Le llamó a testificar
a su sala el
juez Barreiro,
pues, al estar
aforado,
Viera tiene el
privilegio
de seguir
chupando Erario
durante mucho
más tiempo
que si le juzga
Mercedes
en Sevilla por
lo mesmo.
Viera lleva
varios años
de mudo en el
Parlamento;
pues no
participa en nada,
solo aprieta con
el dedo
el botón que le
señala
su portavoz. Tan
contento
de no pronunciar
palabra.
Lo mismo hizo
Zapatero
cuando era
Diputado
en el mismo
Parlamento
a lo largo de
los años
y le juzgaron
discreto
una red de
interesados
en tener un testaferro
que viniese a
dar la cara
mientras se
lucraban ellos.
Y, así, le
promocionaron
a presidir el
Gobierno.
Al ser inútil
total,
llevó el País al
averno.
Como José
Antonio Viera
en el Consejo de
Empleo
montó un “nido
de reptiles”,
que gestionaba
Guerrero,
y no le puso
controles
al Secretario de
Empleo,
éste, se
invistió Rey Midas
y doraba
compañeros,
que se forraban
a tope
con el dinero
del pueblo,
en un asunto de
EREs
que resultó un
cachondeo,
una burla a
Andalucía
y un despilfarro
tremendo.
Para hablar de
estos asuntos
le convocó el
juez Barreiro
que está muy
interesado
en conocer los
secretos
de lo que hizo o
no hizo
el Consejero de
Empleo.
Viera le comenta
al juez:
--“Yo soy un
simple maestro;
no sé de
jurisprudencia
ni cómo manejar
euros.
Yo solo sé
recoger
lo que me da el
presupuesto
y la forma de
gastarlo
era asunto de
Guerrero,
Secretario de
Trabajo.
Yo solo soy un
maestro;
trabajo en hacer
política
y en eso, dicen,
soy bueno”--.
--“ ¿Y cómo hace
política;
o también es un
secreto?”--.
--.”La verdad,
yo iba al despacho
y firmaba
documentos;
pero, es que
eran tantos
que firmaba sin
leerlos.
Yo tenía
confianza
en todos mis
subalternos;
yo pensé que lo
firmado
era siempre muy
correcto.
Entiendo en
cosas de escuela
porque soy
simple maestro;
pero no entiendo
de leyes
porque no soy
leguleyo;
y me fiaba, a
las buenas,
del Secretario
Guerrero”--.
--¿Y firmaba sin
leer?”--.
--“Es que yo
daba por hecho
que ya estaban
revisados
y todos eran
correctos;
eran todos para
ayudas
y eso de ayudar
es bueno”--.
--“Dice Mercedes
Alaya
que estuvo en el
contubernio
en que se montó
la IFA
para solapar
dinero
y quitaron los
controles
para que fuesen,
ligeros,
millones a los
amigos
son ningún
impedimento”--.
--“Yo de eso no
sé nada;
yo soy un simple
maestro”--.
--“¿Cómo que no
sabe nada?
Yo tengo aquí el
documento
que avala la
Fundación.
¿Ésta es su
firma, no es cierto?”--.
--“Es que yo
firmaba todo;
pero todo, sin
leerlo”--.
--“Firmar sin
leer. Política,
que asegura ser
su empleo.
Es que estar y
no ejercer
viene a ser
chollo tremendo.
De lo que
hicieron sus hombres
es responsable
directo;
ya que un cargo
superior
ha
responsabilidad, me temo.
--“Lo que yo
hice fue legal”--.
--“¿Usted me
toma por memo?”--.
--“Si la Junta
hace las leyes
y las avala el
Congreso,
ha de ser legal,
por fuerza,
lo que hagan los
Consejeros;
lo sabe hasta
Perogrullo
y yo, de simple
maestro”--.
--“Usted, hoy,
es aforado,
Diputado del
Congreso.
¿Qué política
hace allí?”--.
--“Lo que hacía
Zapatero:
cuando hay que
dar el voto
miro al
portavoz, primero,
y luego aprieto
el botón,
que me ordena,
con el dedo”--.
--“Ya me tiene
anonadado.
¿Y por eso cobra
el sueldo?”--.
--“Lo normal, es
mi trabajo
en el servicio
del pueblo.
Pero yo lo veo
escaso;
cobran más los
europeos”--.
Cansado de
desvergüenza,
le despidió el
juez Barreiro:
--“Vaya con
Dios, alma cándida;
que le llamaré
de nuevo,
cuando escuche a
los demás
y haya formado
criterio”--.
Salió Don
Antonio Viera
del juzgado tan
contento;
el juez, ni le
dio dos hostias
ni le envió a un
encierro.
Fuera, esperaba
la prensa
y escúcheme lo
que oyeron:
--“El juez creyó
lo que dije:
el culpable es
Guerrero,
aunque sea un
hombre jovial,
ni drogata, ni
putero,
como declaró a
Mercedes
en su preciso
momento”--.
Aquí paz y
después gloria
y Antonio Viera
en su cielo.
¿Entrará sincero
al trapo,
más tarde, en
segundo tercio;
o habrá de
aplicarle el juez
las banderillas
de fuego?
(Madrid, 15 de Abril de 2015)
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