lunes, 6 de abril de 2015

ROMANCE DEL OLIMPO DE JUBILATAS

En el Olimpo divino
de los dioses jubilados
se montó un gran congreso
para ver si los humanos
andaban por sendas rectas
o pisando los sembrados;
cuestión que no es baladí
si se esperan resultados
de cosechas razonables
o solo desaguisados.
Júpiter miraba a Iberia;
contaba los cabreados
con las conductas políticas
de gobierno, sindicatos,
chorizos suma cum laude,
y muchísimos parados.
Era mucha la basura
que inundaba los sembrados
y así, ni crecen las plantas
ni las hierbas en los prados;
raquíticas las verduras
y los pastos del ganado.
Entre dimes y diretes
tomó la palabra Baco:
--“Puede que el cabreo venga
de derechos recortados,
de promesas incumplidas,
de fraudes masificados,
de sinvergüenzas de Gürtel,
de púnicos de Granados,
de que siempre le tocase
la lotería a un tal Carlos,
el que hizo un aeropuerto
para cigüeñas y pájaros”--.
--“También podría venir
de los millones robados
en Eres y Formación:
millones de los parados
y que, entre pitos y gaitas,
a muchos beneficiaron
pero chincharon  a más
que permanecen en paro”--.
Tomó Júpiter palabra
atusándose el mostacho:
--“Los Eres no pueden ser,
ni los cursos concertados;
podéis escuchar a Sánchez
hablando desde el estrado
y solo acusa a Rajoy
de su cajero bastardo,
de los robos de Correa,
de apaños de Granados,
de los tres trajes de Camps
y las riquezas de Carlos;
por cierto, que todos ellos
ahora están encarcelados
y Bárcenas, con permiso,
está en la nieve esquiando.
Por otra parte, sabemos
los divinos jubilados
que la virtud es de izquierdas;
de derechas los pecados.
Nos repite Zapatero,
el último que ha llegado
procedente de las Babias;
sin duda, equivocado,
pues, aunque cobra pensión,
cobra en Consejo de Estado”--.
Así respondía Júpiter
y se atusaba el mostacho.
A Júpiter le sorprende
que un partido de novatos,
con muchas promesas vacuas
y principios trasnochados
de un comunismo obsoleto
que nunca dio resultados,
coma el coco a tanta gente
que se alistan de ganado
y, al tic-tac de los cencerros,
pisoteen los sembrados.
--“Esos dejarán España
(vino a comentar Vulcano)
lo mismito que está Cuba,
que están norte coreanos,
lo mismo que Venezuela.
Esos sí están cabreados,
pues, viviendo en país rico,
andan de depauperados;
pero si piden en paz
llegan a ser disparados.
Si es que el comunismo es régimen
donde mandan los colgajos
de quien dispone de fuerza
con ejército a su mando;
la libertad de las gentes
es exiliada al carajo”--.
Venus, con la su hermosura,
también hizo un comentario:
--“Ese pueblo no escarmienta.
No escarmentaron con  Franco,
que, hasta en su historia moderna,
la  dictadura  borraron”--.
Júpiter llamó a Mercurio,
el dios de los pies alados,
y, como era costumbre,
le encomendó su recado:
--“Búscame a Zapatero,
el último que ha llegado
procedente de la Babias;
ése, acaso sepa algo”--.
--“¿Zapatero?... ¿Zapatero?...
¿El diosecillo nefasto?”--.
--“El mismo que viste y calza;
ese casi jubilado
que cobra un subsidio horondo
y del Consejo de Estado.
(¿Qué coño aconsejará?
susurraba por lo bajo).
Ahora anda con Moratinos
montando negocios varios.
Ya sabemos que es babieco;
pero puede aclarar algo”--.
Se presentó Zapatero
con singular desparpajo;
se abalanzó sobre Júpiter
dándole un fuerte abrazo;
vino a imaginarse en Cuba
saludando a Raúl Castro.
--“Hola, colega.  ¿qué tal?
Vengo porque me has llamado.
--“Tú, que eres zurdo cerril,
¿puedes aclararme algo?
Miro a España y veo huestes
que va alistando un “venao”
con las proclamas de Lenin.
A Chaves asesoraron
y le hizo más daño al pueblo
que una vaca en un tejado.
¿Qué esperan del populismo?
Sé que hay muchos cabreados;
pero echan culpa al Gobierno
de lo que tú has montado.
Para recortes, los tuyos
que les dejaste doblados;
y, encima, tú ocultaste
un déficit inusitado;
tú mentiste a Bruselas
y mentiste al pueblo llano
y ahora estás en nuestro Olimpo,
diosecillo jubilado,
cuando deberías estar
largamente encarcelado”--.
--“Yo declaro mi inocencia.
Yo  no estaba preparado;
la culpa es de los listillos
que hasta el Gobierno me auparon”--.
--¿Son populistas o no?
Quieren destruir las castas,
y ellos ya están encastados;
solo hablan de arrasar,
pero no de construir algo”--..
--“No, son chicos inocentes
que duermen al cielo raso;
viven, sin techo ni suelo,
en un total desamparo
y montan su propio cielo;
socialdemócratas claros.
Yo lo pude comprobar,
cuando estuvimos cenando
en casa de Pepe Bono.
Son unos buenos muchachos”--.
--“Mira que eres destructivo,
diosecillo jubilado,
arrasaste tu país,
y dejaste malparado
al partido socialista;
no lo consiguió ni Franco”--.
Dijo Júpiter Tonante,
atusándose el mostacho.

     (Madrid, 28 de Marzo de 2015)


3 comentarios:

  1. ¡GENIAL!
    ¿Quién es el autor?, porque me encantaría poder compartirlo.
    Saludos cordiales

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  2. Yo, Eloy Sagüillo Rodríguez, soy el autor de este Romancero; no tengo ningún inconveniente en que puedas compartir; Un besazo Julia. A tu disposición siempre.

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  3. Es gracioso y comparto todo lo que expresa, salvo que orondo no tiene hache.

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