lunes, 7 de julio de 2014

ROMANCE DE LA GRAN CRUZADA

Cuando Rubalcaba tiene
más que jodida la cosa,
conocida por PSOE
con el su puño y su rosa,
que fue Partido Político
con un poder que hoy asombra,
florecen tres adalides
desde la profunda sombra
como luz de amanecer
de una deslumbrante aurora.
Son izquierdos declarados,
los tres ilustres personas
que alumbran la sociedad
como espléndidas farolas;
con su hacer y su saber
vienen desgarrando sombras.
Así, estos tres adalides
caballos de raza montan:
uno, justicia perdida;
otro, a lomos de la Autónoma;
el otro, la extrema izquierda
y su peso la desloma.
Con sus celadas caladas
traen cubiertas sus carotas
que, por graníticas, son
espléndidos rompeolas
a las críticas bravías
o a críticas rumorosas.
Los tres con la lanza en ristre
en sus escudos blasonan
el lema de la cruzada:
“todos contra derechona”.
Rubalcaba baja el puente
y recibe  estas personas,
si de “persona” exiliamos
la honradez, que es esa cosa
que solo portan mindundis
con sencillez clamorosa;
o sea, los que pagamos
sus trabajos y sus cosas;
porque, vete tú a saber
sus chanchullos en la sombra.
Rubalcaba, que ahora tiene
muchos Barones en contra,
hurgándole los cimientos
de la que es su casona
y le corroen las patas
siendo, a lo zorro, carcoma
para que saque su culo
de su soberbia poltrona,
tiene en peligro el poder
y puede perder su gloria.
Ha convocado un Congreso
y a este Congreso se asoman
gentes, que parecen fieles;
mas, vete a saber si ahora,
con la resaca que traen
en estos tiempos las olas,
no le arrastran a profundis
como a muchas caracolas.
Siempre le queda Solares,
muy cerquita de Santoña,
para degustar merluza
y unos bocatas de anchoas
que, como cuartel de invierno,
viene a ser lugar que mola.
Esto puede estar pensando
para sí el Ruba, a solas
que, aunque parezca mentira,
suele pensar en sus cosas.
Ahora le llegan refuerzos
para subirle a la gloria:
tres adalides bizarros
con sus espadas y cotas,
su gran prestigio social
y su elegancia en las formas.
El uno, José Carrillo,
puto jefe de la Autónoma
que, al ser hijo de su padre,
su comunismo pregona
y, por ser proselitista,
doctora en “Tonto de Coria”
a sus universitarios:
amparando las litronas,
apoyando las sus huelgas,
algaradas y camorras;
él grita a los cuatro vientos:
“todos contra derechona”.
Ignora que, por su cargo,
debe formar a personas
con conciencia independiente
porque elijan, por sí solas,
a tendencias que les petan
y a adoptar las que les mola.
Lleva la moral paterna
en nuestra guerra española
donde empadronó su padre
a más de diez mil personas
en llanos de Paracuellos
y a otros muchos en sus lomas;
Comisario riguroso
que, firmando, era la hostia.
Otro adalid deslumbrante
que buscó su propia gloria
nadando a contra-Ley
y terminó en bancarrota.
Le echaron a hacer puñetas
con sus puñetas y toga
por una de las tres causas
que juzgaban en la “Rota”.
El que puso “X” al GAL
por no caer de la potra
y estrellar contra el olvido,
por si acaso y si las moscas,
hoy se mete en la Cruzada:
“todos contra derechona”.
En realidad, este jeta
quiere ponerse  la sombra
del árbol que es el PSOE,
donde estuvo de pasota,
y hoy repite la experiencia
por si le mandan a Europa,
que es un chollo cojonudo
con ingresos de la hostia.
Como, entre pitos y flautas,
entre Botín y otros sosias
le hubieran untado poco,
ahora busca unto en Europa
y suplica a Gallardón
un indulto, por la potra.
Por asesorar   Países
de Hispanoamérica, toda,
que vete a saber soldadas
que por sus consejos cobra,
ahora quiere enriquecerse
haciéndose “Luz de Europa”.
Baltasar Garzón, armado
con su celada y su cota
también firma la cruzada:
 “todos contra derechona”.
A este dúo deslumbrante,
no sé si en serio o en broma,
se une un tercer adalid
con la su espada y su cota,
para desfacer entuertos
de la derecha española.
Se aparta de Cayo Lara
y de vivir a su sombra
y se adhiere a la Cruzada:
“todos contra derechona”,
aportando su prestigio
de ser campeón de trolas,
en proponer las sandeces
y las paridas más gordas
en medio del Parlamento
de la nación española.
El médico, que no cura,
que a mindundi no se acopla,
hoy quiere sobresalir
y el comunismo abandona,
para unirse a socialistas
por si a Cayo le encabrona.
Tres preclaros adalides:
el Carrillo de la Autónoma,
el Llamazares de IU
y el esplendor de la toga
encabezan la Cruzada:
“todos contra derechona”.
Tiemblen Rajoy y el PP;
tiemble nación española;
pues con estos adalides
dejarán de rascar bola.

     (Calpe, 6 de Noviembre de 2013)

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