jueves, 23 de octubre de 2014

ROMANCE DE MARATÓN-BANKIA III

Cuando el COI tuvo noticias
de este maratón, tan largo
y prolongado en el tiempo,
algo así, como inhumano;
miró dorsales-tarjeta
y los puntos anotados.
Comenzaron las sospechas
de no estar todo muy claro,
pues personajes maduros
a más de poco entrenados,
que vivían de capricho
y en sistema sedentario,
no era normal que corriesen
una maratón diez años
sin sufrir un puto esguince
en un pie o en una mano,
ningún tirón muscular,
ningún calambre o lumbago
como suele suceder
en esos partidos largos
con empates persistentes,
cuando hay que prorrogarlos
y caen, cual higos maduros,
futbolistas muy entrenados.
Dudaron miembros del COI
y, algunos, mucho dudaron
como dudó manos limpias
y otros muchos ciudadanos
que hicieron reclamaciones
en la sede de un juzgado.
¿Fue una maratón honrada?
¿Fue un correr limpio y diáfano?
¿O, por el contrario, fue
un maratón con amaños?
Los puntos del tal Barcoj
los vieron exagerados,
pues un hombre de su edad
no es posible esprinte tanto
con velocidad más propia
de un avestruz o de un gamo.
Podría haber algo turbio
en un dorsal, tan ufano
que, sin reparar en barras,
hubiese ido sumando
los puntos, al buen tuntún,
con criterio poco honrado.
¿Cómo es posible que Blesa,
un gilipichi aznarado
y amigo de la Esperanza
corriese esperanzado,
con total impunidad,
pisoteando el asfalto,
como liebre perseguida
por un persistente galgo
y nunca la su conciencia
se le hubiese despertado
para decirle: “Oye, para;
que tres pueblos te has pasado
con el safari de África
y los leones cazados.
¿No ves que la gente piensa
que esos son lujos muy caros”?
Mas, la conciencia ni pío;
debía estar en letargo
por lo menos, por lo menos,
desde inicio de aznarato;
y, además, de poco uso
la conciencia coge callo.
A pesar de tanto Ritz,
consiguió llegar el cuarto
y apañó el primer diploma;
cuatrocientos mil eurazos
y otros treinta y siete mil
en mandangas y regalos.
¡Coño, con el Miguel Blesa!
Que nos salió espabilado,
si no para dirigir
sí para multiplicar  gastos.
Ramón Ferraz llegó el quinto,
justamente, tras el cuarto
y recogiendo el diploma
vino a quedarse tan ancho
con sus cuatrocientos mil
solo en un pelín escasos.
Viendo estos personajes
y los puntos anotados
sobre dorsales-tarjeta,
como se han dado más casos,
los dirigentes del COI
se vuelven desconfiados.
Les han exigido orina
por si corrieron dopados.
Se les quitarían medallas,
diplomas y demás gastos
en el caso de encontrar
en las orinas un rastro
y, como a Contador
un gran Tour le fue quitado,
les harían devolver
la leche que se mamaron.
El anti-dopin del COI
al FROB le ha interesado
y piden se pase al juez
los últimos resultados;
que son veinte mil millones
los que el pueblo ha soltado
para rescatar a Bankia
de la ruina que dejaron.
Éste es el gran delito;
por él deben ser juzgados
y encerrados, de por vida,
puesto que ya disfrutaron.

     (Calpe, 128 de Octubre de 2014)


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