Cuando Rubalcaba
tiene
más que jodida
la cosa,
conocida por
PSOE
con el su puño y
su rosa,
que fue Partido
Político
con un poder que
hoy asombra,
florecen tres
adalides
desde la profunda
sombra
como luz de
amanecer
de una
deslumbrante aurora.
Son izquierdos
declarados,
los tres
ilustres personas
que alumbran la
sociedad
como espléndidas
farolas;
con su hacer y
su saber
vienen
desgarrando sombras.
Así, estos tres
adalides
caballos de raza
montan:
uno, justicia
perdida;
otro, a lomos de
la Autónoma;
el otro, la
extrema izquierda
y su peso la
desloma.
Con sus celadas
caladas
traen cubiertas
sus carotas
que, por
graníticas, son
espléndidos
rompeolas
a las críticas
bravías
o a críticas rumorosas.
Los tres con la
lanza en ristre
en sus escudos
blasonan
el lema de la
cruzada:
“todos contra derechona”.
Rubalcaba baja
el puente
y recibe estas personas,
si de “persona”
exiliamos
la honradez, que
es esa cosa
que solo portan
mindundis
con sencillez
clamorosa;
o sea, los que
pagamos
sus trabajos y
sus cosas;
porque, vete tú
a saber
sus chanchullos
en la sombra.
Rubalcaba, que
ahora tiene
muchos Barones
en contra,
hurgándole los
cimientos
de la que es su
casona
y le corroen las
patas
siendo, a lo zorro,
carcoma
para que saque
su culo
de su soberbia
poltrona,
tiene en peligro
el poder
y puede perder
su gloria.
Ha convocado un
Congreso
y a este
Congreso se asoman
gentes, que
parecen fieles;
mas, vete a
saber si ahora,
con la resaca
que traen
en estos tiempos
las olas,
no le arrastran
a profundis
como a muchas
caracolas.
Siempre le queda
Solares,
muy cerquita de
Santoña,
para degustar
merluza
y unos bocatas
de anchoas
que, como
cuartel de invierno,
viene a ser
lugar que mola.
Esto puede estar
pensando
para sí el Ruba,
a solas
que, aunque
parezca mentira,
suele pensar en
sus cosas.
Ahora le llegan
refuerzos
para subirle a
la gloria:
tres adalides
bizarros
con sus espadas
y cotas,
su gran
prestigio social
y su elegancia
en las formas.
El uno, José
Carrillo,
puto jefe de la
Autónoma
que, al ser hijo
de su padre,
su comunismo
pregona
y, por ser
proselitista,
doctora en
“Tonto de Coria”
a sus
universitarios:
amparando las
litronas,
apoyando las sus
huelgas,
algaradas y
camorras;
él grita a los
cuatro vientos:
“todos contra derechona”.
Ignora que, por
su cargo,
debe formar a
personas
con conciencia
independiente
porque elijan,
por sí solas,
a tendencias que
les petan
y a adoptar las
que les mola.
Lleva la moral
paterna
en nuestra
guerra española
donde empadronó
su padre
a más de diez
mil personas
en llanos de
Paracuellos
y a otros muchos
en sus lomas;
Comisario
riguroso
que, firmando,
era la hostia.
Otro adalid
deslumbrante
que buscó su
propia gloria
nadando a
contra-Ley
y terminó en
bancarrota.
Le echaron a hacer
puñetas
con sus puñetas
y toga
por una de las
tres causas
que juzgaban en
la “Rota”.
El que puso “X”
al GAL
por no caer de
la potra
y estrellar
contra el olvido,
por si acaso y
si las moscas,
hoy se mete en
la Cruzada:
“todos contra derechona”.
En realidad,
este jeta
quiere
ponerse la sombra
del árbol que es
el PSOE,
donde estuvo de
pasota,
y hoy repite la
experiencia
por si le mandan
a Europa,
que es un chollo
cojonudo
con ingresos de
la hostia.
Como, entre
pitos y flautas,
entre Botín y
otros sosias
le hubieran
untado poco,
ahora busca unto
en Europa
y suplica a
Gallardón
un indulto, por
la potra.
Por
asesorar Países
de
Hispanoamérica, toda,
que vete a saber
soldadas
que por sus
consejos cobra,
ahora quiere
enriquecerse
haciéndose “Luz
de Europa”.
Baltasar Garzón,
armado
con su celada y
su cota
también firma la
cruzada:
“todos contra
derechona”.
A este dúo
deslumbrante,
no sé si en
serio o en broma,
se une un tercer
adalid
con la su espada
y su cota,
para desfacer
entuertos
de la derecha
española.
Se aparta de
Cayo Lara
y de vivir a su
sombra
y se adhiere a
la Cruzada:
“todos contra derechona”,
aportando su
prestigio
de ser campeón
de trolas,
en proponer las
sandeces
y las paridas
más gordas
en medio del
Parlamento
de la nación
española.
El médico, que
no cura,
que a mindundi
no se acopla,
hoy quiere sobresalir
y el comunismo
abandona,
para unirse a
socialistas
por si a Cayo le
encabrona.
Tres preclaros
adalides:
el Carrillo de
la Autónoma,
el Llamazares de
IU
y el esplendor
de la toga
encabezan la
Cruzada:
“todos contra derechona”.
Tiemblen Rajoy y
el PP;
tiemble nación
española;
pues con estos
adalides
dejarán de
rascar bola.
(Calpe, 6 de Noviembre de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario