CASIMIRO CURBELO

CASIMIRO CURBELO
¿Es que existen, aún, mindundis
que den su voto a Curbelo?
Capullo, donde los haya,
en el su terreno isleño,
cacique, que en prepotencia
le deja a Franco pequeño,
insultador de los polis,
lenguaje barrio bajero:
“que yo no pago a las putas;
que yo en las putas me meo”,
dice cuándo va a aliviarse
del calentón del pequeño.
Pienso no haya gilipollas,
entre votantes gomeros,
para pagarle un sillón
en el Senado a su sueño.
Cuentan que una vez habló,
mas lo hizo en silbo gomero;
nadie vino a percatarse
de si dijo malo o bueno
ya que el pinganillo ignora
este lenguaje de isleños
y no traduce el sentido
del idioma de gomeros;
ellos expresan en silbos
noticias o sentimientos,
diálogos o discusiones,
tejemanejes o acuerdos
y el silbo cruza las cumbres
de aquellos montes roqueños
llevando la comprensión
del uno al otro gomero.
En el Senado es distinto;
nadie le entendió a Curbelo
que asentó las posaderas
y siguió tejiendo sueños.
Ahora insiste en presentarse
como Senador isleño;
pues dice: “no es mala paga
para lo mucho que duermo”.
Espero no tenga votos,
en las urnas, el mastuerzo.
Gaudioso (Calpe 20/9/2011)