San José de
Calasanz
es Patrón de la
enseñanza;
creó la primera
escuela
con ideología
cristiana;
le preocupaban
los niños;
le preocupaba la
infancia,
cuando solo
niños ricos
acudían a las
aulas
y se quedaban
los pobres,
después de hacer
sus trastadas,
pululando por
mercados
para hurtar una
manzana,
una riestra de
chorizos
o alguna que
otra hogaza,
saliendo, luego,
por pies
para conseguir
distancia
y poder, los
pobrecillos,
llenar un poco
la panza.
Niños, que eran
rapa bolsas;
niños, arrebata
capas
o lazarillos de
ciego
o recaderos de
damas;
niños que serían
después
las acémilas de
carga,
criados de los
señores
o esgrimistas de
la azada;
niños con futuro
oscuro
y huérfanos de
esperanza.
Fue el Padre
Calasanz
a quien preocupó
la infancia;
les sacó de
picarías
para meterles en
aulas;
así tendrían
futuro
en el día de
mañana.
Por esa razón le
hicieron
en Roma Persona
Santa,
merecedor de oraciones
y Patrón de la
enseñanza.
Pero Francisco
Granados
le birlará la
peana,
pues, como se ha
demostrado,
es monstruo de
la enseñanza,
es creador de
colegios,
es protector de
la infancia,
es destructor de
incultura
y padre de
concertadas.
Enseñar al que
no sabe,
en la religión
cristiana,
es obra de
caridad
con que se lavan
las almas
y se muestran
impolutas
en sociedad
ciudadana.
Cuando alcalde
en Valdemoro
tuvo visiones
extrañas
de ángeles
protectores,
como ángeles de
gurda;
le propusieron
ideas;
Nacho las vio
como santas
las ideas y los
planes
sobre escuelas
concertadas.
Un ángel fue
Marjaliza
en quien Nacho
confiaba
desde niños; en
la escuela
siempre
compartieron aula
y, para un
hombre de honor,
es una amistad
sagrada
el afecto que
perdura
en madurez,
desde infancia.
Alfonso Ferrón
del Río
fue otro ángel
de la guarda
con promotora
Aldefel,
que cubría como
una ala
y ocultaba los
pecados
y los millones
tapaba.
La cosa era tan
sencilla
que los tres
vieron diáfana.
En la primera
reunión
fue Marjaliza el
que hablara:
--“Convences al
Consistorio
de que la obra
es humana;
es social,
porque lo es
tratándose de
enseñanzas,
la formación de
los chicos
a horizontes del
mañana”--.
--“Habrá
rentabilidad?”--.
Preguntó Nacho, con guasa.
--“Si lo
organizamos bien,
a lo puta, que
se llama,
puede ser un
gran filón
del que sacar
mucha pasta.
Convences al
Consistorio
de que la obra
es humana;
es social,
porque lo es,
tratándose de
enseñanza,
de formación de
los chicos
a horizontes de
esperanza”--.
Le dijo Alfonso Terrón
a Granados que
escuchaba.
--“Tú me
consigues terrenos
de parcelas muy
baratas;
yo consigo
profesores
para que
inviertan la pasta
y le paso a
Marjaliza,
que me hará
facturas falsas,
más o menos un
millón
por escuela
concertada”--.
--“Digo yo que
esas facturas
estarán
justificadas”--.
Le comentó
Marjaliza
que en este
punto dudaba.
--Facturas de asesoría,
que es fórmula
muy usada
por los hermanos
Pujol
que asesoran de
palabra
y han cogido
millones
lo que se dice a
paladas”--.
--“Siendo así,
estoy de acuerdo
pues lo
importante es la pasta;
luego le paso a
Granados
la mitad que
está acordada
y tú obtienes
beneficios
de las obras
terminadas”--.
Así, tres
santificables
emprendieron la
jugada.
En el curso de
unos años
ya tenían
terminadas
sus diez y nueve
en Madrid
más otra en
Murcia lejana.
Con estos veinte
colegios
Se mamaron una
pasta
bestial, que
dicen algunos
y otros dicen
pasta gansa.
Pero España es
como es,
más que madre,
una madrastra
y en lugar de
traspasarles
de Calasanz la
peana
por tantos
colegios hechos,
que es obra muy
humanitaria,
les encarcela
justicia;
si es que ésta
no tiene entrañas.
Sin duda, fueron
envidias,
la inquina y la
mala baba
las que cebaron
en ellas,
siendo personas
tan santas.
Es extraño que
Granados
no produjese
granadas,
como manzanas
producen
manzanos en
pomaradas;
y bien pudo
producirlas
que imaginación
no falta
al simpático
Granados
de sonrisa
hamburguesada
(Madrid, 23 de Marzo de 2015)
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