ROMANCE DE LAS MARUJAS

ROMANCE DE LAS MARUJAS

A las puertas de un mercado
de la ciudad de Sevilla,
cerquita del “monipodio”
de Chaves, Griñán, Zarrías,
se vinieron a encontrar
Mari Luz y La Paquita
cargadas con las sus bolsas
y con las compras del día.
--¡Cuánto bueno, Mari Luz! --
--Más de dos meses hacía
de no encontrarme contigo.--
Sus dos besos, la Paquita,
le regaló a Mari Luz
y estampó en ambas mejillas.
--¿Qué se cuenta por el barrio?--
-- ¿Qué se va a contar, Paquita?
Las sentencias de la Juez. --
--Esa Juez… ¿No es Merceditas? --
--La misma que viste y calza.--
--¡Los cojones de mi niña!
Más bonita que un San Luis
y, aunque la ves menudita,
es experta en cocinar
los chorizos a la sidra.--
--Se dice que ha cocinado
al mismísimo Rey Midas.--
--¿Al que predijo el Profeta,
según Eloy refería?--
--El mismo, que viste y calza,
el que hizo un máster de Midas,
el que doraba besugos
del Partido Socialista,
usando oscuros apaños
de la magia o de la alquimia.--
En esto, sale La Amparo
con escuálida bolsita
y saluda, cariñosa
y asustada, a las amigas.
--¡Válgame la Macarena!
Tan solo una pescadilla,
dos tomates y un cogollo,
puedo llevar de comida.
¡Cómo han subido los precios!
Y mi Antonio sin manija
donde coger unos euros;
más parado que esa esquina. –
--¿No tiene alguna pensión? –
Le pregunta La Paquita.
--¡ Qué va! Ya va pa tres meses
que no conoce la guita. –
--¿Por qué no se fue a pedir
un manoseo al Rey Midas?
Hoy sería un potentado
y tú, una potentadita. --
--Lo intentó, pero mi Antonio
no quiso ser Socialista,
ni apuntarse a la UGT;
así vamos por la vida
con más hambre que Carpanta;
siempre rascando las tripas. –
--Pues yo, -dijo Mari Luz-
y lo sé de buena tinta,
sé que Francisco Guerrero
no tiene idea de alquimia;
lo que sabe el “gran chorizo”
es conceder regalías
a las gentes del Partido
y también a la familia;
porque le puso Griñán,
cuando en Hacienda ejercía,
un mogollón de millones
sin control. –
--¡Que gollería! –
--Con el dinero del paro
esnifaba cocaína
en compañía del chofer. –
--Jesús, Jesús… ¡No me digas!
Ya puede esperar mi Antonio
que lluevan peras y guindas,
antes de encontrar un curro
en toda la Andalucía. –
--Si es que son unos cabrones. --
--¿Solo cabrones, Paquita? –
--Yo lo siento por las madres
de estos putos socialistas;
mientras dicen que gobiernan
roban el dinero y sisan
para vicios de entrepierna
y bolsas de cocaína. –
--¿Qué otra cosa merecemos? –
--Es verdad. -Dice Paquita-
Por no votar con cabeza
y por votar con las tripas,
hemos puesto a estos mamones
a mamarse Andalucía. –
--Ya llevamos treinta años
y, muchos, quieren que sigan
engordando los tocinos
y llenando las barrigas. –
--Dicen que el PP recorta,
-les susurra la Paquita.-
dicen que son dictadores,
que son cabrones franquistas,
que impondrán el “Cara al Sol”
como himno de Andalucía.--
--No creo que les importe
a Chaves, Griñán, Zarrías,
se los saben de memoria
pues de Falange venían.--
--Si es que lo han robado todo.--
Les aclara la Paquita.
--Treinta y tres de cada cien,
al sol, se rascan las tripas;
mi Antonio es uno más.--
--Progreso de Andalucía:
sólo nos queda una industria
con producción infinita.--
--¿Cuál? –Pregunta Mari Luz.-
--Pues la Gran Chacinería.--
Vino a responder la Amparo,
con retintín e ironía.
--Esa ha producido a tope;
hasta horas extras hacían;
que inundaron de chorizos
las tierras de Andalucía.--
--Mañana, las elecciones.--
--¡Sálvenos la Virgencita;
que la Virgen Macarena
encienda la lucecita
y dé el sentido común
a gentes de Andalucía.--
--Me voy.-- Dijo Mari Luz.-
--Y yo he de hacer la comida.--
--La mía, -dijo la Amparo-
es poca y se hace deprisa.
--Que mañana cambie todo
con PP en Andalucía.—
--¡Dios te oiga, Mari Luz!--
Le contestó La Paquita.
Y las tres se dirigieron,
cada una, a su cocina.
(Madrid, 24 de Marzo de 2012)