jueves, 5 de febrero de 2015

ROMANCE DEL PEQUEÑO VICTORIOSO

Al ser hombre tan menguado
el tal Paulino Rivero,
a pesar de Presidente,
tiene menguado cerebro.
En esa lucha incruenta
por asuntos petroleros
que le declaró a Repsol
e, incluso, al propio Gobierno
Al ser un hombre menguado
se atribuye la victoria
y lanza a los cuatro vientos
que los valientes canarios,
con mucho valor y arrestos,
han vencido en esta guerra
y están la mar de contestos.
Repsol ya no horada más
y, tras tapar agujeros,
llevará su buque a Angola
buscando otro caladero
y, si allí encuentra petróleo,
beneficios pa los negros.
Canarias está sobrada,
según Paulino Rivero,
y no quiere chapapote
en el litoral isleño,
si un día hubiese vertidos,
por azar, del oro negro.
Quieren sus arenas limpias
para suizos y noruegos
que acuden a tomar baños
y a ponerse muy morenos.
Lo demás son bagatelas.
Si en España carecemos
de yacimientos de gas
y de pozos petroleros,
es un problema de España,
pero no de los isleños;
pues tienen sus surtidores
y les cobran mucho menos
que un surtidor de Madrid
o un surtidor extremeño.
--“¿Qué hay mucho paro en las islas
y estamos batiendo récor?
No es un asunto importante
que me esté quitando el sueño,
ya que comen cada día,
unos más y otros menos,
y no deben trabajar
mientras no suban los sueldos”--.
Nos comenta, en plan gracioso,
el tal Paulino Rivero
que, a veces, es lenguaraz
y un tanto dicharachero.
--“Hemos vencido a Repsol;
hemos ganado al Gobierno;
las fatales prospecciones,
al fin, se fueron al cuerno”--.
Y se nos queda tan ancho
aunque él sea pequeño,
pues no le dejó crecer
la idiotez que lleva dentro;
ya es una masa muy densa
y no despega del suelo.
Lo primero es el orgullo,
gobernar en tente tieso
y salirse con la suya
aunque se jorobe el pueblo.
Así, por mostrarse alto,
sublime y un tanto excelso
trepa la cumbre del Teide
y se ve cerca del cielo;
desde allí, otea hacia abajo
y ve problemas pequeños.
Por salirse con la suya
y bloquear los sondeos
inyectó agua marina
en las bolsas de oro negro,
lo que defraudó a Repsol
que se largó a otros predios;
dejó el contrato incumplido
de, al menos, dos sondeos
y, si eran favorables,
ampliar a un tercero;
ahora se enfrenta a una multa
de seis millones de euros.
¿Usó de la brujería?
Todo esto es un misterio,
pero Repsol decidió
llevarse el buque muy lejos
y, si hubiese  otras bolsas,
que las explote Marruecos.
--“He vencido; he ganado
a Repsol y al Gobierno”--.
Presumió, muy orgulloso,
el tal Paulino Rivero
y los puestos de trabajo
así como otros ingresos
se marcharon al carajo
y perdieron los isleños.
--“Eso a mí me importa un pito;
cuando vengan los noruegos
y otros nórdicos turistas
a tomar el sol de invierno,
necesito los parados
de baratos camareros”--.
Son cosas de reyes taifas
que, por chinchar al Gobierno,
sacan un ojo a Rajoy
aunque ellos queden ciegos.
España es un revoluto                                                                                               
de diez y ocho gobiernos
y cada cual va a lo suyo
y siempre se chincha el Pueblo.
Apedrear su tejado
es muy propio de los necios.

     (Madrid, 20 de Enero de 2015)


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