En montañas de
Castilla
existe un pequeño pueblo
con su iglesia,
con su plaza,
con su viejo
Ayuntamiento
y banda
municipal
de percusión y
de viento.
Tocaban única
pieza;
no tenían
conocimiento
de que pudiese
haber otras
en musical
universo.
La dirección de
la banda,
con más o menos
acierto
y a trancas y
barrancas,
la llevaba el
Tío Norberto.
Era el día de
San Blas;
eran las fiestas
el pueblo
y entretenía a
las gentes
la banda con su
concierto.
Tras veinte
repeticiones
los músicos, en
consenso,
decidieron
suspender
la matraca del
concierto;
la audiencia
estaba cansada
de escuchar
siempre lo mesmo
y la cigüeña en
la torre,
aburrida,
emprendió el vuelo.
Vino, entonces,
el alcalde
y le preguntó a
Norberto:
--“Si solo es
media tarde,
¿por qué paráis
el concierto?”.--
--“Si es que no
sabemos otra”.--
--Seguid tocando
lo mesmo
y la cargáis más
de bombo
porque hoy hay
forasteros”.—
Lo mismito, lo
mismito,
los chicos de
Dogo-Berto;
tan solo saben
chupar
pero lo
hacen con esmero.
En esta
Partidocracia
que desde Franco
tenemos,
aparecieron los
listos
que montaron el
invento:
subvenciones a
Partidos;
a Sindicatos, lo
mesmo;
subvención a
Fundaciones
y a otros entes
que, por cierto,
nadie sabe pa
que sirven,
pero que chupan
del teto.
Enflaquecía la
vaca
a cuenta del
chupeteo
y era preciso
engordarla
con alfalfa y
con piensos
metiendo en el
pesebre
aumentativos
impuestos
y ahora a los
contribuyentes
nos llega el
agua hasta el cuello.
La UGT es una
banda
de bandidos y
pendejos
tan solo saben
tocar
el “Pasodoble
Saqueo”.
Roban en
Andalucía
a los parados
obreros
y, porque no
disminuyan
pues darían para
menos,
montan ERES a
montones,
llevan empresas
al huerto
y acojonan al
currante
con salvajes
piqueteros
cuando se montan
las huelgas;
dicen, pa lograr
derechos;
mas solo logran
despidos
con comisión,
por derechos,
de
intermediación en ERES
y por tocarnos
los güevos.
Hacen miles de
variantes
al “Pasodoble
Saqueo”
por razón de no
aburrir
tocando siempre
lo mesmo;
no fuesen a
descubrirles
y se jodiese el
invento.
Cobran millones
a manta;
dicen, pa formar
obreros;
pero, como
acuden pocos,
matriculan a los
muertos
y a miles de
no-nacidos
que no buscaban
empleo;
pero, por
inexistentes,
no denuncian el
invento.
De la UGT
andaluza
les llegó a los madrileños
la partitura
completa
del “Pasodoble
Saqueo”
para
instrumentos de cuerda,
de percusión y
de viento.
Madrid, tras
miles de ensayos,
consiguió tales
expertos
que interpretan
partitura
sin vergüenza y
sin complejos;
en falsificar
facturas
son verdaderos
expertos.
Vayamos hasta
Alcorcón.
Este pueblo
madrileño
dirigía Cascallana
de alcalde en
Ayuntamiento,
cebando diez
liberados
del sindicato
ugetero,
donándoles el
local
a más de siete
mil euros
que serian,
precisamente,
para su
funcionamiento;
ya que por la
otra parte
se cobraban su
buen sueldo.
Si una banda es
ugetista,
socialista
Ayuntamiento
y al frente está
Cascallana
es que lo tienen
a güevo
interpretar con
frecuencia
su “Pasodoble
Saqueo”.
Cascallana paga
todo
sin examinar
conceptos.
El Consistorio
cubría
mantenimiento de
aseos,
las toallas y jabónes
y también papel
culero.
Siempre que les
apetece
cebarse con más
dinero
hacen
interpretación
del “Pasodoble
Saqueo”,
lo mismo que
hace un mendigo
con su violín,
si está ciego.
Se confeccionan
facturas
para rollos del
higiénico
y va todo el
sindicato
con el culo
limpio y terso.
Mil euros, pa
fotocopias;
quince mil
sobres muy buenos;
cincuenta cajas
de folios;
carpetas por dos
mil euros
se facturaban,
al año,
por estos diez
elementos
que estaban, de
liberados,
en este
Ayuntamiento.
Melómano,
Cascallana
les pagaba los
conciertos
a banda de
liberados
del “Pasodoble
Saqueo”;
les pagaba y les
pagaba
miles y miles de
euros,
por
disfrutar melodía
y una docena de
arpegios.
Esta banda de
Alcorcón
de músicos muy
pendejos
pasan facturas
globales
sin detallar los
conceptos
y Cascallana pagaba
sin ver qué
traía el cesto.
Todas las
compras se hacían
en un centro
ugetero
que sumaba la
mordida
de un justo
cinco por ciento.
Si hay alguien
en esta España
que entienda a
estos pendejos,
gustaría me
informasen
el porqué de los
saqueos.
¿Por qué una
Comunidad,
Estado o
Ayuntamientos
han de pagar las
facturas
que inventan
estos pendejos?
¿Por qué no
pagan las mías
que me están
llevando al huerto;
si vivo
humildemente
y el marisco… ni
lo pruebo?
¡Qué rebaño de
ladrones
pastorea
Dogo-Berto!
Cascallana es
Senador
y Diputado
madrileño
tras de dejar a
Alcorcón
con el culo
pajolero.
¿No hay quien
prohíba en España
el “Pasodoble
Saqueo”
y ponga a todas
las bandas
al cargo de un
carcelero?
La Justicia es,
en España,
misterios de los
misterios;
parece que se exilió.
Se ignora su paradero.
(Calpe, 29 de Noviembre de 2013)
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