--“Antes partía,
que doblá”.—
Proclamaba
Magdalena
a Diputados en
Cortes
y estableció,
como lema,
esta expresión
contundente
cuando surgía un
problema.
A preguntas de
autopistas,
aeropuertos,
carreteras
que hacía la
oposición
para que
rindiese cuentas
sobre accidentes
mortales
o de pilotos en
huelga,
ella sacaba
papeles,
barajaba y daba
vueltas
con manoteos
nerviosos,
mas no veía las
letras.
Siendo una gran
parlanchina,
se trabucaba la
lengua,
triplicaba una
palabra
de la que comía
letras
y era el
discurso un barullo;
ninguna explicación
cierta:
--“Que son miles
de kilómetros
de autovía y
carreteras;
que son muchos
los pilotos
que navegan en
Iberia.
¿Me preguntan
sobre el AVE?
Son millones de
traviesas
y miles son los
kilómetros
de rail en
paralelas,
a más de cambios
de vías
y catenarias
eléctricas.
Yo digo lo que
les digo
y lo digo a mi
manera
en explicaciones
claras
con acento de mi
tierra.
Si lo que digo,
repito,
es pa que
ustedes me entiendan,
pues les veo
sesi-cortos
en cuestión de
entendederas.”.--
Lo suyo no es un
relato,
ni explicaciones
concretas;
es un divagar
constante
y un confuso
trabalenguas;
palabras
embarulladas
con las sílabas
dispersas.
--“Ni muchi-locacionada,
ni en
situaciones dispersas
puedo estar al mismo tiempo.
Quiero que
ustedes comprendan
que no puedo saber
todos
los asuntos que
me afectan;
y, si digo lo
que digo
es pa que
ustedes me entiendan.
“Antes partía,
que doblá·”
y no admito
componendas;
si pasó lo que
pasó,
culpen a la
Providencia
que no supo
estar al loro
mientras yo
hacía mis cuentas”.—
Le llovieron las
preguntas
y Maleni cortó,
seria:
--“Oigan que yo
soy Ministra;
no Diputada
cualquiera.
Mi ministró
Zapatero.
Ministreo a mi
manera
Y, a mí, dar
explicaciones…
Pues, ¿Qué
quieren? No me peta.
“¡Antes partía,
que doblá!”
Lo digo, pa que
me entiendan”.--
Maleni dejó
Fomento
que otro
mindundi cogiera
para seguir
trampeando
por la península
Ibérica.
ZP, un tanto
harto,
vino a
desprenderse de ella;
la puso de
eurodiputada
en la lejana
Bruselas;
al verla el ceño
fruncido,
la hizo
Vicepresidenta
en el Banco de
Inversiones
(un gran chollo
para ella)
y Malena, al fin
y al cabo,
vino a quedarse
contenta
que los treinta
mil, mensuales,
no gana su tía
Enriqueta,
quemándote las
pestañas,
cogiendo puntos
de media.
Un buen día le
llegaron
las palomas mensajeras
que envió la
juez Alaya
invitándola a su
Audiencia.
Llegó Malena a
Sevilla
con su sonrisa
bien puesta
y declaró su
ignorancia
a preguntas de
la jueza.
--“Yo llevo ya
tantos años
en la política
inmersa…
Compréndame,
Señoría,
mi memoria no
recuerda.
Ahora, que lo
dice Usía…
Sí, hice un nido
de cigüeña;
si allí metieron
reptiles,
el asunto no me
afecta;
yo era persona
importante
y Consejera de
Hacienda;
yo eximí de
controles
porque usasen en
conciencia.
Si me imputa,
Señoría,
demostraré mi
inocencia”.--
Maleni cogió el
petate
y se regresó a
Bruselas,
apelando
imputación
en la sevillana
Audiencia;
pensaba que allí
los jueces
la dejarían
exenta,
dado que ella en
el BEI
era
Vicepresidenta
y ganaba, por
valía,
mucha “tela
marinera”.
Muchos dimes y diretes
y peticiones
concretas
pa que dejase el
sillón
donde mácula
molesta.
--“Antes partía,
que doblá”.--
Repetía
Magdalena
y se ferraba al
sillón;
lo mismo que un
alma en pena
vaga pidiendo
oraciones,
ella mantiene
prebendas,
y el sueldazo
cojonudo
que es una
soberbia renta.
--“Están locos.
¿Dimitir?...
Esto no entra en
mi conciencia”.--
A fuerza de no
doblarse
la rígida
Magdalena
se partió y
dimitió
porque, si no,
me la echan
en tres horas,
mal contadas,
y le dan petate
y puerta;
ya que estaban
indignados
y hartos de
tanta paciencia.
Esta mujer,
orgullosa,
vestida de
prepotencia
denuncia al
mundo el acoso
de Gobierno y la
Derecha
para dar su
puesto a otro;
sin duda, a un
puto mindundi;
y a ella, que
vale , la echan
con diez mil
euros mensuales
de indemnización,
a cuenta,
y cuatro mil de
pensión
compatibles con
las rentas
pensionables que
en España
correspondan a
esta “jeta”.
Las penas con
pan son menos,
pero más la
desvergüenza.
(Madrid, 1 de Julio de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario