lunes, 19 de enero de 2015

ROMANCE DE COYUNTURAS

Una nación se compone
de dispares elementos
que, como en la propia Iglesia
y aunque no es místico el cuerpo,
cada miembro está en un lado:
bien derecho o bien izquierdo.
Como la historia del hombre
es constante movimiento,
necesita coyunturas
para mover tanto miembro.
Nadie sabe exactamente
como surgen los conceptos;
pero se arraigan y quedan
implantados en el huerto.
Si un miembro zurdo se mueve
está inventando el progreso;
mas no sucede lo mismo
cuando es un miembro derecho,
ya que la izquierda demuestra
que éste mueve en retroceso.
Así, cuando el zurdo tira
siempre le resiste el diestro;
por eso avanza en zigzag
el mundo con paso lento,
pues, al moverse los dos,
nunca se alcanza el progreso;
aunque el político sueñe
cual la lechera del cuento.
Así, la historia se mueve
por coyunturales miembros
en tiempos coyunturales
y, según soplen los vientos,
surgirá la coyuntura
oportuna a su momento.
Hay coyunturas diversas
por sus causas y su efecto
Tenemos las coyunturas
de históricos movimientos,
de efectos impredecibles,
donde se jode el invento:
pues se quiere ganar algo
y se consigue escarmiento.
Hubo un Viriato en Zamora
que plantó cara al Imperio,
pues le trajo de cabeza
y perdió la suya en ello.
Don Rodrigo, el visigodo,
fue coyuntura, por cierto,
cuando se fue al Guadalete,
que fue allí, por no ir más lejos,
a invitar a las Españas
a turistas agarenos;
él pensó que por un año
y estuvieron ochocientos,
sin pagar en los hoteles
y a dos carrillos comiendo.
Fueron los Reyes Católicos,
coyunturales confesos,
quienes pasaron facturas
en Granada al Sarraceno
y éste marchó sin pagar,
protestón y descontento,
porque el agua estaba fría
y no funcionaba el termo.
¡Qué mala reputación!
Quedó el turismo obsoleto.
Trescientos años después
se nos metió el francés dentro;
pero le hostiamos con lujo
y se fue con viento fresco.
La verdad es que hasta Fraga
no tuvo el turismo aliento.
Coyuntural fue Colón:
fletó tres naves al viento
y no paró hasta llegar
y dejar al descubierto
un inmenso continente
con sus gachises en cueros.
De no haber sido por él
y el coyuntural suceso,
Clinton no andaría ahora
metido en tanto proceso,
ni hubiese despacho oval
donde practicar mameos.
Después, La Revolución
fue coyuntura de hecho,
pues abrió en contemporáneo
lo que cerró en lo moderno.
Francia fue así coyuntura
de nativos y extranjeros.
En el año treinta y seis,
hartos de quemar conventos,
los ciudadanos de Azaña
cabrearon al Gallego
y Franco fue coyuntura
de Nacional Movimiento.
El, después del cisco padre,
de aquel barullo tremendo:
te tiro, porque me tiras,
y tengo razón, si acierto;
y , así, tres años tirando
y haciendo un millón de muertos.
En el palacio del Pardo
encontró su culo asiento
y, temporal coyuntura,
por poco queda de eterno.
Fue un tiempo coyuntural
para los pobres rojelios
que, para trincar un chollo,
habían de ir encubiertos
y cantar el Cara al Sol
portando un valor eterno,
como portaban patatas
los chicos del estraperlo.
Después de él, coyunturas
coyunturales, sin cuento;
que surgen las coyunturas
al menor soplo del viento.
De algunas deja constancia
este humilde romancero;
ya que el romancero fue
crónica en el medioevo
y en él quedó la memoria
de coyunturales hechos.


                                      ( 15 de Abril de 1998)

3 comentarios:


  1. jajaja me gusto muchisimo, lo disfrute

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  2. Está formidable, por el ingenio que le has echado al asunto, amigo Eloy. Felicidades y abrazos.

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  3. Gracias por vuestros comentarios. Me alegra saber que os ha gustado

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