jueves, 13 de noviembre de 2014

ROMANCE DE MARCOS MARTÍNEZ

Si emprendes ruta hacia Babia,
que está tras La Magdalena,
puedes desviarte  Cuadros
que está a orilla del Bernesga;
tiene su Ayuntamiento
que acoge a otras aldeas
completando el Municipio
al ser mucho más pequeñas.
Hay un tal Marcos Martínez
que la alcaldía ostenta
de Cuadros más el alfoz
que nos ha salido un jeta.
Si piensas ir hasta Babia,
muchos lo hacen con frecuencia,
puedes desviarte a Cuadros
a tomarte un cerveza;
no preguntes por Martínez,
ya que esta buena pieza
está curando en la cárcel
por chorizo de excelencia;
mejor es curarlo al humo
que a la luna de Valencia.
Marcos que en Diputación
disfruta la presidencia
porque a Isabel Carrasco
matara en la pasarela,
que une las dos mitades
que hace a León el Bernesga,
una madre rencorosa
de hija que despidiera
empadronándola en paro
para hacer cola de espera.
Fue un suceso luctuoso
que a Marcos vino de perlas,
ya que estaba de segundo
y heredó la presidencia,
después de primeros llantos
y sentidas condolencias.
En Andalucía también
las presidencias se heredan;
pero es cuando presidentes,
con el rabo entre las piernas,
escapan para aforarse
no les aplique sentencia
por ERES y Formación
Mercedes Alaya, jueza.
Aún no sabemos si Marcos
abusó de presidencia
o si le venía de antes
dar sus mordidas tremendas,
al conceder los contratos
a Walter Music y a empresas
en las que era coparticipe
y cobraba buenas rentas.
La cosa es que le mirabas
y te mostraba apariencia
de ser mindundi normal,
no chorizo de excelencia.
--“De niño, él no era así”--.
Dice la Antonia, tía abuela,
que, más de una vez, llevó
a Marquitos a la escuela;
aunque ya daba señales
de practicar mangoletas
cuando, a lo zorro, robaba
a Pepito y a Minguela
las canicas de cristal
con coloreadas vetas.
La verdad es que, a lo tonto,
en la política entra
y consigue alcaldía
a causa de papeletas
que le dieron al PP,
bien visto en aquellas tierras.
Entró en el Ayuntamiento
y empezó a cobrar la renta
viendo enseguida la cosa
como una buena teta,
pues le gustaba ordeñar
vaca que el pueblo alimenta.
Le metió en Diputación
Carrasco, la presidenta
ya que ejercía en León
como Tacher Leonesa
que, en viéndole de mindundi,
se lo colocó a su vera;
que, pa cojones, lo suyos,
decía la presidenta
y ni cristo rechistaba
entre las huestes peperas,
admitiendo que tuviese
tres cargos, por las buenas,
llevándose un dineral
que guardaba en su alacena.
La verdad es que Martínez
no era un político estrella
que sobresaliese en algo
o demostrase maneras.
Martínez cogió afición
a ordeñar a cuatro tetas;
pues se saca mucha leche
cuando un contrato interpretas
y llenas en poco tiempo
hasta el borde la lechera.
Fue un hallazgo el tal De Pedro,
que a Marcos vino de perlas
para ordeñar los rebaños
que pastan la finas hierbas
del Puerto de San Isidro,
hasta que la nieve llega.
Se hacen tratos de servicios
ordeñando a cuatro tetas;
la leche se la reparten
que es de los dos la lechera.
Los contratos que en León
la Diputación oferta
los apalanca De Pedro,
así, sin más, por las buenas;
sin hacer oferta pública,
mandangas ni sutilezas
que, aunque lo exija la ley,
Marcos pasa en entrepierna
pues su amistad con De Pedro
no permite competencias.
No se sabe los millones
que lograron estos prendas
ordeñando a cuatro manos
dentro de una gran orquesta
que interpretaba en ciudades,
aunque no fuesen las fiestas,
contratos con comisión,
sinfonías y operetas
con música de Granados
y de Marfaliza letra.
En Navalcarnero tiene
Marcos una hermosa celda
donde exige que le pongan
despacho con una mesa
para trabajar por Cuadros.
¡El chorizo que no cesa!
Le pilla Miguel Hernández
y en un poema le ingresa.

    ( Calpe, 4 de Noviembre de 2014)


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