jueves, 17 de octubre de 2013

ROMANCE DE CATALUNYA CAIXA

Hurgas en todas las Cajas
y te encuentras eruditos
con elegantes corbatas;
pero, en realidad, chorizos
que, asistiendo a los Consejos,
maman unos dineritos
propiedad de impositores
que puede dar por perdidos
cuando la Caja se quiebre
y se queda hecha añicos.
En realidad, son personas
que estaban de directivos;
que conocían la ruina
en la que estaban metidos
y cambiaban los informes
por otros más florecidos;
justificaban ganancias
cuando ya estaban molidos
por unas deudas enormes
que, entre flautas y los pitos,
cubrían con gruesa manta;
por algo eran eruditos.
Fue circunstancia común
ver en las Cajas metidos
a chorizos elegantes
que, entre sorbido y sorbido,
saciaban su propia sed
y se quedaban ahítos
por, si acaso, en el futuro
venían tiempos jodidos
y sus familiares fuesen
al garete o al garito;
a fin de cuentas trataban
de ir aumentando, a poquitos,
(también, puede que a lo bestia
que es mucho más rapidito)
el fondo de sus pensiones
y vivir en paraíso.
Cuando entraron en las Cajas
las tomaron por cortijos;
unos y otros actuaban
como vulgares chorizos,
llevándose cantidades
que dejarían sorprendidos
a Onassis o al Aga Kam
y más al pobre Agapito.
Cuando un barco se hunde
el capitán, si es un listo,
arrampla la caja fuerte
y pone a su amante un piso;
ya que la coña es la coña
y el encoñe no es delito.
Vemos Catalunya Caixa,
uno más de estos cortijos,
que presidió Narcis Serra,
entre nosotros, Narciso;
persona sobresaliente:
González le hizo Ministro
y Vice, por su valía
de personaje exquisito.
Aun, pareciendo un mindundi,
era fenómeno el chico
como maestro pianista;
en Consejo de Ministros,
tocaba un “Para Elisa”
por tener entretenidos.
Aún se ignora si la Elisa
vino a escuchar a Narciso,
pero escuchaban González
y un manojo de Ministros.
El fiscal dice que Serra,
o séase, Don Narciso,
para aumentar patrimonio
se puso un buen sueldo fijo
a más de gastos de dietas
de los que quitan el hipo.
¿Consejeros de la Caixa?
Cincuenta y cuatro individuos
que deglutían la pasta
y aconsejaban con trinos ,
ya que allí, con tanta gente,
pensar algo era hacer ruido.
Nadie sabe cómo entraron
en Cajas tantos chorizos:
unos, entran de botones;
a otros, meten los amigos;
a algunos, los Sindicatos
y, a otros, meten los Partidos;
pero, en cuanto se arrejuntan,
vienen a hacer piña y pino
y viven de puta madre
mamando de sus cortijos.
Los de Catalunya Caixa
recogieron, como alijo,
la Tarragona y Manresa
y se pasaron de listos
al meter de las tres juntas
cincuenta y cuatro chorizos.
De momento, se pusieron
unos sueldazos gordísimos.
Así habló Adolf  Todó
a los que estaban reunidos,
como consejeros hábiles
y excelentes directivos:
--“Si ya la ruina es enorme
y de aquesta no salimos,
pensemos en el aluego
donde está nuestro destino;
si ahora aumentamos la deuda,
a lo puta y a lo fino,
conseguiremos que el FROB
cubra nuestros desatinos.
Forremos nuestros riñones
por si luego viene el frío.
Yo, a mi sueldo variable
quince por ciento le aplico
y pasa a ser un cincuenta
lo que era un treinta y cinco.
Ya llevo aquí veinte meses;
me firmo de finiquito
cuatro millones redondos
y, para un futuro rico,
me firmo un plan de pensiones
de ocho millones y pico;
como soy el Presidente,
lo firmo porque lo firmo”.—
Tras él, vino a hablar Massana;
escuchemos lo que dijo:
--“Como adjunto de Todó,
ya lo tengo decidido:
en variables subo un diez
y dejo en cuarenta y cinco;
en pólizas de pensiones,
por si el futuro es jodido,
un millón más setecientos,
me firma Todó y yo firmo;
para algo estoy, de adjunto,
a su riñón adherido”.--
Después habló Lluis Gasull;
escuchemos lo que dijo:
--“Como autor de esta fusión,
demostrando que soy listo,
como ex director adjunto
quiero llevarme un pellizco;
siete millones de euros
y cuatrocientos, de pico.
No me iré a la puta calle
pa trabajar de mendigo”.--
Narcís Serra presidía
con su cargo honorífico;
al carecer de salario
se puso dietas de rico
y, por ir a algún Consejo,
puso ciento treinta y cinco
en miles más setecientos,
anuales, como fijos.
Después se aplicó un salario
por no irse de vacío:
doscientos sesenta mil
vino a aplicarse Narciso
por asistir a reuniones
de Presidente Honorífico.
--“ Para arruinar una Caja
estas cosas son delito”.--
Dicen que dijo el Fiscal
y, en realidad, sí lo dijo.
En su Sala espera el Juez
esta riestra de chorizos.
      (Calpe, 4 de Octubre de 2013)


No hay comentarios:

Publicar un comentario