miércoles, 21 de septiembre de 2011

ROMANCE DEL FRIKI

Yo tuve un día tonto y tuve que recurrir a mi amigo Gaudioso Taribonto Mosquera. Gaudioso, como su nombre indica, es un personaje imaginario (por la simple razón de que nadie es totalmente Gaudioso) que protagonizó
las “Memorias de un jodido normal y corriente”, y siempre trató de ser feliz a través de sus aventuras y desventuras, por la mera razón de dársela a su padrino de pila que deseaba un ahijado: alegre, gaudioso, feliz, jovial, ocurrente, dicharachero, simpático y un tanto socarrón.
 --Buenas, Gaudioso. –Dije, a forma de saludo, a fin de romper el hielo.
--Buenas, lo que se dice buenas, solo la Pajín y la Aído, según el presidente.
--No, si yo lo decía…
--Lo que yo te diga, Eloy: las hay regulares, como Cospedal, Aguirre, Soraya y, después, están las sinsustancia, como la Garmendia que, aunque Ministra, apenas se la nota. Llegó al Ministerio por lo de la paridad, como la protectora de Cine Español (tiene guasa).
--Mira, Gaudioso, que te vas por los Cerros de Úbeda y esos cerros son propiedad de Rubalcaba; te puede cobrar peaje.
--Entonces, ¿a qué te referías con lo de “buenas”?
--Es una forma tonta de saludar que equivale a desearte los buenos días.
--Pero el día es masculino.
--Claro; pero si te digo: “buenos” y se entera la Pajín, me puede demandar por discriminación sexista. Con esa “jamona” debemos andarnos con mucho cuidado. Es la Palas Atenea de ZP.
--¿Te has enterado de la última ocurrencia del Consejo?
--¿Qué Consejo?
--El de Ministros, Eloy. Cada viernes se ponen de parto en Moncloa y, como los montes, no paran de parir ratones.
--¿Qué han parido esta vez?
--Entre Sebastián y Pepiño han encontrado la solución a la crisis.
--¡No me digas!
--Si, Eloy, te lo digo. Se trata de bajar el límite de velocidad en autovías y autopistas a 110 Kms/h.
-- ¿Qué gana España con esa rebaja?
--España, no sé; seguramente, nada; pero el       que ganará, seguro, es el que fabrica las chapas. Van a cambiarlas todas. Dice el ministro Sebastián que vamos a ahorrar el 17% de la factura de crudo; es una forma de bajar el déficit, algo así como pistonuda.
--El que lo tiene crudo, amigo Gaudioso, es el Consejo, si con la reducción de esta velocidad quieren salvar la economía española.
--Pues Pepiño, que es una lumbrera (pero en gallego), declara que nos vamos a ahorrar, además, 287 muertos en carretera. ¡Y dos huevos duros ¡
-- Y tú, Gaudioso, ¿le crees?
--¡Yo qué sé!
--Y Rajoy, ¿qué dice?, Gaudioso.
--Rajoy, Soraya, Montoro, yo,  y creo que hasta el lucero del alba, aseguran que es una gilipollez más. Otra parida de Moncloa.
--Claro, como la ley del aborto de la Bibiana les ha dejado exentos…
-- Si, Gaudioso, es por lo del aforo; mientras en España se van por las cañerías 150.000 posibles españolitos que, el día de mañana aportarían
al Erario, la “divina Nancy” sale a parida por semana; creo que las saca adelante con pelargón porque no quiere que se le caigan las ubres el día de mañana.
--¿Así que Rajoy dice que es una gilipollez?
--¡Así de claro! Una gilipollez; pero Pepiño se ha encabronado y, a gritos, ha dicho que Rajoy es un “friki”. Un “friki de mierda”, por más señas; que al PP le interesan más los muertos en carretera para ganar las elecciones.
--Pero… ¿Qué tienen que ver tantos muertos en carretera con las elecciones?
--¡Coño, que si tienen que ver! ¿Te acuerdas de los trenes?
--Sí, y de la campaña del “¡pásalo!”. Fue una genialidad de Rubalcaba;
pero Rajoy no tiene esa mala leche, Gaudioso; y, si me apuras, no es tan cabrón, ni rebuscado.
--¡Oye, Eloy! ¿Por qué no escribes un romance del “friki”? Hace ya demasiados años que dejaste de criticar en verso. Y ¿Qué quieres que te diga?, tenían su sustancia.
-- Eso, algunos; otros su sinsustancia; pero solo los leías tú, Gaudioso. Bueno, menos el que le regalé, en la Feria del Libro, a Alfonso Usía sobre el origen de la lengua Vasca, que se refería a una columna que había escrito en ABC, él me regaló las Memorias del Marqué de Soto Ancho y me apuntó su teléfono; pero, como soy tímido, nunca le llamé.
--Pero sí te llamó Campmany, después de regalarle el de Alfonso Guerra, y te pidió alguno más y se los diste, compartiendo un café. Fue el momento de parir para el público; pero te negaste.
--Yo, Gaudioso, desde la pelea con Victoriano Cremen  en el Proa de León, por la censura, no volví a publicar nada.
--¿Cuándo fue eso?
--Hace mucho tiempo, Gaudioso; tú no habías nacido.
--Sí, como todo. A mí me pariste para dejarme en una estantería. ¿Crees
que hiciste bien? Yo me he sentido siempre como en gestación, sin salir del útero. No es razonable parir un ente condenado a cadena perpetua.
--Lo siento, Gaudioso; pero soy tímido, como Solbes, que prefirió dejar el Ministerio por no enfrentarse al “Gran Negado”.
--Ya veo que no sales del día tonto, Eloy. Prométeme que escribirás un romance del “friki”; y, si sale medianejo, seguirás con otros asuntos. Por lo menos nos divertimos tú y yo.
--Bueno, Gaudioso, mañana lo pienso y ya te contaré.
ROMANCE DEL FRIKI


