domingo, 11 de diciembre de 2011

¡COÑO, QUÉ MINISTRA!

¡COÑO, QUÉ MINISTRA!

Mientras que cinco millones
viven, comiendo agavanzas,
de españoles en el paro
por la gestión de esta “panda”
de inútiles y de chulos,
una ministra de España
deja chico a Marco Polo
viajando a tierras lejanas;
la caja del Ministerio
se inunda de telarañas
y se financia con deuda
que el nuevo gobierno paga.
Llegada que fue a Moscú,
cinco estrellas da de baja
y alquila suites siderales,
a mil quinientos la cama,
para ella y el cortejo,
fundiendo una pasta gansa;
como ella no es “mindundi”,
si no Ministra de España,
tiene derecho a los lujos,
que aún le quedan dos semanas
al frente del Ministerio
por la cultura de España.
Las deudas para Rajoy.
¡Y que se joda el “gran carca!
De Madrid se fue hasta Tokio,
de Tokio volvió a su casa;
se muda y va hasta París;
vuelve y a Oporto se marcha;
luego va al Tras Pirineo
para comerse unas gachas;
se peina y vuela hasta México
y con mariachis se explaya
cantando tiernos corridos,
zapateando a sus anchas;
Vuelve a Madrid, por la pelu;
luego, a Nueva York se marcha,
que ha de llevar la cultura
donde la escasez es tanta;
regresa y se va a Moscú,
donde su lujo nos pasma,
por asistir al valet
en el que españoles danzan.
Con tanto ir y venir,
ni se ha cambiado las bragas.
Las deudas para Rajoy,
por ser Presidente y facha.
Gaudioso (Madrid, 10/12/2011)
Pasadas dos semanas, por los pueblos de mi tierra, cantarán una jota popular, para regodeo de propios y extraños, acompañada de dulzaina, tamboril y pandero; es lo propio:
Ya no va la Sinde
por agua a la fuente,
ya no va la Sinde
ya no se divierte;
ya no va la Sinde
por agua al arrollo,
ya no va la Sinde
ya no tiene chollo.
Ahí la tienes
báilala, báilala;
no la rompas
el mandil, el mandil;
mira que no tiene otro
la pobrecita infeliz.
Jota que, cantada con el salero proverbial y desenfado de los montañeses de León, asombrará a mastines, corzos, rebecos, lobos, osos e, incluso, a los urogallos, muy propios de aquellos bosques de hayas y robles. Los lugareños con sentido común (que los hay) sólo esperan que el nuevo Gobierno anule todas las subvenciones, sobre todo al cine, para que esta lujosa profesional se pague sus propios gastos y producciones; que se mantenga de la taquilla, como debe ser. ¡Ojalá!

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