miércoles, 28 de diciembre de 2011

ROMANCE DEL RETRATO

Me quedé un tanto sorprendido al ver a Gaudioso aparecer sigilosamente de la estantería, como un alma en pena que arrastrase la pesada cadena de la infidelidad, tras varios días de retiro en el claustro utérico, aislado de mi compañía y privándome de sus entretenidas charlas. Venía hacia mí, que reposaba en el sofá leyendo el periódico, con la cabeza gacha, como avergonzado, pensando que yo podía estar ofendido y podía recriminarle.
--Buenos días, Gaudioso. –Podía ver en mi rostro la expresión de alegría sincera por su presencia.
--Buenos días, Eloy. Pensé que podías estar molesto con migo por no salir a charlar, desde hace tantos días. Te vi demasiado ocupado con la limpieza y organización de la casa, tras cinco meses de vacaciones en León y en Calpe. Después vinieron los días de Nochebuena y Navidad y pensé que era mejor no molestarte en unos días que se celebran en familia.
--Por esa razón deberías haber venido; eres mi hijo, Gaudioso, y me agrada tu compañía sobremanera. Te eché de menos; podíamos haber tomado una copa de cava para celebrar el aniversario del nacimiento del Hijo de Dios. Es lo obligado y la costumbre es estar en familia.
--Bueno, Eloy; perdona mi cobardía; pero pensé que podía molestar y robarte tu tiempo. Además, como pura entelequia, sabes que no puedo tomarme una copa de cava, se iría al suelo directamente y mancharía la alfombra. A propósito, qué noticias me tienes.
--Rajoy, ya ha tomado posesión de la presidencia y ha nombrado su Consejo de Ministros. Ahora tendrán que empezar a tomar las medidas oportunas para sacarnos de la ruina en la que nos dejó el “ojos glaucos y cejas circunflejas”, que ya reside en Somosaguas.
--¿Qué pinta, así de pronto, presenta el nuevo gobierno?
--Ni color con la del anterior, Gaudioso; no era preciso rebuscar mucho para encontrar gente mejor preparada. No te preocupes de los salientes, Gaudioso, quedan todos colocados. ¿Te acuerdas de José Montilla?
--¿El charnego que llegó a Presidente de Cataluña y, renunciando a sus orígenes, se manifestaba por el derecho de los catalanes a decidir sobre su independencia de España, incluida Andalucía e Iznájar? ¡Qué descastado! Otro como el “ojos glaucos”, dejó Cataluña en la puñetera ruina; es un negado a la inteligencia básica. Pero, ya ves lo que son las incongruencias, Eloy, en lugar de terminar ante un tribunal que le juzgase por su desastrosa gestión al frente de su Gobierno, se queda con una pensión de Ex verdaderamente acojonante, con un sin fin de prebendas, con los ingentes ingresos de su mujer, a la que colocó en una docena de consejerías (con el paro que hay en Cataluña) sin que se le caiga la cara de vergüenza. En fin, gente educada en el partido. ¡Qué Universidad! y no la Complutense que solo produce jóvenes para llenar las colas de INEM.
--Tienes razón, Gaudioso, cuando aseguras que vivimos en el “país del tócame roque”. Montilla y sus secuaces independentistas deberían purgar el desfalco de las Hacienda Catalana; la dejaron hecha unos zorros.
--¿Recuerdas, Eloy, el asunto del retrato oficial que le hizo la fotógrafa sueca María Espeus?
--¡Cómo no recordarlo, Gaudioso! Un retrato que costó siete mil trescientos euros, millón y cuarto de pesetas, un verdadero despilfarro; pudo habérselo hecho el fotógrafo Madueño de la Vanguardia, que solo le cobraba trescientos euros. Fue lo que le cobró a Artur Más por el mismo trabajo.
--¿No escribiste un romance sobre el asunto?
--Sí, Gaudioso. ¿Quieres leerlo?
--Pues, claro.

ROMANCE DEL RETRATO

Siete mil trescientos euros
(millón y cuarto de antañas)
por la foto de un charnego
que pobre nació en Iznájar.
Le pones una tonsura,
le dejas crecer la barba,
un hábito de estameña,
unas abiertas sandalias,
le cubres con la cogulla
que es una prenda hoy rara,
y te encuentras un Fray Cero,
primo hermano de Fray Nada.
Si le pinta Fray Angélico
de la Orden Dominicana,
aunque pusiese aureola
sobre su cabeza vacua,
con veinte maravedíes
la obra estaría pagada;
ya que Angélico tenía
una pobreza jurada.
Si el retrato se lo hiciera
Murillo, a la sevillana,
de la Escuela de Velázquez
que a Breda inmortalizara,
veríamos a Montilla
con un mendrugo de hogaza
que, a lo mejor, por charnego
es un símbolo que cuadra;
yo no creo que Murillo
cien doblones le cobrara.
Pudo retratarle Goya
volando sobre una manta,
como un pelele vencido
que un ministerio dejaba
por orden de Zapatero
como él, tabula rasa,
y un regalo envenenado
para gentes catalanas.
Maragall sufrió en su carne
el pedrisco de la “nada”
y se quedó turulato
porque le expulsó una “ganga”.
Por este retrato Goya
los cien ducados cobrara
y se iría de merienda
más contento que una pascuas.
Si alguno de estos pinceles
hubiese hecho su estampa,
cual simple Fray Tejeringo
con la su mirada baja,
en pleno recogimiento
y palabra acobardada,
Generalitat tendría
patrimonio en la subasta
que pagaría una parte
de la gran deuda dejada;
acaso el Arturo Mas
viese las cosas más claras
e hiciese menos recortes
para poder sufragarlas
y no ser Arturo Menos
por culpa de las derramas.
Este simple Fray Gerundio
pudo nacer en Campazas
y el Padre Isla narrado
su vida y sus peroratas;
mas vino a ser un charnego
porque procede de Iznájar,
(su humilde pueblo andaluz
de nacencia y de crianza)
donde las pasó algo putas
hasta que de allí emigrara
para ser puto charnego
en la tierra catalana,
con síndrome de Estocolmo
y más papista que el Papa.

(Continuará…)

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