jueves, 12 de septiembre de 2013

ROMANCE DE LOS PARRALOS

Que sí, que sí; que sí, que no;
que a la Parrala le gusta el vino…
y a Junqueras el orujo
y al Arturo el marroquino.
Al asunto de Parrala
le damos el finiquito
pues ya pasó mucho tiempo
y, al ser tema tan antiguo,
solo recuerdan los viejos;
mientras ignoran los chicos
el tema de la Parrala
que la puso en entredicho.
Aquí de lo que se trata
es del efecto del vino
que aporta a los botarates
tremendos desequilibrios,
al pensarse superiores
e inventarse un Olimpo
en el que se piensan dioses
sin llegar a duendecillos.
El decidir por cojones
(que no son ningún sentido
y anulan la sensatez
por los vapores del vino)
pueden llevar al carajo
a un Pueblo, como destino.
Cuando escucho a Arturo Mas,
solo le oigo desatinos,
ya que el sentido común
me lo demuestra extinguido.
Si un tuerto guía a cien ciegos,
pueden seguir un camino
que les lleve a alguna parte
y conseguir un destino;
mas, si el tuerto llega a ciego
terminan en el abismo
quienes le siguen los pasos
por absurdos laberintos.
Padece “delirium tremens”
Don Arturo, por el vino
que le escancia en abundancia
un Junqueras, decidido
a llevar al descalabro
de hacer extraño al vecino
y hundirle en la miseria
a quien es competitivo,
al vender lo que produce,
precisamente, al vecino
que le compra como hermano,
más, no comprará por primo.
Estos días, Don Arturo,
invistiéndose de tímido,
quiso dar un paso atrás,
tomando a Rajoy por primo,
diciendo que la Consulta
(ese enorme desatino)
la alargaría dos años
porque resultase lícito
provocar a Cataluña
hasta elegir su destino:
si seguir unida a España
o tomar otro camino
que les lleve a la grandeza
o solo hasta  “el Quinto Pino”.
Que sí, que sí; que sí, que no;
que a los Parralos les gusta el vino.
Así, nadando en vapores
que produce el marroquino,
el tal Parralo Junqueras
al anuncio no se avino.
--“No fue eso lo acordado
cuando yo te monté el piso;
o me pagas la hipoteca
o la casa te derribo”--
El Parralo Arturo Mas,
una vez que le hubo oído,
avanzó hacia adelante:
--“Dije Diego; ahora digo
que será en dos mil catorce
como había prometido”.--
Los dos brindaron, contentos,
con grandes copas de vino
para montar el estado
de los vapores etílicos,
volviéndose a montar
su particular Olimpo
--“Yo, de Júpiter Tonante;
Tú, de Hércules, mi hijo;
haremos lo que queramos
con apoyo de cretinos;
les inventamos la Historia;
que la aprenden desde niños;
se crecen separatistas
y a conseguir su destino”.--
Así, gastan los millones
en preparar el camino:
Embajadas, por doquier;
Cordadas, con los cretinos;
Catalán, en expansión
aunque les cuesta un buen pico;
los gastos en esteladas
y otros cuantos simbolismos;
van aumentando la Deuda
hasta un valor infinito.
--“¿Pagamos a las Farmacias
que, en meses, debemos cinco?”--
--“¿Qué me dices, buen Arturo;
aun respiran, por lo visto”.--
--“Dicen que los Hospitales
están comprando en un chino
los productos sanitarios
que es aceite de ricino;
en cirugía la espera
son cuatro años o cinco
y millones de pacientes
se quedan en el camino;
debemos a los Geriátricos;
a los Colegios, lo mismo;
están en paro maestros
que se dicen interinos”.--
--“Deja las cosas correr;
aquí, no cobra ni cristo.
Pide nueve  mil millos
a Rajoy, que está de primo
y, como los anteriores,
despilfarramos sin tino”.--
Así hablaban los Parralos
entre vapores de vino,
planeando la Diada
con cien programas distintos:
(el costo es lo de menos,
pues siempre pagan los mismos)
discursos, grandilocuentes;
berreas, a voz en grito;
pancartas, a todo pasto;
gran cadena de cretinos
cubiertos con Estelada,
que es la enseña y es el signo
de que han sido gloriosos
desde los tiempos antiguos.
Una cadena muy larga
y con errores gordísimos.
Todo el País Valenciano
ocuparán estos chicos;
como conquistó Don Jaime
a los moros y moriscos,
agrandando Cataluña
cuando el Rey era Mañico
y el Condado Catalán
en Aragón incluido,
cual los propios valencianos
y también los panochicos,
ya que hasta Murcia llegó
Don Jaime, el Aguerrido;
pero el Reino era Aragón
no Cataluña.  ¡So listos!
Que os cambiaron la Historia;
y la mamaois desde niños.
Que sí, que sí; que sí, que no;
que a los Parralos les gusta el vino.

    (Calpe, 11 de Agosto de 2013)


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