jueves, 15 de septiembre de 2011

ROMANCE DE CHAVES ( iii )

Amanecí, inmerso en un día tonto; acaso por mí mismo, acaso por mis pastillas; sí, esas que vinieron a sustituir a mis circunstancias de antaño cuando era más joven y optimista y el  sentido del humor me permitían pasarme las incómodas por el arco de triunfo.
Estaba meditando sobre el problema del “eregate andaluz” con su fondo de reptiles incorporado. Ese fondo de unos 670 millones de euros, más o menos, montado por el entonces Presidente Manuel Chaves y su Consejero de Hacienda, el Ilustrísimo Griñán, hoy sustituto en la Presidencia.
   Por aquel entonces, que era un entonces de reino taifa con derecho de pernada (como ahora) y hacer sayos de las capas; o séase: un “monipodio sevillano” como el de los tiempos de Cervantes, donde estos dos elementos,  “Rinconcete y Cortadillo”, elevados hasta el poder por mor del Presidente González y del escrutinio de urnas, rapaban las bolsas del erario público para favorecer a amigos del partido, colegas del sindicato, votantes fieles, familiares  y algún que otro condiscípulo de primaria. La cosa tenía bemoles, si me atenía a las noticias aportadas por los investigadores de prensa que, a veces, meten sus narices en asuntos que venían siendo privadísimos, se enteran de los entresijos y luego van y lo cascan para que se enteren los extraños y comenten dueñas.
   Como una dueña cotillona ( “manuela” se dice ahora) apareció Gaudioso con pinta de coñón.
--Buenos días, Eloy, te veo como depre, ¿te ha sentado mal alguna de tus pastillas?
--No, Gaudioso, es por una circunstancia, como las de antes.
--¡No me digas!
--Pues sí, mi dilecto amigo, es que hay cosas…
--Que, colgando, parecen bolsas; no me digas más. ¿De qué se trata?
--Estaba pensando en ese embrollo de los eres andaluces que traen de cabeza a la jueza Alaya.
--¿Te refieres a los eres fraudulentos del buenazo de Guerrero y demás colegas?
--Es que se trata de un fondo de reptiles de unos 670 millones de euros.
¿Te acuerdas de las antiguas pesetas de tus tiempos? Pues vienen a ser unos 111.488 millones de pelas, y, como verás, no son lo que se dice grano de anís, precisamente.
--¡Coño, cuantísimos millones! ¿De quién eran?
--De erario público de Andalucía, Gaudioso.
--Va, no tiene importancia, es un dinero de nadie; ya lo dijo la Ministra Carmen Calvo, que era una lince de mucho cuidado y se las sabía todas.
--¡Coño, Gaudioso!; es que ese dinero de nadie se parece demasiado al de mis impuestos y... ¿qué quieres? Eso me preocupa.
--Ya sabes, Eloy, que en cuanto el dinero de los impuestos ingresa en Hacienda, como Hacienda somos todos pasa a ser dinero de nadie, según la Ministra. Ya dicen los gallegos, que de eso entienden: “o que he de común he de nengún”.
--Puede que tengáis razón, tú, Carmen Calvo y los gallegos; pero a mí me jode que mis impuestos vayan a estos tejemanejes, chanchullos, subvenciones ilegales, en beneficio de particulares que, por cierto, nunca vengo a ser yo uno de esos particulares, ¡coño! Es que hay mucha mierda en todo esto, y los responsables, o sea, el Chaves, Griñán, Guerrero y demás hierbas, siguen a lo suyo, se hacen los longuis, como si nada.
--Es que en España, hasta ahora, nadie ha aprobado una ley, y  mira que hay leyes absurdas, sobre la responsabilidad de los políticos. A todos éstos, que hacen estos desaguisados o dejan arruinados los fondos, cuando pierden el poder, deberían enjuiciarlos y meterlos en la trena.
--Es que dicen que cobran poco por lo de la responsabilidad de sus cargos.
--Pero bueno, Eloy, ¿no se presentan voluntarios para servirnos al pueblo? ¿Les obliga alguien? Pues entonces, ¿de qué se quejan?
--Tengo entre ceja y ceja la mariscada de Bruselas de los tres capullos, que después de beneficiarse de los “eres” y de los trapicheos de Merca Sevilla, van a celebrarlo con una mariscada de esas que no se han visto nunca sobre una mesa con tres comensales. Y eso me chincha en demasía, porque a mí me gusta el marisco y me veo obligado a pedir un crédito para comerme unas cigalas medianejas.
--Pues ya ves, Eloy, lo de la mariscada no me afecta, como a mí no has dejado que me guste el marico. Y… ¿cómo fue?


ROMANCE DE CHAVES

                  III
             (eregate)
Fueron llegando en cuadrillas
las criaturitas paradas
y eligieron de asesor
al sindicalista Lanza
quien, por una comisión,
les metía, de parranda,
en “eres”, jubilaciones
y en las pensiones bastardas
que aseguraban sus vidas
hasta el día de la Parca.
Y ya, metido en harina,
siendo tanta la abundancia,
Lanza se metió en los “eres”
con esposa y dos cuñadas;
al fin y al cabo, era Midas
el Presidente de Jauja.

Para celebrar el chollo
se fueron de mariscada
Antonio Rodri Torrijos,
progresista, como Lanza,
con el Mellet a Bruselas
y con las cuentas pagadas
por la Empresa del tercero
que desbordaba ganancias.
Centollos y bogavantes,
las quisquillas, a mansalva,
almejas, ostras, percebes,
nécoras, gambas, cigalas
y unas langostas en flor
por capricho de las ganas.
Con las sobras del menú
hartara el Barrio de Triana
las Fiestas de Navidad
y la Feria Sevillana.

Chaves, Griñán, Griñán, Chaves,
a los dos la mierda alcanza,
hay exceso de basura
oculto bajo la manta.
Por eso, los dos taimados
consultaron con la almohada
cayendo en la lucidez
con claridad meridiana:
ese fondo de reptiles
lo montó Eduardo Zaplana.



              ( Madrid, 9 de Junio 2011)



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