jueves, 20 de octubre de 2011

ROMANCE DEL FUTURIBLE ( iii )

--Ayer me decías que ibas todos los días a Carrefour.

--Es cierto, Gaudioso, pero no voy por flautas, que conste.

--Ni por pitos, por descontado. ¿Cuánto te pide Carrefour por un kilo de manzanas?

--El precio de las manzanas es un precio evolutivo con unas reacciones muy incongruentes, como el de casi todos los productos del campo. Ayer el precio de las manzanas Golden era de 1´85 euros el kilo.

--O sea, Eloy, 307 pesetas el kilo. ¿Qué precio solían tener cuando hacías la compra en pesetas, hace unos nueve años?

--Lo recuerdo perfectamente, como el precio de muchos productos básicos, como el café, las naranjas, las patatas, etc… El precio de las manzanas Golden oscilaba entre las 60 y 65 pesetas; aunque en ofertas, que eran frecuentísimas, andaban por las 45 o 50 pesetas. Esa es la puñetera realidad de aquel entonces.

--O séase, Eloy, que Carrefour te  ha subido estos nueve años, sin tener en cuenta las ofertas, la friolera de un 411% las manzanas de referencia. ¿Te han subido a ti, en este tiempo, un 411 % la pensión?

--¡No jodas! Cobraría, a día de hoy, más que Leire Pajín. Esa realidad le cabrearía, sobre manera, al propio ZP. Los números no encajan, Gaudioso. Sería como sumar peras con manzanas, que decía la ministra. No puedes comparar salarios o pensiones con precios de mercado; te cargabas el IPC, de momento.

--Pues esa es la puñetera realidad. ¿Cómo no van a pasar hambre en casa de un mileureista, casado y con dos criaturas a las que alimentar? Y… ¿En casa de un parado de larga duración con 400 euros de subsidio por hacer un curso de capacitación de tres meses? Son carne de colas en Caritas, para comer. Así está España, Eloy; y estamos hablando de un primer mundo, ¡Coño!

--Tienes razón, Gaudioso; ésta es la verdadera situación a la nos han traído los dichosos progresistas. Un progreso verdaderamente escandaloso; no sé cómo aguantamos tanto progreso, la verdad.

--La puñetera verdad es que las Cadenas de Distribución hacen siempre el agosto: pagan lo mínimo y cobran lo máximo; los márgenes comerciales son asombrosos: pagan las manzanas a 30 céntimos y nos las venden a 1,85. Margen comercial, la rehostia, que te lo digo yo. Y tú, colega, como todo el mundo, de paganini y sin rechistar o no comes. Y esto, mientras puedas; después a las colas de Caritas para comer, como tantos y tantos.

--Es que hay que comer, Gaudioso, como tú no comes…

--La verdad, Eloy, es que, cuando Dios nos envió a este mundo, nos hizo la gran putada. Tú fuiste más generoso con migo cuando me concebiste en unos folios. ¡Muy agradecido, coño!

--¿A qué te refieres?

--Al simple hecho de hacerme sin estómago. ¿Te parece poco? El estómago es la gran putada de Dios con los seres vivos. Es la raíz de todos los males que nos afectan. La verdad es que, cuando el humano se encuentra en el útero materno y le vienen las ganas de salir a la luz, que se dice, tenía que estar advertido de las cosas importantes; podría dejar el estómago, como por olvido, entre los pliegues de la placenta. El estómago, Eloy, solo es bueno para los ricos con buen apetito y posibles; para los pobres es un castigo divino que, a lo mejor, ni se merecían. Claro que, como consiga la Presidencia de la FAO el “gordito”, a lo mejor acaba con el problema y todos felices, sobre todo ZP que se está gastando lo que no tiene para dejarle colocado.

--No se trata de un empleo, Gaudioso, se trata de un chollo cojonudo.

--¡Ya! La diferencia es que los empleos se ganan y los chollos te los tienen que regalar amigos o parientes bien situados.

--Sí, Gaudioso, como es el caso.



ROMANCE DEL FUTURIBLE  ( III )



Zapatero está dolido

por haberle dado puerta

y le pone a su servicio

un falcon, por nuestra cuenta,

pues le rebosa el dinero

en las arcas de su Hacienda.

Total, con lo que se ahorra

con las pensiones a dieta,

se pagará el queroseno,

pilotos, sueldos y dietas;

a más, una comitiva

de mangurrios y caretas,

que van a ser asesores

de lo que ignore la prenda.



El gordito corre el mundo,

con gastos a nuestra cuenta,

e irá comprando los votos

con los dineros de Hacienda

que es un dinero de nadie,

cual Carmen Calvo dijera:

una Ministra, muy lista,

justificando sus cuentas;

reclamación al armero

que es maestro en esta ciencia.

Total, con lo que se debe,

es un gasto de miseria

y hará a un “gordito” feliz

quien lleva la presidencia;

que un hombre con su talante

no ha resquemor de conciencia.

El visitará gobiernos

muy diversos en la tierra

y la amplia comitiva

(aquí comida, allí cenas,

regalitos por doquier

y engorde de faltriqueras )

irá comprando las votos.

El pueblo paga las cuentas.



Mira, si al final, no sale

con la sutil ocurrencia,

no pasa nada, español;

se corrieron la gran juerga

el gordito y sus mesnadas.

Los gastos a nuestra cuenta.



        (Madrid, 25 de Marzo de 2011)


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