¿Qué entiende Blanco por “friki”
que, siendo un concepto nuevo,
no define la Academia.
Yo le aclaro mi concepto:
todo un supergilipollas
pasado de cocimiento.
Si hubiera estudiado un poco,
tendría conocimientos.
Huyó de la Facultad
corriendo, como un poseso,
cuando descubrió el trabajo
de beber libros de texto,
de ducharse en la cultura
y engordar conocimientos.
Puso sesera en holganza
y, por años, en barbecho.
Pepiño entró socialista
porque veía que cientos
de personajas vacías
y de personajes hueros
vivían de puta madre,
de la apariencia y del cuento
tan sólo con su carnet
para el servicio del pueblo.
El ingresó en el PSOE
como quien se va a un convento
( por inspiración divina
y total convencimiento )
en busca de una verdad
y de un líder de consenso
que rebosase talante
y lo encontró en Zapatero.
Copiosas genuflexiones,
renuncias y peloteos,
zancadillas a destajo,
abrazos y besuqueos;
con artimañas creció
de “pepiño” al Ministerio.
Un día se levantó
y fue derecho al aseo.
Después de haberse afeitado
hubo un “friki” en el espejo.
Se miraron fijamente
cual dos hermanos gemelos:
--“yo soy tú y tú eres yo,
los Ministros de Fomento”.
--Voy a proyectar tu imagen
sobre Rajoy, el gallego,
que puede echarme a patadas
de mi propio Ministerio
en cuanto tenga ocasión
de asumir el Gobierno;
por aquello de las urnas,
por aquello del recuento;
que el ciudadano es voluble
y el que ayer dijo “te quiero”
mañana, que ·”por ahí,
que por ahí se va al cuerno”.

Pepiño Blanco, el andoba
que nunca encontró el ingenio
en su mente semiárida;
ya que la tiene en barbecho,
sólo produce el insulto,
el mote barriobajero,
la acusación imprecisa,
como cardos borriqueros.
Ahora le atribuye el “friki”
surgido en su propio espejo
( mote ofensivo, al socaire
de una ráfaga de ingenio )
al opositor Rajoy,
como ofensa y vilipendio,
por ser cabeza visible
de la explotación del pueblo.
--“Rechaza la reducción
del ocho treinta por ciento
para el viaje en autovías
y en autopistas con precio”.
Kilómetros, ciento diez.
Fue decisión de Consejo
que sumaban, en total,
un cuarto y mitad de seso.
Si examinas, uno a uno,
de ese cojonudo elenco,
puedes ver mediocridades
más varios analfabetos
que   quieren ahorrar, ahora,
lo que antes se fundieron
en subvenciones absurdas
y despilfarros sin cuento.
Las huchas de los radares
es el negocio más cierto.
Por eso es “friki” Rajoy,
porque no acepta el engendro.
Se niega a ser padre, a escote,
del hidepú del decreto
Le endosa un “friki” a Rajoy
que es el “friki” de su espejo
y se queda más horondo
que un Lindísimo Don Diego,
enfundado en calzas verdes
y en chaquetilla de cuero.
Piensa asombrar al Partido
y todos le dirán “genio”;
yo diría “tonto el haba”
y un mejicano “pendejo”.

                Madrid, 4 de Marzo de 2011)

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