lunes, 18 de junio de 2012

ROMANCE DE UN CHORIZO ILUSTRE

ROMANCE DE UN CHORIZO ILUSTRE

Su pinta de Pretoriano
de las Legiones del César,
gesto de noble Patricio
espulgado en la dehesa,
prepotente en sus acciones
y un rostro tirando a Jeta
es el bosquejo preciso
de Don José Antonio Viera.
Son tantas las cualidades
que le adornan a este “prenda”
que es difícil discernir
si fue su gestión correcta
o fue un “titulado Midas”
con notas tirando a excelsas,
en Cursos del “Monipodio”
que dio Chaves con Malena.
En Palacio de San Telmo
montó excelente escuela
de Nigromancia y Alquimia
Manuel Chaves, por las buenas,
y de unos simples “garrulos”
formó Midas a docenas.
Dicen en su Promoción
que con nota de Excelencia,
o sea, Summa Cum Laudae,
terminó el curso el tal Viera,
siendo el asombro del mundo.
En los pueblos de la Sierra
fue recibido cual Midas
y dorador de quimeras.
Le dio Chaves el Diploma.
Maleni le dio encomienda
de terminar con el paro,
sin andarse con miserias;
le dio un “fondo de reptiles”
con las sus cuentas secretas
para que hiciese ejercicio
de todo cuanto aprendiera.
Viera cogió los millones,
aportados por Hacienda
que, en cantidad generosa,
vino a darle Magdalena.
(Consejera del Tesoro
antes que Ministra fuera
y le dejara a Griñán
la Consejería de Hacienda),
y este Midas, titulado,
hizo prácticas concretas
dorando muchos “besugos”
por los pueblos de la Sierra:
los unos, eran familia;
otros, amigos de escuela
que se dejaban sobar
el lomo, así, por la buenas,
y de lo que era un “alcornoque”
surgió dorada palmera
con sus dátiles colgantes
y las sus palmas inhiestas.
La “piedra filosofal”
que manejaba el tal Viera
doraba cuanto rozaba,
de repente y por las buenas.
Se dice que a su churrero
de Pedroso de la Sierra
por regalarle unos churros
le enmillonó con la piedra;
No fue menos generoso
con dueño gasolinera
que por “lleno, por favor”
le metió en la faltriquera
una tanda de millones
que hasta Onassis la quisiera.
A Aglomerados Morell,
empresa tendente a quiebra,
le tocó bajo el sobaco
y le doró la cartera
pa que ampliase el negocia
y parados acogiera;
pero este empresario, “listo”,
pensó de otra manera:
de contratar los parados
que, a la larga, dan problemas
prefirió comprar mil cerdos
que con piensos se les ceba
y le producen jamones
serranos, por ser de sierra,
y otra solución al paro
se fue también a la mierda.
Con el fin de no andar solo,
pues la soledad le aterra,
escogió a Javier Guerrero
para que fuese a su vera
dorando cuando tocaba.
Como Rey Midas, que era,
resolvió un caso difícil:
hacer de oro a su suegra.
Dos Midas con mil millones
acojonan a cualquiera.
Fueron sumando más Midas
que salían de la Escuela
de “Monipodio”, en Sevilla,
y con notas de excelencia:
uno fue Antonio Fernández,
otro fue Daniel Rivera,
si añadimos a Juan Márquez
que a Guerrero sucediera,
tenemos una manada
de Midas, muy sinvergüenzas,
que doraron abogados,
doraron varias empresas
que cobraban intereses,
por sus gestiones obscenas,
que no osaría cobrar
ni el Mercader de Venecia.
Doraban sindicalistas.
a compañeros de escuela,
a familiares y amigos,
a otros pájaros de cuenta,
a gentes de su Partido
y alguna persona ajena
en creación de intereses
que, más tarde, fruto dieran.
Cuando escasean millones
Griñán les da más, a cuenta,
sin tocar los presupuestos,
pues las cuentas son secretas,
a fin cuentas, reptiles,
como saurios y culebras.
Hubiesen dorado España
si la Juez tiempo les diera;
mas, les recortó las alas
y les encierra en la trena
para que jueguen, con cartas,
a ese juego de las prendas
que si denuncias a otros
te rebajan la condena.
¿Será justa la justicia
y enchironará a cualquiera?
Es un asunto por ver
y la justicia es muy lenta

(Madrid, 4 de Junio de 1012)

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