lunes, 27 de febrero de 2012

ROMANCE DE LA GRAN CHORIZA

ROMANCE DE LA GRAN CHORIZA

Dedicado, con un cariño fingido, a María Dolores Amorós, Ex Directora de la CAM (por ocho meses en el cargo) donde consiguió el título de “CHORIZA SUMMA CUM LAUDAE”.

En este país de “Jauja”
favorable a los “chorizos”,
a las morcillas de Burgos,
al pimiento del Piquillo,
a butifarras de allende
donde se dicen vecinos
con una historia infumable
para basar desatinos.
Hay chorizos industriales
fabricados a buen ritmo:
el picadillo del cerdo
se embute en los intestinos;
si es de intestino delgado,
se dicen chorizos finos;
si se embuten en el grueso
como cular distinguimos
y, si se embute en vejiga,
en León llaman Botillo.
Existen chorizos nobles,
también chorizos políticos,
y, últimamente, aparecen
unos chorizos muy finos,
forrados hasta las cachas,
pues embuten beneficios
de capitales ajenos
en sus propios intestinos.
¿Quién no conoce de España
la amplia gama de embutidos?
Hay chorizos de Jabugo,
de Cantimpalos chorizos,
la chistorra de Navarra
y del Bierzo los Botillos,
los salchichones de Olot,
y esos, que son pequeñitos,
de las Navas del Marqués
propios para hacer pinchitos.
Los tiernos, para freír;
semi tiernos, pal cocido;
curados, al natural
hacen buenos bocadillos;
y los rancios, engordados
a cuenta de los cretinos
que confiaron sus fondos,
para obtener beneficios,
en los que creyeron Bancos
y eran sucursal del timo;
por sinvergüenzas ansiosos,
ideales pal presidio,
una vez desembolsados
y ligeros del bolsillo.
Una “nena butifarra”
del terruño alicantino
metió pezuña en la CAM
y emprendió allí su camino
de una carrera triunfal
para engordar sus tocinos.
(cambio de rima)
Resulta que la Amorós
se quiso pasar de lista
y asumió la Dirección
de la CAM, con la premisa
de cobrar seiscientos mil
que, por algo, era tan lista.
Al Director, que se fue,
le hizo firmar, de partida,
trescientos setenta mil
como pensión vitalicia.
Ella, barajando cuentas,
las demostró positivas
y asignó quince millones
en prebendas repartidas
entre varios dirigentes
y, entre ellos, se incluía.
Un balance imaginario
vino a presentar la niña
y en ochenta y un millones
la cifra de su cuantía;
que, según la molinera,
justifica su maquila.
Pero llegó el Banco España,
pasados los treinta días;
empezó su intervención
y una seria auditoría
descubriendo un pozo hondo
donde la niña escondía
los mil ciento treinta y cinco
millones que se perdían.
Ocho meses de gestión
en la molienda de harina
y viene el interventor
poniendo en paro a la “niña”,
o sea, en la puta calle
porque se pasó de lista.
Ahora se nos va Amorós
y reclama a la Justicia,
por despido improcedente:
la su pensión vitalicia,
a más, de otros diez millones
de indemnización, en vista
de lo que pudo ganar
siguiendo en la Directiva
de la gestión de la CAM;
un interventor machista
la puso en la puta calle
y la doctoró “CHORIZA”.
Ahora, si yo fuese el juez
a esta “lista” le impondría,
de cárcel, seiscientos mil;
que justo a euro por día,
dejando cero en pensión
a la Amorós de por vida.
Hay chorizos, que repiten,
por llevar mucha guindilla.

(Madrid, 26 de Febrero de 2012)

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