lunes, 9 de junio de 2014

ROMANCE DE UN TAL VICTUS

ROMANCE DE UN TAL VICTUS

Cuando a Invictus le hizo Victus,
batido sobre la arena,
por una mujer menuda
luchando por Presidencia
y su enorme envergadura
vino a caer en la arena,
pues Aguirre le asestó
un lanzazo en la entrepierna
dejándole en poca cosa;
solo su soberbia entera
mantuvo sobre fachada;
mas, por dentro era caverna.
Cuando le venció Esperanza
la suya quedó hecha pena;
pero ocultó su estulticia
con un manto de soberbia.
Viendo que a su alrededor
los demás daban más pena,
se mantuvo como líder,
en Madrid, del ala izquierda
y resurgió, como Invictus,
ante la rubia melena
de la Trinidad Jiménez
que ZP propusiera.
Fue un asunto de primarias
y hubo poca competencia,
pues si él es poco seso
la Trini solo es melena;
los dos vacíos, por dentro;
solo fachadas, por fuera.
Espera, de aquí a otro año,
emprender nueva pelea
por optar a la alcaldía
o, acaso, a la Presidencia;
no sabemos contra quien;
volverá a perder pelea
y volverá a ser un Victus
tendido sobre la arena.
Acaso, entonces se vaya
humillado en su vergüenza,
si es que aún le queda alguna,
cosa que él no aparenta.
Dejó Parla hecha unos zorros,
con la mayor de las deudas
que tuvo algún Municipio
desque la historia recuerda.
Son doscientos veinticinco
los millones de la deuda
que dejó, como Gestor,
a la sociedad parleña
y a José María Fraile
según Tribunal de Cuentas
(amigo elegido a dedo)
como envenenada herencia;
le concedió la Alcaldía,
pero en la puta miseria.
Este duro opositor,
que dejó a Parla en quiebra
y todo privatizó,
después declaró la guerra
a Esperanza y a González,
llenando calles enteras
con las camisetas verdes
que cerraban las escuelas
y, también, con batas blancas
de clínicas madrileñas.
Es salsa de mil asados;
es chorizo en las lentejas
y azuzador soterrado
de innumerables huelgas
con el fin de desgastar
al gobierno de derechas
que hace a la Comunidad,
en la crisis, la primera
que va superando el déficit,
levantando la cabeza;
mas, Parla no la levanta;
arrastra la cruel herencia
que les donó el tal Invictus.
Dice el Tribunal de Cuentas
que hay montañas de facturas
escondidas en gavetas
de Ayuntamiento parleño
que, al darlas por obsoletas,
el Invictus ni pagaba
ni las metía en las cuentas.
Son doscientos veintiuno
los millones que este “Jeta”
dejó escondidos en DEBE
sin pagar ninguna letra.
“Prohibido pagar facturas”,
era el texto de su Lema,
convencido que el pagar
era un cargo de conciencia;
“las obras son para el Pueblo
y Pueblo son las Empresas”.
Son los principios morales
de Tomás Gómez, el Jeta.
Parla sería Nueva York;
sería ciudad puntera;
asombro de la Nación
y él sería Alcalde Estrella.
Invictus montó un tranvía
con raíles sin traviesas
para transportar las gentes
por avenidas parleñas
y hasta el propio Zapatero
inauguró con gran fiesta.
Busca cuarenta millones
ahora el Tribunal de Cuentas
ya que, entre tanto barullo,
perdieron y nadie encuentra;
sin duda son las facturas
que pagaron en traviesas.
Hoy el dichoso tranvía
trae a Parla de cabeza,
ya que es un pozo sin fondo
y no le salen las cuentas.
El Gran Privatizador
que privatizó completa
toda la gestión de Parla,
servicios y componendas.
Vino a contratar basuras
con sacrificada empresa
que aguanta ochenta millones
como carga de la deuda.
Vino a contratar pastores
pa palomas y cigüeñas
porque volasen seguras
sobre la ciudad parleña,
con los zagales a dedo
y los sueldos a la deuda.
Su NO a privatización
de Sanidad Madrileña,
con las manifestaciones,
con innumerables huelgas
apoyan las batas blancas
las sus intenciones negras.
Fue un gestor de chichi-nabo
alcalde de pandereta,
que, a fuerza de inaugurar,
dejó unas deudas tremendas.
Pero Invictus es así:
tiene una oquedad tremenda
debajo del negro pelo,
a séase, en la sesera
que conserva de erial
negándole sementera.
Quiere gobernar Madrid;
quiere ser alcalde estrella;
quiere ser el sursuncorda
y, si urnas no remedian,
será lumbrera sin luz;
caerá Madrid en tinieblas
y el Palacio de Correos
privatizará en la quiebra.
Tomás Gómez, el fachada,
de Invictus saldrá a la arena,
aliando a todo quisqui
sin importar las ideas;
lo que importa es sumar votos
y que gobierne quien pierda.
Ésta es la Democracia
de este Invictus de Izquierdas
que ha perdido sensatez
y ha ganado incongruencia.

          (Madrid, 18 de Marzo de 2014)


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