--“No hay redes
clientelares
en ésta, mi
Andalucía.
Yo digo que son
infundios,
que son pérfidas
mentiras,
que son trolas,
que son bulos
tejidos por la
perfidia
de los malvados
peperos,
que se nos
mueren de envidia
al ver a los del
PSOE
gobernando
Andalucía;
pasarán de los
cuarenta
y podrá ser de
por vida.
El progreso es
el progreso
y progresa
Andalucía
año, tras año,
tras año;
lo confirman
estadísticas.
Aquí come todo
el mundo
y toma alguna
bebida:
unos, se hartan
de cigalas
si son miembros
ugetistas,
reyes de las
mariscadas
y del champán
por bebida;
otros beben
Lanjarón
que es una agua
exquisita
y, por lujo, la
acompañan
media docena de
olivas.
Andalucía
progresa
y progresa a
ojos vista;
no hay más que
ver el folclore;
no hay más que
ver la alegría
con que bailan
sevillanas
en las Ferias de
Sevilla.
Esta tierra es
especial,
es de María
Santísima
que reside en el
Rocío
para darnos
romerías”--.
Así decía a las
gentes
la líder Susana
Díaz
por los pueblos
y ciudades
de toda la
Andalucía;
la campaña es la
campaña
y hay que ganar,
cada día,
los votos y
confianza
pal gobierno
progresista,
porque el alma
del progreso
tan solo es
Susana Díaz.
Susana es la
transparencia,
la de la honradez
prístina,
la creadora de
empleo,
la gloria de
Andalucía;
ella no salta la
ley
aunque se juegue
la vida
y expulsará de
Partido
a quien nombre
la justicia;
menos a ciertos
amigos:
Chaves, Griñán y
Zarrías
que fabricaron
su imagen
de “Gloria de
Andalucía”;
incluso el noble
Griñán,
regalándole la
silla
vino a hacerla
Presidenta
de todita
Andalucía.
Así gobierna el
PSOE
y gobernará por
vida,
porque es la
transparencia,
la honradez y la
justicia.
En medio de la
campaña
aparece una
noticia
que a Susana no la
afecta
ya que viene
referida
a la campaña
anterior
cuando Griñán
presidía.
Un funcionario
malaje,
al que cegaba la
envidia,
vino a hacer la
grabación
y la entregó a
la justicia.
Era Irene Sabalete
en el reino de
Zarrías,
conocido por
Jaén
donde abundan las
olivas,
la Delegada de
Empleo
que a sus gentes
advertía:
--“Ahora acabo
de llegar
de nuestra
Consejería
donde nuestros
superiores
de una forma muy
precisa,
me han hablado
alto y claro
y me han dado
esta consigna:
“Podéis tener,
cada cual,
variedad de ideología
pero, en esta
campaña,
se juega Griñán
la silla
y, de no ganar
Griñán,
todos tendréis
la salida
del puesto que
ahora ocupáis
en el que ganáis
la vida.
Desde este mismo
momento
quiero ver las oficinas
lo mismo que los
despachos,
en la campaña,
vacías.
Si alguien viene
por aquí,
viene por su
despedida.
Olvidaros del
trabajo,
del deber y la
rutina;
todo eso puede
esperar;
vuestro trabajo
estos días,
que van a ser de
campaña,
será de
proselitistas.
Discípulos de
Jehová
con la Biblia
Socialista.
Os quiero casa
por casa,
propagando esta
misiva:
Si no votáis a
Griñán
se arruinará
Andalucía,
que en PSOE está
el progreso
y en el PP está
la ruina”--.
Con el mayor
desparpajo,
como asunto de
rutina,
les dio Irene
Sabalete
las
instrucciones precisas:
--“A los
enfermos diréis
que pagarán
medicinas
en el momento
preciso
que Griñán
pierda su silla.
Se terminarán
las becas
que tienen hijos
e hijas.
Se acaba el
cobrar un año
por trabajar veinte
días;
fue un regalo de
Felipe
porque era
progresista
y quiso matar el
hambre
que asolaba
Andalucía;
Él vino a montar
el PER
como seguro de
vida.
En cada cual, ya
veréis
su situación
precisa;
o votan al
socialismo
o se fastidia su
vida”--.
En democracia
han montado
un régimen
socialista
que a dictadura
de Franco
la ha dejado muy
chiquita;
y les funciona,
carajo,
como al régimen
franquista.
A él, treinta y
siete años;
Al PSOE, de por
vida.
(Madrid, 10 de Abril de 2015)
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