domingo, 26 de mayo de 2013

ROMANCE DE LOS PUTOS CAJEROS


Especialistas en robos,
que no en economía,
trajeron la ruina a España
conscientes de lo que hacían,
pues robaron a mansalva
llevándolas a la ruina
al cien por cien de las Cajas
y, además, se divertían
en las reuniones jocundas
que montaban muchos días
y, a veces, dos o tres veces
porque las dietas rendían
complemento acojonante
a sueldos y regalías.
En la Caja de Madrid,
que era de Cajas la envidia,
treinta y seis representantes
tres millones repartían
en el año dos mil diez
cuando Rato presidía:
Políticos de derechas,
otros de la Izquierda Unida,
un puñado del PSOE
y otro de sindicalistas
y una niña, un tanto mona,
representaba a acciones
que, según propias palabras,
ignoraba economía.
Cada cual iba a sus cosas;
por amistad se reunían;
si alguien contaba un buen chiste
todo el grupo se reía.
El fortalecer la Caja
y mantenerla de rica
les importaba un carajo;
ellos buscaban la guita:
complementos, gordos sueldos,
más unas dietas gordísimas;
rendían balances falsos
y, además, presumían
de comprar Cajas humildes
por crecer más todavía;
iban engordando imagen
cuanto más enflaquecían.
Y, como España es así,
acunando a la Justicia
entre todos los políticos,
al fin se queda dormida.
Acampan en restaurantes
con carísimas comidas,
toman cañas en los bares
tertulias entretenidas,
porque paga los desfalcos
nuestra población sumisa:
unos veinte mil millones
entre Rendimiento e IVA.
Pero… ¡Qué son tres millones
cuando veinte mil perdían?
Esta España es la releche;
la gente es tan compasiva
que, aprietan el cinturón
y escuchan rugir las tripas,
mientras sacan BANKIA a flote
con privación y alegría;
mientras que los Consejeros
metían en Bancas distintas
los sus millones robados;
no fuese a hacer una quita
BANKIA jodiendo el dinero
de impositor y accionista.
Con los riñones robados
hoy descojonan de risa
ya que saben que en España
es muy ciega la Justicia
y a ricos y poderosos
la cárcel les es esquiva.
Ahora dejamos Madrid
y nos vamos a Galicia
donde el robo fue bestial
si en las pensiones te fijas
de unos cuantos directivos
de Novacaixagalicia.
Entre cuatro directivos
para hacerse pensionistas
veintitrés millones llevan
como seguro de vida
y mientras un juez imputa
comen marisco de ría.
Tiene su romance propio
La Novacaixagalicia.
En la Caixa Penedés
cuatro de la directiva
arramplan veinte millones
porque no iban a ser menos
que en Novacaixagalicia.
Un tal Miguel Castillejo,
miembro de la clerecía,
dirigía Caja Sur;
días antes de salida
con un millón cuatrocientos
aumentó pensión de vida.
A este último desfalco
dijo legal la justicia.
Así, una Caja tras otra,
se fueron a puta ruina
por directivos impuestos
por nuestra casta política
que mangonearon todas
sin saber economía;
así sacaban sus créditos
que, a veces, ni devolvían;
ve a preguntar a la Caixa
por los seis mil de Montilla.
Les fueron metiendo a dedo;
no cabían en las  listas,
por incapaces totales
pero en robo especialistas.
El pueblo, que es generoso,
a escote les apoquina
cuarenta mil milloncejos
para sacarlas de ruina,
dados por “motu de propio”
y ser gentes compasivas.
Mientras jueces duermen siesta
ellos se dan la gran vida.
(Madrid, 1 de Abril e 2013)

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