Cuando se habla
de valores,
el español se da
cuenta
de que fueron al
exilio
cuando a un
partido de izquierdas
le urneamos el
poder
y extraditaron
conciencia.
Con su sarta de
derechos
quitaron de las
escuelas
el Catecismo de
Astete
y de Ripalda,
por las buenas,
y quitaron
crucifijos
porque el moro
no se ofenda.
--“Somos
aconfesionales;
el Catecismo es
de Iglesia;
quien lo quiera,
a Catequesis;
a nosotros las
creencias
nos importan un
pimiento,
como la misma
conciencia.
En política el
pecado
no debe tenerse
en cuenta
porque, aquí, no
hay más pecado
que no cumplir
con Hacienda,
ya que debemos
cobrar
los salarios y
prebendas”.—
Antes, los Diez
Mandamientos
se enseñaban en
la escuela;
cumplirlos o no
cumplirlos
era un caso de
conciencia;
si no, al
confesionario
y a cumplir la
penitencia
pa tener vía
expedita
después a la
vida eterna.
Valores de
Religión
o Valores de la
Ética;
al fin y al
cabo, valores
de ciudadana
conciencia:
mis derechos se
terminan
donde los tuyos
empiezan
y, andando por
lo segado,
se lleva una
vida recta,
pues el respeto de uno
al respeto de
otro afecta.
Hoy reclaman el
honor
a millares en
Audiencias
por los dimes y
diretes
en asuntos de
entrepierna:
que si cantó y
no lo vio;
si dijo lo que
no viera;
si cascó en
Televisión
o se lo contó a
la prensa,
pero me dejó mi
honor
más pisado que
una estera.
--“Yo reclamo al
Señor Juez,
para recoser la
prenda
dé las puntadas
en euros
para que el
honor me vuelva”.--
Antes, el honor
estaba,
como se vio en
Zalamea,
en lo más hondo
del alma
porque, allí,
Dios lo pusiera:
era la palabra
clara;
de la conducta,
limpieza;
en la honradez,
de los hechos;
más el valor, en
la guerra.
Hoy, el valor
solo es
una fachada
cualquiera
que viene a
desmoronarse
por el pico de
una lengua.
Por la falta de
valores
cada cual busca
su estrella;
le dedica
vocación
y le persigue la
huella.
A Stalin,
persigue Lara;
Torrijos, a
Venezuela,
como allí sobra
de todo
no precisa
asaltar tiendas
y, cuando va
allí se folga
con mariscadas
tremendas.
Cada cual se
busca un ídolo
y le persigue la
estela.
Veamos un solo
ejemplo,
pero que es de
excelencia;
es un lujo de
valores
el que aquí les
traigo a cuenta.
Nos dice la
Valenciano,
una mística de
izquierdas,
que, primero
siguió a Cristo
Superestar en la
escuela;
la música era
divina
y, en el coro de
la iglesia,
cantaba con
devoción
y una voz muy
sandunguera.
Más tarde,
descubrió al Che
y su revolución
cruenta,
su matar con
frialdad
disparando a la
cabeza
de contra
revolucionarios
que no acataban
aquesta.
Pero escribía
bonito
de sus sociales
creencias
y las escribía
en verso,
pues, también,
era poeta.
El Che vino a
fascinar
y, tras él,
emprendió senda.
Después, se hizo
socialista
y vino a cambiar
de ideas,
pues en la Sede
la hicieron
telefonista
perfecta;
doce idiomas
dominaba
pero en una sola
lengua;
un castellano
aparente
con una labia
tremenda.
Pero un buen día
vio a “dios”,
en persona y
ante ella:
prepotente,
deslumbrante,
encarnado en la
belleza,
con un liderazgo
sumo,
con un decir,
que te meas;
dejando chiquito
al Che
y al Superestar
de escuela.
Rendida cayó a
sus plantas
con su devoción
tremenda
y se declaró su
esclava
y se declaró su
sierva
y, así, adosada
a González,
empezó el trepa
que trepa.
Cuando “dios” se
licenció
quedó “casi
diosa” ella,
por la suma de
valores
que aportaron
tres estrellas.
Con su alforja
de valores
se va a la Unión
Europea
para igualar con
los hombre
a las europeas
hembras.
Una perfecta
igualdad
que no dio
naturaleza:
en igualdad,
todos pito
o grieta en la
entrepierna.
En Méjico, solo
eran machos;
mientras que,
aquí, solo a medias;
y lo hemos
pasado bien
aunque Elena no
lo entienda.
Valenciano ha
descubierto,
por unas
palabras lelas,
que Cañete es un
machista;
esto es la
quinta esencia
que propala en
los mítines
y declara ante
la prensa.
Tú, con muy pocas
palabras,
le indica
Ignacio Varela:
--“Cañete es
puto machista;
que se entere
Europa entera”--
ganarás la mayoría
en elecciones
europeas;
tú dale caña a
Cañete
que es lo que a
España interesa.
(Madrid, 20 de Mayo de 2014)
Pues parece una lección de historia, pues todo es más cierto que la luz que nos alumbra. A esto se dedican los políticos y políticas (qué horror, decir esta horterada inventada por la progre, que sólo busca el progreso de su zurrón). Felicidades amigo.
ResponderEliminarUna vez más he de felicitarte por tus escritos amigo Eloy, los mensajes que persiguen me encantan porque son la palpable realidad por la que estamos viviendo, espero que esto cambie a mejor porque lo contrario cada día que pasa es acercarse más y más a los "revolucionarios años 30".
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