Mitinea Pablo
Iglesias
a un montón de
cabreados
que le escuchan
expectantes
las palabrejas
de Pablo:
--“Vamos a ganar
el cielo
y, en él, nos
instalamos;
no se alcanza
con razones,
al cielo hay que
asaltarlo”--.
Le vitorean a
Iglesias
la multitud de
enfadados;
aunque preferían
ir
hasta el cielo más
despacio.
--“Para el viaje
al más allá,
la verdad,
siempre es temprano;
no es necesario
correr
para ir al campo
santo”--.
Comenta Felipe Pérez
a su amigo
Policarpo.
Hablaba con
tanta fuerza
y en un tono tan
airado,
que los de
primera fila
no quisieron
contrariarlo
y algunos
dijeron: --“Bueno;
si tenemos que
saltarlo
nos provean de
uniformes
y de armamento
pesado,
sobre todo,
aviación
porque el cielo
está muy alto”--.
Pero el ángel de
la guarda
que cuidaba de
Honorato
escuchó estas
palabras
y se quedó
preocupado.
Emprendió vuelo
hacia el cielo;
debía comunicarlo
y, después, San
Pedro hiciese
de la su capa su
sayo.
San Pedro oyó la
noticia;
a la tierra echó
un vistazo
y, como vio
tanta gente,
quedó un tanto
acojonado.
Podría ser
Lucifer,
hace eones
derrotado,
quien
pretendiese revancha
y pretendiese
asaltarlos.
Por tener otra
opinión
Mandó llamar San Pablo
quien, viendo lo
que veía,
también quedó
mosqueado.
--“Sin duda, es
Lucifer,
al que llaman el
diablo.
Fíjate en esa barbita;
lleva crin en
vez de rabo;
yo pienso que es
el maligno
que va un poco
disfrazado
y, si escuchas
sus palabras,
les miente más
que un cosaco,
pues les promete
mil momios
sin tener con qué
pagarlos”--.
Le comentó a San
Pedro
su buen amigo
San Pablo.
--“Sí, les
promete una Arcadia
que aún no han
inventado”--.
--“Por eso digo
que miente;
mas hemos de prepararnos
porque es muy
rencoroso;
va alistando
cabreados
que persiguen
paraísos
sin tener que
trabajarlos”--.
--“Puede que
tengan razones
para estar tan
enfadados;
he oído que en
España
hay millones en
el paro
y, con las
tripas vacías,
queda el cerebro
ofuscado”--.
Se reunieron Serafines,
Ángeles del
pueblo llano,
Arcángeles, Querubines
y Comisión de
los Santos.
--“Cavemos grandes
trincheras
y de petróleo inundamos;
en cuanto
ataquen las masas
bien podemos
incendiarlo;
como ahora baja
el precio
es más fácil
importarlo”--.
Proponía San
Crispín
y apoyaba San
Pascasio.
San Lucio habló
de murallas,
torreones almenados.
En esto llegó
San Hugo
y el pajarito
piando
y propuso ir a
Cuba
y contratar
mercenarios.
--“Yo les llevé
a Venezuela
con muy buenos
resultados;
si se los pido a
Fidel
manda muchos y
baratos”--.
Se le opuso San
Esteban
que es un santo
escarmentado.
--“ Yo llegué a
este lugar
mártir y
asaeteado;
y no eran comunistas,
que eran mílites
romanos;
además, llegará
el viejo;
no habrá forma
de expulsarlos”--.
En esto, a la
asamblea
llegó el Apóstol
Santiago
que regresaba de
España
donde tiene el
patronato.
Se le explicaron
las causas
y les habló alto
y claro.
--“Vengo ahora
mismo de España
y no debéis
preocuparos;
Pablo Iglesias
es el líder
que dice que va
a atacarnos,
pero al ser un
comunista
a más de ateo
declarado
y no creyente
del cielo,
malamente va a
asaltarnos.
Surgió
machacando “castas”
y, tanto ha
machacado,
que se ha
salpicado entero
con los castizos
pecados
y está inmerso
hasta las cachas
en cuanto ha
criticado.
Prometer hasta
meter
es un hecho
demostrado;
que una cosa es
predicar
y otra,
distinta, dar grano.
Son cosas de la
política:
prometen mitineando
y, cuando cogen
poder ,
las promesas al
carajo.
(Como resido en
Galicia,
algo de ellos me
han pegado)
Lo que quieren
estos linces
que forman el
triunvirato
es manejar el
poder
y vivir chupando
Erario”--.
Tranquilos los Serafines,
Ángeles del
pueblo llano,
Arcángeles, Querubines
y Comisión de
los Santos,
cada cual
fue sus asuntos
que todo lo
eterno es largo.
(Madrid, 2 de Febrero de 2015)
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