Llora España,
lloro yo,
se llora en el
mundo entero
con un llanto
tontorrón,
con un llanto
puñetero,.
Llora en propio
juez Garzón,
llora el propio
Zapatero,
y llora la
Valenciano
un llanto pseudosincero
que brota en el
corazón
y se vierte en
lagrimeo
enrojeciendo
pupilas,
ofuscando los
cerebros,
obnubilando
esperanzas
y ofuscando los
cabreos.
Lloran camelias
en Vigo;
en Jerte lloran
cerezos;
lloran ojos del
Guadiana
y en el Delta
llora el Ebro.
Lloran estrellas
del cine;
los piquetes
ugeteros;
llora la tía
Florencia;
llora Rodolfo,
el plomero;
llora y gime
Cayo Lara;
llora Rubalcaba
mesmo
porque se nos va
de España
el actor Willy
Toledo.
Todo el mundo
llora y gime
con llanto pseudosincero
porque se exilia
a la Cuba
el actor Willy
Toledo
y pierde el cine
español
el más preciado
lucero.
Llora España,
lloro yo
que voy a quedar
de huérfano;
expuesto a las
tropelías
de este mundo
financiero
que impone una
dictadura
en España a todo
el Pueblo
con el dominio
absoluto
de ese nefasto
dinero
que los parados
no tienen,
pues Monto, el
puñetero,
no acaba con los
recortes
que hace a
diestro y siniestro.
Willy, faro de
honradez,
defensor de los
derechos
que una
dictadura roba
a los sufridos
obreros
ya no puede
aguantar más
y, del mundo
piquetero,
se nos exilia a
la Cuba
donde los
Castros ficieron
una Democracia
Neta
que disfruta
todo el Pueblo.
La libertad
absoluta
que desprecian
los balseros
que persiguen en
Miami
el disfrute del
dinero.
Hacen, cual
locos de atar,
una butifarra al
Pueblo
que,
despreciando la holganza
como desprecian
dinero,
consiguieron
Paraíso
del que escapan
los balseros
como putos
alienados
por los dólares
y euros.
A ese paraíso
puro,
a ese paraíso
neto,
se nos va pa
cortar caña
el actor Willy
Toledo:
a currar, como
uno más;
a cobrar el
mismo sueldo
que cobra cada
cubano:
un puñadito de
euros
que el Gobierno
paga a todos,
ya que allí el paro
está en cero,
no como España
que tiene
un veinte siete
por ciento.
En un mundo de “chorizos”
su honradez no
tiene asiento
y, cansado de
luchar,
va en busca de
un Lindo Cielo.
Bailará en Copacabana,
sobará los
muleteros
culos de
horondas macizas
de hermoso color
moreno.
Dará besos a Raul;
dará abrazos al
abuelo,
ya que adorar su
presencia
es cual vivir en
los cielos.
Él se quedó en
Comandante,
tras liberar a
su Pueblo,
pudiendo ser una
estrella
a más de
Caudillo Excelso;
no quiso ser
como Franco:
un Dictador
puñetero
que robó las
libertades
e inventó el
racionamiento.
Huérfanos quedan
de hostias
los tozudos
cantineros
que, en la
huelgas nacionales,
mantienen bares
abiertos;
Ada Colau, en
escraches,
pierde su líder
puntero
y nada será lo
mismo
sin la luz de
este lucero.
¡Cuánta
desgracia, Señor!
La Lola se fue a
los puertos
y ahora a Cuba
se nos marcha
el actor Willy
Toledo.
Llora España,
lloro yo,
se llora en el
mundo entero;
lloran Cayo y
Rubalcaba,
Valenciano y
Zapatero
y es un llanto
tontorrón
el que llora el
mundo entero
y, desoyendo
estos llantos,
se marcha Willy
Toledo.
(Madrid, 12 de Mayo de 2013)
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