martes, 15 de octubre de 2013

ROMANCE DE LOS JUSTICIEROS

Por las calle de Sevilla
cabalgan los justicieros
sobre briosos insultos
en que son jinetes diestros;
los unos, comisionistas;
los otros, son ugeteros;
tanto unos como otros
honrados a cuerpo entero;
pues hace más de cien años
lo honrado es ser izquierdo.
Paladines de Justicia;
defensores del obrero
al que meten en los ERE
porque aporta más dinero
un obrero que va al paro
que otro que se queda dentro.
Es cuestión de comisiones
de Empresas, de Guerrero,
de Vitalia, de abogados,
y de esos interfectos
que pagan porque las huelgas
se queden en el intento.
Si todos sueltan millones,
¿por qué dejar de cogerlos?
Ellos buscan “Paz Social”
con trabajos y desvelos
y es preciso reponerse
con marisco marinero,
que el desgaste de su lucha
deja enflaquecido el cuerpo,
como le pasa a Pastrana
que se ha quedado en los huesos.
Por las calles de Sevilla
cabalgan los justicieros
jinetes de las protestas;
las cabalgan como expertos,
que treinta años protestando
vino a ser un buen entreno.
Hoy insultan sin banderas
porque vienen  de discretos
a poner cerco a la Audiencia
ya que está la jueza dentro;
imputa a sindicalistas
y esto es crimen horrendo;
el socialismo es honrado
pues integra a los íntegros.
¿Cómo un chorizo zurdo
puede robar con  derecho?
Inquina de Juez franquista
que, con un odio tremendo,
se toma al sindicalismo
por el pito del sereno.
Por las calles de Sevilla
cabalgan los justicieros
briosos gritos mayores
como son los improperios.
Ellos, doctos en justicia,
en los derechos obreros,
derechos de liberados
y en ciudadanos derechos,
no admiten en la justicia
enjuagues ni mangoneos
que usa la Juez Alaya
imputando a compañeros,
que lucharon en los ERE
sacando tajada de ellos;
ya que el trabajo se cobra
y aquí paz y después cielo.
En el cerco de la Audiencia
los valientes justicieros,
por amor a la justicia
que defienden con esmero,
se revientan las meninges
en alarde vocinglero;
no han traído las pancartas
porque vienen de discretos
armados de griterío,
de insultos y denuestos;
no quieren que les critiquen
ni les tomen por violentos.
--“No admitimos el fascismo
de una juez que, en estos tiempos
de honradez y democracia,
impute a los compañeros
de chorizos y mangantes
con lo honrados que son ellos;
solo han hecho lucha justa
por los derechos del Pueblo”.--
Así gritaba la Angustias
con vocerío tremendo
y se rasgaba la blusa
mostrando sus gordos pechos.
--“¡Fea, puta, hortera, facha!”.--
Grita el liberado Anselmo
cuando Mercedes Alaya
pasa, con rostro impertérrito,
el pasillo que los guardias
abren por romper el cerco.
--“¡Facha, chula, presumida,
bien vestida y todo eso!”.--
Le dice Almudena Grandes,
mientras se mira al espejo,
envidiando su belleza
y viéndose de adefesio.
Los “artistas de la ceja”
siempre han sido un tanto feos.
Así, piafando y piafando,
montan escrache tremendo
y todo es algarabía,
todo es barullo y estruendo
a la puerta de la Audiencia,
mientras que la Juez Alaya
imputa a sus compañeros.
--“Si somos inimputables…
¿Por qué tanto atrevimiento
el de esta fea indecente?”.--
Vociferaba Emeterio
y coreaban la gracia
la banda de justicieros.
Compraron a Ada Colau
los sus escraches, por cientos,
y piensan escrachear
a más jueces y al Gobierno.
El Gobierno, que está en gili,
subvenciona a estos mastuerzos
pa que sigan sus escraches
porque son muy justicieros.
Como están de liberados,
por no quitar el empleo
a quien desea currar
pa mantenerles el sueldo,
escrachean a la juez
en sus ratos de recreo
ya que, a veces, se aburren
y le dan trabajo al cuerpo.
Liberados intocables
que ejercen de justicieros;
luchadores contra el paro
ya que regalan sus puestos
de producción en la Empresa
a otros sufridos obreros.
La verdad es que esta España
es un puto cachondeo.


       (Calpe, 13 de Octubre de 2013)

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