miércoles, 15 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA

Hubo un tiempo en que el deporte
fue glorioso y casi excelso;
España ganó medallas
en mundiales y europeos;
algunas, en olimpiadas;
en fútbol y baloncesto
nuestros gloriosos equipos
acaparaban trofeos;
además de otros deportes
donde éramos punteros;
como en tenis fue Nadal;
como en el golf fuera Sergio.
Fue tanto nuestro prestigio
que José Luis Zapatero
se autonombró de Ministro,
con su aire pinturero,
y asumía los aplausos
de España y del mundo entero;
que en eso de la humildad
le gustó ser el primero;
por eso no destacaba
ni en la sensatez ni en seso.
Entre las pruebas mayores
Hubo un “maratón tremendo”
que duró más de diez años.
Se derrocharon esfuerzos
en competitividad,
cada cual, por ser primero
y colgarse la medalla
de oro sobre su pecho,
tras derrochar pasta gansa
en vez de correr kilómetros.
Y fue una lucha enconada
la maratón de banqueros
que, en personas sedentarias,
requiere de mucho esfuerzo
y son dignos de alabanza
todos los que la corrieron
ya que duró largos años
que, en correr, es mucho tiempo.
La prueba patrocinada
por Caja Madrid, primero,
y siguió patrocinando
Bankia, poniendo el dinero.
Pusieron metas volantes
en numerosos comercios
donde sumaban los puntos
y se sumaba dineros;
cada cual iba a lo suyo
ignorando al compañero.
Antes de dar la salida
Barcoj asignó los números;
dorsales, que eran tarjetas
con los números en negro
do apuntaban los controles
al pasar por los comercios,
por los grandes almacenes,
lo mismo que en restaurantes
donde reponían de esfuerzos
y en joyerías de lujo
por medidores del tiempo,
o por agencias de viajes
para aumentar los kilómetros.
Fue una maratón soberbia;
mas, corrieron en secreto
ya, que al ser solo amateurs,
no querían que los medios
alabasen a los rápidos
o criticasen  lentos.
La prueba era privada
y los puntos, un secreto;
no se molestase un  jefe
al pasarle un consejero
y le hiriese en el orgullo
que, en eso, el jefe es primero.
Algunos eran constantes
corriendo sobre el terreno
con cantidades iguales
semanales en cajeros
y, así, pellizco a pellizco,
iban aumentando euros.
Pero en las metas volantes
Barcoj y Blesa eran ciervos
con esprines rapidísimos
y veloces como el viento,
sumando más puntuación
que todos sus compañeros.
Tan solo hace dos semanas
que este maratón tremendo
nos sacó Goirigolzarri
a la luz, desde el secreto,
y les puso las medallas
que ganaron con su esfuerzo.
Medalla de Oro a Barcoj;
ganó con merecimiento
pues se anotó en el dorsal
su medio millón de euros
y, aunque le faltó un pelín,
se le pueden dar por buenos.
La Plata a Moral Santín,
cofundador del Izquierdo
partido, que dicen IU,
donde desprecian dinero;
pero en el último esprín,
con espuma sobre el belfo,
sus cuatrocientos cincuenta
mil, anotó en puntos negros.
Al recibir la medalla
con entusiasmo aplaudieron
dado que, de un comunista,
no se espera tanto esfuerzo.
Morado llegó Morado
y recuperó el aliento
en cuanto cruzó la meta
comprobándose tercero;
una medalla de bronce
le viene de anillo al dedo
a quien puntuó en mostrador,
evitando los cajeros,
porque sabía que así
los puntos son más secreto;
o sea, no dejan huella;
demostrándose de experto,
con cuatrocientos cuarenta
puntos en dorsal, muy negros,
ganó medalla de Bronce,
pues Morado fue tercero.
Con coronas de laureles
y medallas sobre el pecho,
fueron trepando hasta el podio
y los demás aplaudieron.
¡¡Loor a los ganadores!!
¡¡Loor a Grandes Chupópteros!!
Pues disecaron pezones
y hasta chuparon los cuernos.

      (Calpe, 14 de Octubre de 2014)


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