martes, 17 de septiembre de 2013

ROMANCE DEL ÁGAPE FRAILUNO

A Carmelo Fernández R

Viendo al Abad Fray Pastrana
que el hambre en el Monasterio
acosaba las barrigas
de frailes y subalternos,
preparó una huelga gorda
por los Derechos Obreros,
poniendo acoso a Griñán
que presidía el Gobierno
de su amada Andalucía
que se quedaba de yermo.
Andalucía, inlabrada;
Andalucía, en barbecho;
pululaban los parados
cual nómadas en desierto
sin encontrar puto dátil
para llevarse al coleto.
Fray Pastrana, hombre sufrido,
salía a rezar al huerto:
no encontraba zanahorias;
pelados ya los cerezos;
de patatas, ni una rama;
los perales, ni te cuento;
lo mismo que los repollos
o socorridos pimientos:
que, a finales de Diciembre,
están de áridos los huertos.
Dolíanle sus hermanos
sufridos y recoletos,
que abrazaron la UGT
para terminar hambrientos
tras la lucha, sin cuartel,
por los Derechos Obreros.
Con estómagos vacíos
no se pueden soñar cielos;
si acaso, unas cigalas
o un asado de cordero;
solo unas cosas sencillas
para ocupar el talego
y superar tentaciones
con que el hambre tienta al lego.
Antes de empezar la huelga
se fue el monje hasta San Telmo.
Fray Pastrana, el mendicante;
Fray Pastrana, el limosnero,
vino  a vestir la cogulla
y, con gesto lastimero,
se dirigió hasta Griñán
que presidía el Gobierno.
Recomendándose a Dios,
a Griñán pidió dinero
para sacar de penuria
a sus frailes y a sus legos.
En Comunidad sufrían
sus sufridos ugeteros.
No era justo que de hambruna
fueran a morir los legos
y, más tarde, cada fraile
siguiese el mismo sendero.
¿Quién luchará contra el paro?
¿Quién defenderá Derechos
para un millón de parados
que agostan en el barbecho?
Griñán,  el de media barba;
puso gesto lastimero
y le pidió a Fray Pastrana
que los frailes del convento
no le convocasen huelgas
mientras tuviese el Gobierno;
sería cosa distinta
si gobernasen peperos.
--“ Las huelgas son dolorosas;
hacen la Junta de menos,
a más de la destrucción
que dejan, siempre, tras ellos”.—
--“Pero, Excelencia, las tripas
de mis frailes subalternos
están gruñendo vacías
y reclaman alimentos;
que una cosa son las almas
y otra, distinta, los cuerpos.
Yo, como Padre y Abad
he de cuidarme de ellos”.--
--“Si solo es hambre, Pastrana,
yo puedo ocuparme de ellos
y llenarles las barrigas
y dejarles satisfechos.
Pero de huelgas, ni hablar;
porque las carga el Averno;
lo que queremos ganar
con frecuencia lo perdemos.
¿Sabes que la “Paz Social”
es muy semejante al cielo?”.--
--“El cielo ya lo alcanzamos
con meditación y rezos;
pero es cosa diferente
llevar vacío el talego;
que Dios nos puso el estómago
de paraíso o infierno.
¿Usted no conoce el hambre?”.--
--“En el PSOE, al menos;
que me asignaron pezón
y yo mamo lo que puedo”.--
--“¿Qué les digo yo a mis frailes
cuando regrese al Convento?”.--
--“Ve tranquilo, Fray Pastrana.
Ve, de mi parte a Guerrero
que es un hombre generoso;
y puede darte algún diezmo”.--
Fray Pastrana, confiado,
fue a visitar a Guerrero,
un Midas que ya predijo
en Antiguo Testamento
un clarividente Oseas
para los tiempos modernos.
Guerrero, cuando le vio,
le dijo, la mar de atento:
--“Te vas a Puerto Delicias,
un restaurante muy bueno
y les pides, de mi parte,
las sobras para el Convento;
suelen ser muy abundantes
y salvarás a tus legos”.--
Fray Pastrana vio el local
y, frunciendo el entrecejo,
vino  cambiar de opinión.
--“¿Pedir sobras pal Convento?
Traigo la Comunidad,
como hay Dios en el Cielo”.--
Trajo se a todos sus fraile;
todos tomaron asiento
y, ateniéndose a la Carta
pidieron sin miramiento.
Con Pastrana veinte frailes
vinieron del Monasterio
portando sus tripas horras
y un apetito tremendo.
Tan solo los langostinos
fueron mil ochenta euros;
más seis cilindros de foie,
seis cochinillos horneros,
pargo al horno, arroz caldoso,
solomillos de ternero,
merluza, lubina al pisto,
vino del Marqué de Arienzo,
que es un vino cojonudo,
por no decirle muy bueno;
las cervezas de Cruz campo
se vertían en regueros,
a más de güisquises varios
y variados complementos.
Quedó Fray Pastrana ahíto
los demás frailes, no menos
y sumaron en factura
dos mil más cincuenta euros.
Asustáronse los frailes
al ver el costo del cuento;
miraron a Fray Pastrana
y, éste, les dijo muy serio:
--“Pondremos en la factura
Rogativas en Convento,
unos cuantos Novenarios
a más de distintos rezos
porque Dios anule el paro
y florezcan los empleos;
todo con mucha humildad,
devoción a cuerpo entero;
que los rezos son muy caros
si se hacen en concierto;
que nos pague la factura
Francisco Javier Guerrero,
que, si escota Andalucía,
la cuenta parece menos”.—
Así fue la comilona,
que vino a pagar Guerrero,
ya que el “nido de reptiles”
siempre le tenía lleno;
se lo llenaba Griñán
aún fuera de Presupuestos.
Aquí Paz y después Gloria
y en UGT, tan contentos.
Son cosas de la Política
en estos tiempos modernos.


     (Calpe, 16 de Septiembre de 2013)

2 comentarios:

  1. Hombre Eloy, un poco de caridad cristiana para con estos frais y legos, ya sabes el hambre agudiza el ingenio.

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  2. Es lo que tiene el voto de pobreza, mal asumido cuando acosa la hambruna crisina u, por otra parte, también se saltan el voto de castidad cuando les acucia la fiebre en la cola de la barriga:

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