jueves, 2 de febrero de 2012

ROMANCE DEL AMOR SUBLIME

No ha llovido tanto desde que estos dos palomos enamo-rados demostraban el fuego de sus pasiones ante la tur-bamulta del PSOE, allá por tierras de Cataluña. Un mitin de arrebata capas, plagado de banderas catalanas y republi-canas, donde los dos pedían el voto de los fieles socialistos para el Candidato a la Moncloa. En fechas anteriores ella también había pretendido su propia nominación al puesto, pero se vio obligada a renunciar a sus lógicas pretensiones “por imperativo legal”. ¿Hay en la política del PSOE algo más legal que las artimañas de Rubalcaba? El Sr. Rubalcaba se confabuló con diversos elementos (Simplemente Alfredo, un tal Pérez, RBCB y Ppunto, elemento de mucho cuidado, este último) para evitar unas primarias, ya que los cinco elementos consideraban que no había en el PSOE nadie más capacitado para llevar a España por senderos de progresía, bienestar social, y verdadero liderazgo mundial, que el Sr. Rubalcaba, Ex Vicepresidente por la gracia de ZP. Dña. Carmen (Ministra de Defensa, Jefa de todas las FFAA, no vayáis a creer) reconoció su propia inferioridad ante semejante Caudillo y, entre lloros sentidos y gestos mohínos, presentó su renuncia y admitió un amor repentino y desinteresado por el nuevo Líder. Con todo el poder militar en sus manos, renunció al Golpe de Estado, no fuese que le viniesen a comparar con el Caudillo de España (que lo fue “por la gracia de Dios” y ella no cree en tales padrinos, por aquello del ateísmo propio de la izquierda, si no en sus propios “méritos como mujer y catalana”). Así que se dijo: “pelillos a la mar, ya habrá otras ocasiones” y vino a enamorarse de su príncipe azul, por su gracia y donaire, por su apostura y, sobre todo, por sus artimañas sibilinas y su amplia frente, ya que no había visto ningún burro cal-vo. ¿Cuánto podrá durar este amor sublime y eterno?
ROMANCE DEL AMOR SUBLIME
Viendo mimos y arrumacos,
asombrado me quedé;
pues lo vi en televisión
e impreso en el papel.
Viendo a la Carmen Chacón
y al segundo ZP
besarse con un amor
sublime, como en Teruel
se besaron los amantes
(tonta ella y tonto él)
o en el balcón de Verona
florecían por doquier
cuando Romeo y Julieta
se besaban, a su vez.
No hubo en el mundo pareja
que pudiese enternecer
las entrañas de un humano
cual Ppunto y la Carmé.
Mimos le pidió Ppunto
y mimos, a tutiplén,
le regalaba la Carme
con besos de rosicler.
Nunca hubo una pareja
tan ardiente en el querer;
ni Romeo con Julieta,
ni Amantes de Teruel,
ni el Tristán con Isolda,
ni Jesulín con Belén,
ni Daoiz con Velarde,
ni Ortega con Gasset.
Besos de amor y de muerte
le dio a ella y le dio a él.
Nunca habrá el jodido mundo
cosas más raras de ver
que el arrullo de tunantes
en las cosas del querer;
pues el corazón no entiende
en asuntos del poder.
Gaudioso (Calpe, 18/11/2011)

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