Al fin, recibe
Zarrías
una nota del
Juzgado
con que Mercedes
Alaya
le notifica
imputado
y le pasará al
Supremo
los estudios
realizados
por si ellos ven
conveniente
llamarle para
juzgarlo;
pues, como listo
político,
el andoba está
aforado.
Decía de él Ruiz
Mateos
que ejercía
virreinato;
en tierras de
Andalucía
era, cual mano
de santo,
para conseguir
los ERE
cuando estaban
amañados,
siendo él muy
eficiente
aunque resultase
caro.
Este eminente
calvito,
muy orondo y
bien cebado,
que siempre
actúa a lo puta
y ríe con
desparpajo,
hizo carrera
política
a Manuel Chaves
pegado:
confidente y
consejero
y, más que
amigo, un hermano.
Se dijo en los
mentideros
y ahora se está
demostrando
que Gaspar
Zarrías era
el Virrey y el
puto amo
con un poder de
la hostia
que ejercía de
ensombrado.
La cara ponía
Juan Lanza
que le hacía los
recados
y, en
compensación, Zarrías
le dejaba irse
forrando
y él se forraba
a lo bestia;
al ser muy poco
ilustrado
y no saber
contar bien
lo que metía en
el saco.
Un día dijo su
madre
a los polis, que
buscando
hurgaban en la
su finca
los alijos
enterrados,
que pa coger una
vaca
y hacer con ella
un asado
tenía su hijo
millones
honradamente
ganados.
Ella le pensaba
listo
y lo estaba
demostrando.
Pero su Juan
solo era
un buen siervo y
un mandado
que al jefe,
Gaspar Zarrías,
le cumplía los
recados:
uno, ejercía el
poder;
el otro, se iba
forrando;
todo era miel
sobre hojuelas
y los millones
al saco.
Hoy se sabe que
Juan Lanza
les cobraba a
los “rumasos”
seiscientos mil
euros negros
por cada ERE
logrado
y, siendo cinco
los ERE,
tres millones
afanados
que iba cobrando
Juan Lanza,
en Somosaguas, a
plazos.
Cuando Juan
Lanza ya era
el turco
descabezado,
siguió Zarrías
viviendo
debidamente
aforado,
pues le llevó
Manuel Chaves
a Cortes de
Diputado;
así siguieron
los dos
bien mamados del
Erario
y presumiendo
ante el pueblo
que les está aún
pagando,
de políticos
ilustres
y caballeros
honrados.
Como Gaspar es
bajito
tardó Alaya en
encontrarlo
en el sembrao de
chorizos
en el que estaba
escardando.
Pero, al fin,
son tantas pistas
que la Juez ha
ido encontrando,
que ha decidido
Mercedes
nombrarle como
imputado
y mandárselo al
Supremo
por estar muy
aforado.
Que el propio
Javier Guerrero,
Secretario de
Trabajo,
y Don Antonio
Fernández,
Consejero, mal
nombrado,
le soltasen los
millones
a un “ex” del
sindicato
viene a resultar
absurdo;
daban lo
solicitado
no por ex
sindicalista,
si no por “voz
de su amo”.
Si chaves,
Griñán, Zarrías,
fuesen hombres
tan honrados
como ante el
pueblo aparentan,
ya se hubiesen
encerrado,
motu proprio, en
Albolote
para purgar sus
pecados.
Decían servir al
pueblo
pero lo estaban
robando.
Se necesita ser
“jetas”
para seguir
disfrutando
de los impuestos
del pueblo
riendo
descojonados.
(Madrid, 10 de Septiembre de 2014)
Genial.
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGenial y real como wue te estoy escribiendo, saludos, amigo Eloy
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