Años ha, que
vengo yo
hurgado en las
profecías
de aquellos
santos profetas
que se esconden
en la Biblia,
por aquello del
ancestro
y hablar en
galimatías
las predicciones
futuras
que apenas se
entenderían;
pero, a lo tonto
a lo tonto,
éstas siempre se
cumplían.
Dijo Oseas:
--“En Belén
ha de nacer el
Mesías”--
Pudiendo hacerlo
en Bilbao,
por esa humildad
sencilla
que tiene el
Omnipotente
a predicción se
atenía.
Otro profeta,
atinado,
fue el llamado
Malaquías,
que acertaba los
futuros
mirando a la
lejanía
del tiempo,
siempre veloz.
El vio en
nuestra Andalucía,
a pesar de
cobertores
con que el PSOE
cubriría
sus asuntos
solapados,
el gran profeta
escribía.
--“Serán tiempos
de chorizos,
de mamandurrias
supinas,
en cuanto apañen
gobierno
los taimados
progresistas;
conseguirán el
progreso,
mas, solo para
familias.
Habrá hombres
poderosos,
electos con
papelinas,
con almas muy
sinvergüenzas
y las fachadas
muy finas.
Facerán cosas
tremendas
que mantendrán
escondidas;
no vengan,
después, los jueces
dando hostias a
porfía.
Perdurarán
muchos años
con esa
sabiduría
de mangonear
rebaños
y arrimarse las
sardinas
a las ascuas
familiares
por dejarlas
doraditas.
Los unos, serán
chupópteros;
otros, serán
reyes midas
que de putos
pobretones
harán personas
riquísimas”.--
Así, hurgando
papiros,
de Arameo
traducía
palabras,
semi-borradas
por siglos y la
desidia;
pero, con tiempo
y paciencia,
maltratando mis
pupilas
y estrujándome
el caletre,
comprendí a
Malaquías.
Él dibujó un
rostro ancho,
como del Barça
la insignia,
mangoneando
chanchullos
con su estúpida
sonrisa,
que no viene a
decir nada
y en el rostro
se le enquista.
Vio, acordando
siete ERE,
por ser como de
familia,
con la Empresa
“A Novo Comlink”
y Chaves les
concedía
treinta y siete
milloncejos
que
Guerrero entregaría,
por disimular el
caso,
con diferentes
partidas.
A Altadis,
Tabacalera,
para reducir
plantillas,
le suelta otros
treinta y cuatro;
así, Altadis
procedía
a hacer
pre-jubilaciones
a intrusos, que los
metían
para aumentar
los parados,
raros en
Andalucía.
Estas dos
operaciones
Manuel Chaves
las hacía
porque era el
Presidente
y el poder lo
permitía.
Después, las
cubría con manta;
pues su
humildad no admitía
le lloviesen los
aplausos
por toda la
Andalucía.
Es que hay
jetas, tan humildes,
que el aplauso
les chirría.
Rebuscando en
los papiros
fui a descubrir
otras líneas
que hablaban de
un tal Griñán
y que a Chaves
sucedía
por el empuje
dedil,
ya que de urnas
huía.
Era tanta su
humildad
como falsa su
sonrisa.
Como llegó muy
manchado
de Hacienda de
Andalucía,
porque en “nido
de reptiles”
muchos millones
metía
fuera de los
presupuestos,
pues Guerrero
los pedía,
él tapaba la su
roña
con una blanda sonrisa.
Un buen día se
enteró
que Empresas en
demasía,
pa funciones
paralelas,
que, en
realidad, nada hacían,
lo mismo que
Fundaciones
sangraban
Andalucía
y comenzó a
arracimarlas;
de este modo
reducía
un buen puñado
de Empresas,
cosa en Moncloa
bien vista;
pero le dolían
amigos
y no redujo
plantillas.
Mas, llegó el
doscientos once,
año de urna y
papelinas,
y, por rebajar
el paro
que asolaba a
Andalucía,
metió mil
trescientos deudos,
por la cara, en
las plantillas.
El pueblo podría
ver
que el trabajo
se movía
y aumentarían
los votos
pa mantenerle en
la silla.
--“Griñán ya
genera empleos”--,
murmuraban en
Sevilla,
y nos llevará al
progreso;
votemos, al
progresista.
Pero Griñán, que
es astuto,
por si el chollo
no salía,
quiso enchufar a
los suyos
y asegurarles la
vida,
por si acaso y
si las moscas,
los votos se le
torcían.
La cosa así
sucedió,
mas, se unió a
Izquierda Unida
para que Arenas
no fuese
el “Presi” de
Andalucía.
Si esto no es
nepotismo
y colocar la familia,
que venga Dios y
lo vea
en San Telmo de
Sevilla.
(Madrid, 7 de Julio de 2014)
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