LA MARCHA... ¿TRIUNFAL?

LA MARCHA… ¿TRIUNFAL?

Si Rubén Darío, levantase la cabeza, cambiaría su versión original por ésta, más adecuada al momento y acorde con los susodichos.

¡Ya viene el cortejo!
¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
Las pancartas que portan voceros;
ya vienen, pana y Rolex, el cortejo de los malandrines.
Ya vienen llenando avenidas y plazas y calles,
los grandes rebaños de viejos castrones y tristes ovejas
balando, solemnes, viejos disparates
mientras ladran las bocas barbadas de los grandes jetas.
Se escucha el ruido que forman bocinas de los pancarteros,
los graves balidos que lanzan humildes ovejas,
las botas que aplastan la tierra
y muchos voceros
en cálido coro
que iteran consignas dispares.
Ya pasan los duros obreros
bajo la esperanza de sueños banales.
La megafonía de pronto levanta sus sones,
zumban abejorros
en cálido coro
que envuelven paridas de Toxo
y de Dogoberto las declaraciones.
Él dice la lucha, la herida venganza,
los ásperos cortes,
la pérdida pronta del “reino de jauja”,
el duro recorte de las subvenciones;
listos liberados
y rojos mastines
que muerden tobillos de humiles parados.
“Los áureos sonidos
anuncian el advenimiento
triunfal de la Gloria;
dejando el picacho que guarda sus nidos,
tendiendo sus alas enormes al viento,
los cóndores llegan. ¡Llega la Victoria!”
¡Ya viene el cortejo!
Señala una dama a su acompañante:
--mira la expresión resabiada del “sieso”
que parece dogo de fiero talante--.
Hoy las feministas transportan su fuero
y tras las pancartas avanzan sus rostros de rosas
y la más hermosa
reclama el aborto de pleno derecho.
Honor al que trae la bocina más fiera;
honor al chorizo y a los liberados
que pueden sufrir los recortes de extrañas tijeras.
¡Trombones! ¡Petardos!
Las trompas de guerra resuenan;
de voces los aires se llenan…
--Soflamas de huelga cercana,
azuzan los líderes bravos
que encarnan la gloria pasada…
Y al sol que hoy alumbra las viejas victorias ganadas,
y a Toxo y a Méndez que guían su grupo de obreros;
al que pide y exige sus fueros,
al que pide un trabajo muy blando por mucho dinero,
al que le encabrona el dinero del amo
que tiene sartén por el mango
y puede mandar más obreros al paro,
la noche, la escarcha,
sean pisoteados como cucarachas
por ser almas ruines del Gran Capital.
Este es el alarde de bravuconería
que en el once M ocupan las calles y plazas
clamando rencor y venganza
contra un Gobierno que toma medidas;
y es que Socialismo la dejó muy herida
después de ocho años de Gran Carnaval.
Rubalcaba, Toxo, Lara y Dogoberto,
(lo de Dogo, por cara de perro de presa;
lo de Berto, pa disimular)
inundan la Puerta de Sol y Gran Vía
haciendo su Marcha Triunfal;
Los sones invaden el aire hasta el cielo,
cantan, los que saben, la Internacional.

(No tienen en cuenta, que el día que los hambrientos del mundo se levanten unidos, a los primeros que se pueden comer es a todos estos chorizos, bien cebados en el pesebre público, aunque les falte el pan para el bocata).
(Madrid, 11 de Marzo de 2012)