lunes, 13 de octubre de 2014

ROMANCE DE CHOLLOS-CAJAS

Desde que empezó este juego
que, unos, dicen democracia;
otros, merienda de negros
y, algunos partidocracia,
nadie pudo imaginar
los chollos que preparaban
los primeros que llegaron
a ocupar nobles estancias,
donde existía un poder
porque ellos lo instalaban.
Dieron vuelta a la tortilla;
como la descojonaran,
ellos cogieron los huevos
y al pueblo dieron patatas.
Como un Gobierno era poco
pa enchufar tantos gualdrapas,
la tarta patria partieron
en diez y siete tajadas
y, cada cual, en su mesa
a gusto la disfrutaba
que, como eran familia,
en familia se cebaban.
Al principio, unos llegaron
con las chaquetas de pana
que era, en el mundo obrero,
el uniforme de gala.
Otros llegaron vestidos
con sus trajes y corbatas,
símbolos de clase media
y gentes acomodadas.
Otros, con hoz y martillo,
calzando sus alpargatas,
liberados de grilletes
y dueños de su palabra,
tras haber estado mudos
mientras Don Claudio mandaba.
Con su yugo y con sus flechas
en camisas azuladas
surgieron cuatro nostálgicos
que no apañaron tajada
por aquello del desdeño
y su epíteto de fachas;
no jalaron una rosca
aunque Blas Piñar gritaba
representando valores
que a nadie le interesaban.
Como ya iban siendo muchos
los que del teto mamaban
iba escaseando leche;
los impuestos aumentaban
en progresión aritmética
y el pagano se quejaba
de servicios recibidos,
porque no le compensaban.
El Pacto de la Moncloa,
do todos participaban,
hubo consenso total
para hacer la gran putada
a los salarios obreros
que al IPC se ajustaban,
valorando por igual
a los rentables que a maulas;
al ámbito productivo
se le inoculó galbana,
que el sudar o el no sudar,
al fin, lo mismo cobraban.
Además de hacer gobiernos,
Cortes y empresas variadas,
que llegaron a llamarse
empresas paraleladas,
por hacer lo mismo que otras,
pero salían más caras
al enchufar los amigos
con sueldos que son burradas.
Pero, el chollo, chollo padre,
lo pillaron en las Cajas
dirigidas por personas
muy impuestas en la Banca,
que hacían obras sociales
y, a pesar de eso, ganaban.
Estas fuentes de dinero
las vieron como unas tartas
sabrosas, a toda prueba,
y ricas, como pitanza.
Por eso, las apropiaron
y gente de confianza
partidos y sindicatos
pusieron para mamarlas:
familiares, compañeros,
gentes poco preparadas
que, en cuanto vieron dinero,
se lo llevaban pa casa,
(al fin y al cabo, lo hacían,
antes, cuando trabajaban)
no fuese a quebrar el banco
y se quedasen sin nada.
Sueldos abracadabrantes;
dietas, sin viajar ni nada;
gastos, representativos;
seguros para el mañana;
y todo esto, a lo bestia,
sin andar con zarandajas,
tiquismiquis de conciencia
o vergüenza constatada.
Así, de tanto robar
y hacer regalos a manta:
créditos a los partidos
que después les condonaban;
lo mismo que a sindicatos
que en devolver igualaban;
créditos a constructoras
así, sin más, por la barba;
eran personas amigas
y de total confianza,
que iban a crear riqueza;
después no crearon nada
por culpa de una burbuja
que la crisis reventaba.
Si eras amigo de un Presi,
de presidente de Caja
te ponían en tres días
por amistad demostrada,
sin exámenes ni leches,
simplemente, por la cara,
que el cariño y el afecto
con canonjías se pagan.
¿Qué no tienes puta idea
de balances ni de nada?
Fuera las preocupaciones;
consejeros a mansalva
te ponen pa asesorarte
como se gasta la pasta.
Montaron así el poder
en el seno de las Cajas
y, como eran profanos,
fueron aptos pa arruinarlas,
sin andarse con miserias,
totalmente por las bravas;
que hacer las cosas a medias
propio es de gentes pacatas
y, ellos, tenían poder
que los Partidos les daban.
Esta fue la champion liga
que con ZP jugaban
y, según el de las cejas,
ganaban por goleada.
Es lástima que las cárceles
no estén, aún, preparadas
para empadronar banqueros;
Elpidio metió la pata.

     (Calpe, 11 de Octubre de 2014)


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