De pronto, la
transparencia
ilumina
Andalucía
y surgen mil
trapos sucios
que hasta ahora
se escondían.
Van surgiendo
maleantes
que han hecho
sus tropelías
y forraban del
Erario
por esa vieja
manía
de apalancar lo
que ves
y trincarte lo
que pillas.
“O común e de
ningún”
que se dice por
Galicia
cuando mandan a
pastar
al ejido sus
vaquillas;
ese prado
comunal
donde realizan
la trilla
después de segar
las mieses
y traerlas en
gavillas.
Un buen día
Carmen Calvo,
de Zapatero Ministra,
vino a hacerle
la pelota
porque gastase,
deprisa,
en cosas que
aporten votos
y buena
imaginería
ante gentes
extranjeras
como entre
gentes indígenas.
Le comentó con
descaro:
--“Si quieres
tirar, lo tiras;
el dinero no es
de nadie;
el que está en las
alcancías
de Hacienda, no
tiene dueño;
despilfárralo,
deprisa”.--
Zapatero, que
era lerdo
y en las
chorradas creía,
viendo como Cuba
estaba
más hambrienta
que las tripas
del mísero
Gundisalvo,
que tenía la
manía
de no cenar por
las noches
y no almorzar por
el día,
empezó a mandar
los euros
a brazadas y
gavillas,
para que Castro
le diera
a su pueblo unas
sopitas.
Si Gundisalvo,
por mísero
y Cuba por
comunista,
sufrían del
mismo mal,
ZP que se decía
rojo, tirando a
granate,
a una
popular revista,
comenzó a
regalar euros
a Cuba, por
comunista;
a Chaves, que
iba pa santo
siguiendo a
Lenin su Biblia;
también al su
amigo Ortega,
ese que a
Honduras hundía.
España tiraba a
pobre
por esa tonta
manía
de dar más de lo
que tiene
y se recurrió a
la prima
de una deuda
atosigante
donde engordaba
supina.
Mirándose en
este espejo,
en tierras de
Andalucía
se forraba todo
cristo
y el dinero se
cogía
montando grandes
chanchullos
con cosas que
eran legítimas.
Era preciso
crear
los trabajos, a
porfía,
como en los
antiguos Mayos
daban rosas a
María.
¿Solución?... La
formación;
hacer las gentes
más listas
parados más
preparados
en pueblos de
Andalucía,
donde tenían un
paro
que era del
mundo la envidia.
Así, montaron el
SAE
en la Sede de
Sevilla
para repartir
millones,
entre adeptos y
familias,
para cursos de
parados
y gentes
agradecidas.
A José María
Moriche
colocan los
ugetistas
en el invento de
IFES
donde arramplaba
la guita
prometiendo
muchos cursos
de pocos que se
darían.
El montaje era
perfecto
con cuatro
especialistas
que hacían
“preparación”
y luego la
“tutoría”
y hacían la
“evaluación”
de alumnos que
no acudían.
IFES montaba los
cursos
con sus cuatro
tutorías
y un profesor
que, al azar,
de liberados
cogía.
El chollo era
cojonudo
pues a la IFES se
envían
más de ocho
milloncejos
en una sola
partida
pa formar más de
tres mil
alumnos, que no
acudían:
los unos, por
estar muertos,
disculpa muy
peregrina;
los otros, por
ser no natos
que a nacer se
resistían
por el derecho
al aborto
que las sus
madres tenían.
Fue un regalo de
Bibiana,
gaditana y
feminista,
gran experta en
el flamenco
y gloria de
Andalucía
que anda
forrándose en ONU
después de hacer
tropelías.
En FIES cazó un
gran chollo
Moriche, José
María,
tutoreando a
mansalva
a alumnos que no
venían;
no eran grano de
anís
los euros de la
mordida.
Ahora le toca a
su esposa,
Presidenta
Susanita,
vaciarle los
bolsillos
al pobre José
María
por los sobres
abultados
que de UGT se
traía
sin pegar un
palo al agua
por casar con
Susanita.
Como ahora es
Presidenta
a más de
transparentista,
debe empezar por
su casa
una limpieza
exquisita.
En Noviembre
ocho millones
reclamó a los
ugetistas
por subvención
ilegal
a más de ser muy
ilícita
por cursos
inexistentes
que tan solo era
mordidas.
Pero se metió en
la cama
con su buen
José María
y éste vino a comentar
el marrón que le
caería
al devolver los
millones;
y Susana,
comprensiva,
volvió a darles otros
ocho;
pero que esta
vez serían
pa Cursos de
Orientación
que es otra cosa
distinta.
Me admira la
transparencia
de la Presi,
Susanita,
que, al pescar a
su marido,
me lo envía a la
salita
a dormir en el
sofá
por cuatro
noches seguidas.
Aquí paz y
después gloria;
que la gloria es
infinita.
(Madrid, 20 de Mayo de 2014)
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