Ningún
País en el mundo
tanto
dinero ha gastado
en
cursos de formación
para
formar los parados
y
estamos como al principio
con
parados mal formados,
incultos
e incompetentes,
improductivos
y vagos;
son
los “ni-ni” que Aído,
en su
día, hubo contado
para
asombro de los propios
y
risión de los extraños.
Podíamos
disponer hoy,
con
los millones gastados,
más de
dos mil premios Nobel;
nos
hubiesen compensado,
con
orgullo por lo nuestro,
tantos
millones gastados.
Feliciano,
es algo torpe;
en las
letras, un negado
que
solo sabe romper
cuanto
toca con sus manos;
él,
por estas cualidades,
es un
continuo parado.
Un día
se apunta a un curso
de
esos que están financiados
y
regresó a casa triste;
también,
desilusionado.
Su
madre, cuando le vio
regresar
tan cabizbajo
le
preguntó con cariño:
--“¿Por
qué vuelves desinflado?”.—
--“Me
presenté en la oficina;
solo
había un empleado
que me
dio unos papeles;
yo
tuve que rellenarlos
con
mis datos personales,
el DNI
y firmarlos.
Después,
me soltó un diploma
(Fontanero
diplomado)
a más
de estos veinte euros
porque
me fuese callado”.—
Justino
Fernández López,
en
botellón doctorado
y
aficionado a jolgorios
sin
euros pa disfrutarlos,
vino a
pedirle consejo
a su
buen amigo Carlos.
--“Si
quieres ser camarero,
te
vas, deprisa, a Amarauto
que,
por impartir los cursos,
han sido
subvencionados
con
unos cincuenta mil
y
ahora están matriculando”.—
Justino
cogió el petate
y se
marchó por lo rápido
a
matricularse en curso
que
impartiría Amarauto.
Al
llegar vino a encontrar
un
triste ujier, dormitando,
en una
sala vacía
donde
había un encerado.
--“Perdone,
muy señor mío,
si
acaso le he despertado;
vengo
a matricularme
en
curso subvencionado”.—
--“El
cupo ya está completo
y el
curso ya está cerrado”.--
--“Pero
si fue anteayer
cuando
ustedes convocaron”.--
--“Las
matriculaciones son
cosa
de Alfonso Tezanos;
él se
va hasta la Almudena
y
ficha los empadronados;
parecen
que son millones
los
residentes en paro.
¿Ves
este montón de fichas?
Son de
los matriculados
y he
de hacer la relación
para
así justificarlos
y
subvencionen, sin pegas,
a Don
Alfonso Tezanos.”.—
Justino
miró una ficha
y se
quedó asombrado.
--“Este
alumno no vendrá;
éste
es mi abuelo Lisardo”.—
--“Pero…
¿Está parado, o no?.—
--“Parado
y muy ahuesado;
quince
años lleva ya
debidamente
enterrado”.--
--“Eso
es lo que pasa siempre;
pienso
que son unos vagos;
se
inscriben y no acuden.
Así se
ahorran los gastos
y todo
es el beneficio
que se
reparte Zedanos
con
Víctor Porta Chacón
y la
Susana Granados
que es
su esposa, muy chupona
y que a
nada le hace ascos.
A mí
me paga seiscientos
y,
para que esté callado,
cada
cuatro o cinco meses
me
apoquina un aguinaldo”.—
--“Entonces…
¿Por qué me cuentas,
si en
esto has de estar callado?”.--
--“¡Amos,
anda! Que se joda
y
termine en un juzgado”.--
--“Pero
esto es latrocinio,
es un
robo descarado;
apañar
las subvenciones
y
tener todo amañado
para
no formar a nadie
y
ahorrarse todos los gastos”.--
--“Así
funcionan las cosas.
Un
listo muy avispado
dijo
que con formación
se
puede anular el paro.
Fue un
invento de la hostia,
porque
Europa y el Estado
picaron
en el anzuelo
y dan
millones a pasto.
Solo
es pecata minuta
el
montaje de Tezanos;
los
millones a paladas
los
llevan los Sindicatos.
Éste
es un negocio inmenso
y no
es cosa de pazguatos.
Los
cursos son chollo padre
para
quien sabe explotarlos”.—
--“ Y…
¿Por qué me cuentas esto?”.—
--“Diez
meses sin aguinaldo”. —
Justino
quedó perplejo,
confuso,
pero enterado
de
cómo funcionan cursos
para
formar los parados;
a fin
de cuentas, no importa
pues
seguirán en el paro,
por
muchos cursos que hagan
no
encontrarán un trabajo.
Y,
tras cagarse en los muertos
de la
familia Tezanos,
Justino
cogió el petate
y
regresó por lo andado;
como
el gallo de Morón
volvió
al botellón y al paro.
(Madrid 14 de Marzo de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario