martes, 20 de marzo de 2012

ANDALUCÍA: FERIA ELÉCTORAL

ANDALUCÍA: FERIA ELECTORAL

Don José María Pemán, gran articulista, dramaturgo, poeta y fino coñón (desterrado de las de las librerías de España en tiempos del Gonzalazo por franquista, que dice Alfonsito Guerra, más machadiano) sin duda, estos días escribiría esta “Feria Electoral” en sustitución de su famosa “Feria de Abril de Jerez”. ¡Como hay Dios!

“Y es que Andalucía
es una señora de tanta hidalguía
que apenas importa “lo materia”.
(¡Y un huevo de Guerrero y otro de Griñán!)
Ella es la inventora de esta fantasía
de comprar, de vender, de mercar,
de dar subvenciones con gran alegría
juntando a la par
partido y familia…
La Campaña es un modo de disimular.
Un modo muy chusco
de comprar los votos
regalando por doquier muy caros “pelucos”,
euros pa un negocio,
millones pal socio,
“eres” para suegras, esposas, cuñadas,
pa un primo lejano que quería un gran chollo,
pa otros del Partido que quieren ganancias
y una pensión gorda, por vida mortal,
dentro de una empresa, un tanto lejana,
que el privilegiado ni “sá” donde está.
--¿Dos millones, pides?... ¡Qué cursilería!
En Andalucía
con doce millones no hay ni “pa empezá”.
Que al chollo echarle un poco de “sá”.
Lo de menos es la honradez.
Lo demás es la gracia, el “aqué”,
el hacer que no vuelvo y “volvé”,
y darle al chanchullo su sal y pimienta
como debe “sé”.
Desfalco y poesía. ¡Chollo a tutiplén!
Coger el dinero de todos
y darle acomodo en las cuentas secretas
de los amiguetes… ¡Una, dos y tres…
tres banderilleros en el redondel!
“Pero volvamos al caso.
Móntate a la grupa mía.
No hay en toda Andalucía
caballo de mejor paso
ni de andar más señoril.
Vamos a darle un vistazo”
a la Campaña de Marzo
y tú podrás ver aquí
los sinvergüenzas señores
que vienen a comprar votos
urdiendo mil artimañas
para asarse las castañas
al margen de la honradez.
Podrás ver el señorío
de chorizos con tronío
que tienen la cara dura de olvidarse de su historia
y dejarse la memoria para mejor ocasión;
son cosas del rojerío:
vuelven a mover la noria
pues quieren sacar más pasta en el cangilón.
Zumba un rebullicio largo y palabrero;
--Mira, tito Jaime, aquel es Guerrero;
dicen en el “cole” que se hizo Rey Midas
y doró besugos con tanta alegría
que se hicieron de oro colegas, parientes,
amigos del jefe y la compañía
de un “Curro” que esnifa llevando el volante.
Rojo señorío. Gentes con talante.
Gentes que dejaron su traje de pana
y hoy visten de fino, carteras forradas
y una indiferencia de duro granito
(en ética escasos, en dinero ricos)
que portan en jetas muy usadas.
Allí, en un estrado,
sonriendo con pinta de honrado
recita su mitin Antonio Griñán:
--“¡Dadme vuestro voto!”
--¿Para qué lo quieres? –Pregunta la Eulalia.
--“Para hacer más grande nuestra Andalucía”.
--¡Vaya gollería!
¡Querrás decir tuya! –Responde con sorna un tratante viejo
que frunce entrecejo con gran maestría--
--Yo tengo diez votos en casa.—Propone Tomás—
Si me das tres ERES de Merca Sevilla
los diez te los puedes “quedá”.
--Es que soy agnóstico en temas de ERES.
Responde, muy serio, Griñán.
--Sin embargo, puedo, si quieres,
en caso que tengas idea de un negocio
darte subvenciones para ti y un socio
que aporte más votos en las elecciones.
A fuer de sincero, son buenas razones.
--¿No te lo decía? –Sugiere Tomás a su esposa—
Nuestro Presidente es pura poesía
y puede seguir treinta años
llevando a ésta, nuestra Andalucía,
por sueños extraños.
Y sigue la Feria, en batiburrillo
de sones, música y ruidos,
como los ladridos de un perro sarnoso
que lame sus partes tras una caseta.
Y sigue la fiesta:
“Hay un viejo negro, cenceño y enjuto,
que vende globitos.
Y el que por dos euros retrata al minuto,
y el ofrece flores, y el que vende pitos”,
y un Presidente, que olímpicamente,
reclama los votos, charla, itera y miente
con el gesto grave de un emperador:
mirada gatuna, el pelo entrecano,
la barbas, cual campo de cardos
ya medio pacidas por mulo glotón.
“Y así va la Feria.
Como en una noria,
una, cien, mil veces
pasa el cangilón.
Así se va el día. La noche ha cerrado.
Llega el farolero, gruñón y casado,
que viene apagando la iluminación”.
Así son las cosas de esta Andalucía:
tras los treinta años de gobernación,
miseria y poesía.
(Madrid, 15 de Marzo de 2012)

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