lunes, 21 de octubre de 2013

ROMANCE DE LA FOMENTADORA

Sube, que sube, que sube,
trepa, que trepa, que trepa,
escaló la Malenita
a las cumbres más excelsas
de economía y política;
siempre mamando la teta
de los Presupuestos Públicos;
eso sí, con gentileza
ya que es muy  comedida
y nunca dolió las prendas
al demostrar Malenita
su vacío de cabeza.
De vez en cuando, este mundo
recibe, con gran sorpresa,
un ente privilegiado;
lo que se dice una estrella.
Fuera un quince de Febrero;
mil novecientos cincuenta
y dos más, que habían pasado,
si echamos bien las cuentas.
En San Fernando de Cádiz
se ocupaba la partera
atendiendo a una señora
que hacía de parturienta
y, como había roto aguas,
en cama se abrió de piernas.
Apenas tuvo trabajo
ese día la partera
pues era una niña “lista”
la que asomaba cabeza
y, al ser un tanto volátil,
se escurrió entre las piernas.
La comadrona que oyó
llorase por peteneras,
cogió en brazos y exclamó:
--“¡Nos ha nacido una estrella!”.--
Vino a preguntar la madre:
--“El bebé ¿es nene o nena?”.--
Contestó la comadrona:
--“Es Ministra o menestra;
me inclino por lo primero;
no tiene aspecto de berza”.--
Quedó la madre feliz;
quedó la madre contenta
ya que augurio prometía:
tendría siempre una teta
del Erario, pa  chupar
y vivir como una reina.
En las aguas bautismales
la llamaron Magdalena;
aquella agua la lavó
de pecado y de vergüenza;
del uno, tendría más;
de la otra, ni somera,
pues pa vivir de política
es sobrante la vergüenza.
Ya, en sus años de infancia,
cuando asistía a la escuela,
en cuanto alguien presionaba
les decía Madalena:
--“¡Antes partía, que doblá!”--
y se quedaba tan fresca.
Le gustó tanto la frase
que la mantuvo de enseña
y la pronuncio en las Cortes
con coraje y desvergüenza.
En la Autónoma estudió,
en trece años, dos carreras:
las Ciencias Empresariales
y Economía a conciencia.
Si aprendió o no aprendió,
es cosa que aún no demuestra;
no lo ha necesitado
para subir su escalera.
Fue educadora, a distancia,
por no conceder presencia
y la meten en la Junta
de Consejera de Hacienda;
como pretendía Fomento,
en cuanto puede fomenta
y se hace fomentadora
la muy ilustre Magdalena,
fomentando a su marido
hasta una presidencia.
Azafata Honoris Causa
nombró la Aviaco a Malena;
cuatrocientos cuarenta y cuatro
viajes gratis, por la jeta,
fue los que hizo la andoba
en cuatro años apenas.
Hoy se celebra un combate
en el ring de propia Audiencia
en el peso de los gallos
según anuncia la prensa:
dos mujeres correosas
se enfrentan entre las cuerdas.
La una, con Ley en puño;
la otra, con no recuerda.
--“Cómo voy a saber todo;
yo firmaba en mi mesa
y no iba a leer papeles
de cosas que no interesan”.--
--“Diez años estuvo usted
en Consejería de Hacienda
y vino a tejer un nido,
cual laboriosa cigüeña,
para llenar de reptiles
sin llevar, siquiera, cuenta
de los reptiles que entraban
ni los que tomaban puerta;
ya que cubrió, de antemano,
con una manta muy densa,
ocultando a inspecciones
y a Tribunales de Cuentas”.--
Fue un buen directo al mentón
dado con la mano diestra
y, dando tumbos, Maleni
se vino contra las cuerdas.
Le responde con no-sé.
--“¿Quién con el tiempo recuerda
los papeles que firmó
en una larga carrera?
Yo firmaba muchas cosas
y firmaba sin leerlas;
que yo era muy importante
para andar con bagatelas
y ojeaba los papeles
con total indiferencia.
Eran de mi confianza;
no eran personas ajenas
las que traían papeles,
para firmar, a mi mesa”.--
Así siguió este combate
que relatará la prensa.
Puñetazos al mentón,
puñetazo a la cadera
y Maleni respondía
al golpe con no recuerda.
Así, en el primer combate,
si llevamos bien las cuentas,
gana a los puntos Alaya
y lo pierde Magdalena;
pero habrá otros combates
dignos de tener en cuenta.
El combate es inicial
y se avecina tormenta.


       (Calpe, 9 de Octubre de 2013)

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