(Romance Asesor Gratuito)
A Mari
Cruz Sánchez Andrade
Cada día
veo a España
(descuartizada
de hecho)
cual si
fuese una ternera
colgada
en un matadero
sufriendo
las Cuchilladas
de un
experto carnicero;
puede,
pa vender por cuartos;
puede,
pa vender por medios.
Para
Euskadi, solomillo;
pa Mas,
perniles traseros;
y ahora
piden costillar
separatistas
gallegos;
vamos,
que es carnicería
lo que
en España tenemos
y, al
final, los entresijos
los
demás nos quedaremos.
Para
freír con cebolla
los
hígados están buenos;
para
madrileños, callos;
riñones,
para extremeños
que, si
saben cocinarles,
resultan
ricos y tiernos.
En fin,
quien no se conforma
es que
es protestón o sieso.
Observo
la actualidad
y es que
yo me pongo enfermo
viendo a
mi querida España
descuartizada,
por cierto.
Compruebo,
Señor Rajoy,
que es
predicar en desierto
tratar
de encender candil
para
alumbrarle el sendero.
Usted,
por lo visto, tiene
rebaño
de Consejeros
que, aun
que nos salen carísimos,
como, a
dedo, son electos
entre
los de confianza
suya, no
nuestra, por cierto;
parece
ser que, en un año,
no le
han dado un buen consejo.
Huya,
Usted, de los amigos
adictos
al peloteo,
que lo
que Usted necesita
es que
le poden defectos;
el
defecto ha de podarse
si se
quiere un árbol bueno
que
produzca sanos frutos,
no
agusanados y enfermos.
El riñón
Nororiental
padece
un cáncer tremendo;
lo
inocularon Pujoles,
lo
alimentó Zapatero
y,
ahora, con Mas y Junqueras,
pensando
que su Gobierno
ha
Presidente Silente,
con el
fin de salvar cuerpo
solicitan
vitaminas
que
entre todos pagaremos
y ya,
con el riñón sano,
(es lo
que todos tememos)
aplican
el bisturí
y
nuestro riñón perdemos;
lo
implantan luego en Europa
y España
se queda en menos.
Alimentan
algaradas
y nos
ponen de los nervios.
En
Moncloa Usted se monta,
a lo
puta y en secreto,
una
reunión con el Mas
y montan
un contubernio;
nadie
sabe qué trataron;
pero
todos nos tememos
que nos
costará un riñón
y
después lo perderemos,
engordándonos
la deuda,
como
hizo Zapatero.
Que
ellos operen el cáncer,
pero con
sus propios medios.
Tirar
piedras al tejado
viene a
ser cosa de memos;
después
vendrán las tormentas
y todos
nos mojaremos:
se
ahogarán los catalanes;
y, puede
que el extremeño,
andaluz
y valenciano,
el
castellano y gallego,
por
darles la transfusión,
se
queden en putos huesos.
Dice
Isabel Sebastián
y dice
con buen criterio,
que
cautela y cobardía
no
vienen a ser lo mesmo,
más que
por mero matiz
por motivo
de princepios.
Los
Principios en España
se los
cargó Zapatero,
ya que
concedía cosas
que
después jodían al pueblo
y montó
Zoco en las Cortes
para
tales mercadeos.
Usted
prometía “muchos”
y,
luego, dio “muchos menos”;
es
cierto, salvó la Banca
pero con
nuestros impuestos.
Ahora
hablaremos de Mas,
de otras
cosas ya hablaremos.
Da
dinero a Arturo Mas
para que
pague los sueldos
y se lo
da, mes tras otro,
pero de
nuestros impuestos.
Está
forrado de deudas
y pide
más milloncejos;
nosotros
se los cubrimos;
pero él
gasta el dinero
en
promocionar su Lengua,
en
Embajadas, muy lejos,
para
promover su Estado
cuando
el riñón saneemos;
los
gasta en su centenario,
en
jaranas y festejos,
en dar
subvenciones gordas
pa
gilipollas proyectos.
Allí no
cobra ni cristo;
mas,
fuera de presupuestos,
Usted le
suelta más pasta
que, en
realidad, no tenemos.
Dé
puñetazo en la mesa
y deje
Usted que ese Muermo
monte su
propio tinglado
pero con
propio dinero,
ya que
Usted no necesita
para
ganar en Congreso
pagar
votos con riñones,
como
hacía Zapatero.
Me temo
que, hablarle a Usted,
es
predicar en desierto.
(Madrid,
7 de Abril de 2013)
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