martes, 17 de febrero de 2015

ROMANCE DE CABALLOS DE TROYA

Ha surgido un nuevo Ulises
que es la leche, que es la monda,
aplicando a los Partidos
la misma astucia que en Troya,
la ciudad inexpugnable
que, lo mismo que Zamora,
se conquistó en varios años
no tan solo en una hora.
En Zamora hubo muertos
y una persona traidora
que descoronó a un buen rey.
Con una ayuda engañosa
le llevó hasta la muralla;
un lanzazo y a otra cosa;
se escapó por agujero
a la ciudad de Zamora.
El Cid, montando a Babieca,
que era una yegua briosa,
no alcanzó a Bellido Dolfo
que era una mala persona.
Rodrigo llevó el cadáver
con sufrimiento y congoja
y Bellido a Doña Urraca
fue a reclamarle la bolsa
y Urraca se la pagó,
porque Zamora no es Roma.
En Troya pasó lo mismo,
pero en largo, que en Zamora
por un asunto de faldas
y el secuestro de un moza
que encantó al príncipe Paris
y la llevó para esposa;
como ya estaba casada
era de cuernos la cosa
y Agamenón convocó
a los reyes contra Troya.
Lanzas y espadas de Grecia
llegaron en una flota
que abarrotaba la mar
poniéndole cerco a Troya.
Se tiraron muchos años
con batallas muy gloriosas,
con multitud de cadáveres
sin solucionar la cosa,
que, por batallas constantes,
se llamó guerra de Troya.
Odiseus, el astuto,
se estrujó la cocorota
y construyó un gran caballo
que fue el caballo de Troya.
Lo dejó, como olvidado,
y se retiró la flota.
Los troyanos inocentes
pensaron que era una joya
que dejaban de tributo
reconociendo derrota.
Le entraron en la ciudad,
como una ofrenda devota
para los dioses troyanos
por decidir la victoria,
y después, pa celebrarlo
se apañaron unas trompas
con el vino de la tierra
bueno pa fiestas y bodas.
Cuando, ya todos dormidos
con bellos sueños de gloria,
después de romperse en aguas
el caballo parió tropas
haciendo una gran masacre
y la destrucción de Troya.
Pablo leyó la Ilíada
y se tomó buena nota
para poner cerco a IU
y endiñarles una potra.
Los izquierdos de Madrid
se lo tomaron a broma,
ya que no se parecía
a aquel caballo de Troya;
tampoco era de madera;
era más bien una moza
de buen ver; pero potranca
les resultó la señora
que ha parido divisiones;
ha destrozado la cosa
que Cayo pensaba unida
y la dejó en bancarrota.
Garzón puso a sus gallinas
al cuidado de la zorra
y ahora lamentan en IU
los pateos de la potra.
Iglesias recluta huestes
y va aumentando sus hordas
para dar la gran batalla
y conquistar la Moncloa.
También inyectó al PSOE
otros caballos de  Troya:
García Page, por listo;
José Bono, por carota;
y, además, al innombrable
que dejó España en pelotas,
con el culo pajolero
en la intemperie heladora.
Por lo pronto, estos equinos
a Pedro Sánchez le aflojan
las ínfulas que mostraba
ante sus huestes devotas
y empiezan a desnudarle
para verle las pelotas.
Más que caballos de engaño
han resultado carcomas
que le roen el prestigio
y, al final, me lo desloman.
Parece ser que prefieren
a la yegua trotadora
que trota en Andalucía
por conservar la poltrona
que le regaló Griñán
para ocultarse en la sombra,
aforado en el Senado,
y así evitar malas horas
dado que la juez Alaya
no suele andarse con bromas.
¡Coño, con el Pablo Iglesias!
Con una yegua trotona
masacró a  Izquierda Unida
y, con otras tres carcomas,
le está royendo el camino
de Sánchez a la Moncloa.
Son astutos los jodidos:
a Venezuela destrozan
y cobran unos millones
a Maduro por la obra.
Ven la destrucción rentable
y ahora van por la española.
Dios nos pille confesados;
si acceden a la Moncloa;
resultarán para España
veros caballos de Troya.


    (Madrid, 19 de Febrero de 2015)

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