miércoles, 15 de mayo de 2013

4ª CARTA AL SEÑOR RAJOY


(Romance Asesor Gratuito)

A Mari Cruz Sánchez Andrade

Cada día veo a España
(descuartizada de hecho)
cual si fuese una ternera
colgada en un matadero
sufriendo las Cuchilladas
de un experto carnicero;
puede, pa vender por cuartos;
puede, pa vender por medios.
Para Euskadi, solomillo;
pa Mas, perniles traseros;
y ahora piden costillar
separatistas gallegos;
vamos, que es carnicería
lo que en España tenemos
y, al final, los entresijos
los demás nos quedaremos.
Para freír con cebolla
los hígados están buenos;
para madrileños, callos;
riñones, para extremeños
que, si saben cocinarles,
resultan ricos y tiernos.
En fin, quien no se conforma
es que es protestón o sieso.
Observo la actualidad
y es que yo me pongo enfermo
viendo a mi querida España
descuartizada, por cierto.
Compruebo, Señor Rajoy,
que es predicar en desierto
tratar de encender candil
para alumbrarle el sendero.
Usted, por lo visto, tiene
rebaño de Consejeros
que, aun que nos salen carísimos,
como, a dedo, son electos
entre los de confianza
suya, no nuestra, por cierto;
parece ser que, en un año,
no le han dado un buen consejo.
Huya, Usted, de los amigos
adictos al peloteo,
que lo que Usted necesita
es que le poden defectos;
el defecto ha de podarse
si se quiere un árbol bueno
que produzca sanos frutos,
no agusanados y enfermos.
El riñón Nororiental
padece un cáncer tremendo;
lo inocularon Pujoles,
lo alimentó Zapatero
y, ahora,  con Mas y Junqueras,
pensando que su Gobierno
ha Presidente Silente,
con el fin de salvar cuerpo
solicitan vitaminas
que entre todos pagaremos
y ya, con el riñón sano,
(es lo que todos tememos)
aplican el bisturí
y nuestro riñón perdemos;
lo implantan luego en Europa
y España se queda en menos.
Alimentan algaradas
y nos ponen de los nervios.
En Moncloa Usted se monta,
a lo puta y en secreto,
una reunión con el Mas
y montan un contubernio;
nadie sabe qué trataron;
pero todos nos tememos
que nos costará un riñón
y después lo perderemos,
engordándonos la deuda,
como hizo Zapatero.
Que ellos operen el cáncer,
pero con sus propios medios.
Tirar piedras al tejado
viene a ser cosa de memos;
después vendrán las tormentas
y todos nos mojaremos:
se ahogarán los catalanes;
y, puede que el extremeño,
andaluz y valenciano,
el castellano y gallego,
por darles la transfusión,
se queden en putos huesos.
Dice Isabel Sebastián
y dice con buen criterio,
que cautela y cobardía
no vienen a ser lo mesmo,
más que por mero matiz
por motivo de princepios.
Los Principios en España
se los cargó Zapatero,
ya que concedía cosas
que después jodían al pueblo
y montó Zoco en las Cortes
para tales mercadeos.
Usted prometía “muchos”
y, luego, dio “muchos menos”;
es cierto, salvó  la Banca
pero con nuestros impuestos.
Ahora hablaremos de Mas,
de otras cosas ya hablaremos.
Da dinero a Arturo Mas
para que pague los sueldos
y se lo da, mes tras otro,
pero de nuestros impuestos.
Está forrado de deudas
y pide más milloncejos;
nosotros se los cubrimos;
pero él gasta el dinero
en promocionar su Lengua,
en Embajadas, muy lejos,
para promover su Estado
cuando el riñón saneemos;
los gasta en su centenario,
en jaranas y festejos,
en dar subvenciones gordas
pa gilipollas proyectos.
Allí no cobra ni cristo;
mas, fuera de presupuestos,
Usted le suelta más pasta
que, en realidad, no tenemos.
Dé puñetazo en la mesa
y deje Usted que ese Muermo
monte su propio tinglado
pero con propio dinero,
ya que Usted no necesita
para ganar en Congreso
pagar votos con riñones,
como hacía Zapatero.
Me temo que, hablarle a Usted,
es predicar en desierto.

(Madrid, 7 de Abril de 2013)

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