miércoles, 30 de abril de 2014

XIº CARTA AL SR. RAJOY

(Romance asesor gratuito)

Buenas tardes, Don Mariano.
¿O le llamo Don Tancredo?
Porque, en medio de la arena,
los españoles le vemos
frío, tieso, hierático,
impasible ante los cuernos
de ese toro libertario
con banderillas de fuego
que azuzan Mas y Junqueras
para arrancarle el talego
y asestarle un desgarrón
por debajo del chaleco.
Con cada día que pasa
ellos atizan el fuego
y si ahora no se apaga
se formará tal incendio
que necesite otras fuerzas
que los cuerpos de bomberos.
Hablar de legalidades
por romper, solo, el silencio
a los sorderas profundos
que no atienden ni al Supremo;
que las sentencias mayores
se pasan rozando el güevo;
siguiendo fuera de ley
por los tiempos de los tiempos,
es simple rumor de cañas
y predicar en desierto;
porque la ley, señor mío,
en este País y tiempo
con jueces politizados
y de autoridad exentos.
Sentencian, por sentenciar,
y mira que emplean tiempo
hasta dictar la sentencia,
mas se desentiendes luego.
Si se acatan, cojonudo;
si no se acatan, pues… bueno.
¿Qué Mas dice: ¡A mí plin!
Y siguen en los colegios
vetando la lengua hispana
que es lengua de todo el pueblo?
Pues la Rigau dice al juez
con un descaro tremendo:
--“Usted vaya a hacer puñetas
y nosotros a lo nuestro;
no afectan vuestras sentencias,
ya que somos otro Pueblo.
¿Voy, yo, a imponerles leyes
a los fiordos noruegos?
El caso es igualito
y yo no acato. ¡Pues, eso!”.--
Decirles que es contra ley
a un rebaño de borregos
es mear sin echar gota
y una pérdida de tiempo.
Para llevarle al redil;
para quitarle el cencerro
al Arturo Incoronado
se debe usar de otros medios.
¿Recuerda, Señor Rajoy,
un veintitrés de Febrero
que, aunque han pasado los años,
yo mantengo en el recuerdo?
Con un puñado de guardias
asaltó el Parlamento
un tricornio prepotente
pegando tiros al techo.
--“Sentarse, coño!”.—Les dijo
a Diputados perplejos
y algunos el pantalón
con su orina humedecieron
viniendo a parapetarse,
por si las balas, sus cuerpos.
El tal Tejero pagó
con treinta años de encierro
su breve golpe de estado
para cambiar el Gobierno;
no intentó romper la Patria;
solo quitarse de en medio
aquesta Partidocracia
que todavía tenemos,
aguantamos y pagamos
con sacrificios tremendos;
dado que un Gobierno inútil
de analfabetos y necios
nos llevaron a la ruina
por despilfarrar a crédito.
Éste es pecado más gordo
que el que cometió Tejero
y hoy andan de prepotentes
tocando al Poder los güevos,
mientras su Sumo Pontífice
cuenta las nubes del cielo.
Se demuestra una vez más
que justicia es cachondeo;
hace ya un montón de años
que nos lo advirtió Pacheco.
Pero el problema más gordo
es el asunto tremendo
con que Mases y Junqueras
quieren desguazar el Reino
y llevarse, de mordida,
cuatro provincias, al menos.
Éste es un Golpe de Estado
como un pino piñonero.
No le amenace con leyes
que se pasa por los güevos.
Cuando hizo “discutible”
la Patria el tal Zapatero
hizo tanto daño a España
que bien merece el encierro,
como mereció y cumplió
aquel golpista Tejero;
pues vino a sembrar los polvos
de los lodos que hoy tenemos
en los que retozan Mas
y Junqueras, como cerdos;
ellos gozan a lo bestia
en este estercolero
que les montó el “discutible”
de José Luis Zapatero.
Deje ya las advertencias
y pase Usted a los hechos;
cualquier decisión, lo sé,
será un problemón tremendo;
pero nadie hizo tortillas
sin romper antes los huevos.


      (Madrid, 3 de Abril de 2014)

1 comentario:

  1. Duro romance pero también, valiente, sensato y profético, pero dudo que te hagan caso, entre otras cosas no se atreven, abrazos amigo.

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