunque sean escasísimos
por aquello de la crisis
de los bancos, que sufrimos
contribuyentes de a pie
y esas masas que, en racimo,
se apiñan en el INEM
para encontrar un resquicio
hasta el mundo laboral
que parece estar prohibido.

En este país de cabras,
de castrones y de chivos,
hay mamoncetes, mamones,
tragones y mamoncillos;
hay chollos de puta madre
pero que están muy cogidos:
los disfrutan los de siempre,
esa manada de listos
que pudieron acogerse
a la sombra de un buen pino
o, simplemente, en la pila
tuvieron buenos padrinos.
Son los chollos de asesores
(casi en número infinito):
asesor presidencial,
que se lleva un buen pellizco
del erario que aportamos
los que no somos tan listos;
son escasos de trabajo
pero bien retribuidos;
por un consejo que aportan
(que el curro hay que repartirlo)
se cobran un cuatrienio
que tampoco es mal pellizco.
Seiscientos sesenta, dicen,
tiene a su cargo el padrino
que ahora reside en Moncloa
con su talante y su instinto;
recibe sólo los lunes
a una pareja de listos
que le aportan un consejo,
eso sí, definitivo,
que estudiaron cuatro años
para traerlo definido.
Este chollo no lo busques
porque está, ya, muy cogido.

(Continuará…)

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