Ya pasaron los
comicios
tras una hueca
campaña;
si España era
erial,
como no
sembraron nada,
han brotado
borriqueros
cardos entre
mucha grama,
algún espino que
otro
y mucha estúpida
malva.
El pueblo vino a
sufrir
una estúpida
campaña
huérfana de idea
alguna
y carencia de
programas.
Mucho ruido,
pocas nueces,
y todo el pueblo
de España
sin saber si ir
al punto,
o si a la chica
envidaba,
o daba un órdago
a grande
o si del juego
pasaba.
Así, más de la
mitad
del juego se
retiraba
y, en lugar de
ir a urnas
se quedaron en
su casa;
porque, la
verdad sea dicha,
allí nadie dijo
nada
de qué coño iban
a hacer
en Bruselas por
España.
La una habló de recortes,
de gobernación
nefasta
y de ruina
inevitable
si la derecha
ganaba;
pero de hacer en
Bruselas
no vino a
decirnos nada;
las propuestas
de Cañete
de plano las
refutaba
porque era facha
machista
que a la mujer
despreciaba.
Así que, mitin
tras mitin,
Valenciano solo
hablaba
del machismo de
Cañete
y su desprecio a
las damas.
“Ya está bien de
hacer recortes
y la crisis no
se acaba”;
mas, la parte
que tuvieron
se daba por
olvidada.
Cañete, como
indeciso,
a la herencia
heredada
atribuía la
culpa;
y se mesaba la
barba
ya que es duro
ser machista
durante larga
campaña;
pedía y pedía
disculpas
con la voz
entrecortada
disculpando su
desliz.
Así, palada a
palada,
iba amontonando
arena
y cubriendo su
programa.
Otros hablaron
de irse,
al fin, de esta
puta España
si convencían a
Europa
del derecho a
tener patria,
del derecho a
decidir
y dejar de ser
robada.
Alguien habló
del conflicto,
de que ETA no
mataba
y exigían que
los presos
regresasen a sus
casas
a lograr la
independencia
de la euskalduna
raza
y conseguir sus
derechos
amortizando las
balas.
Surgieron muchos
partidos
que no
consiguieron nada
más que joder a
los grandes
dejando fuerzas
mermadas.
Y vino a parir
la abuela
con populismo de
masas:
todas ellas
disconformes,
todas ellas
cabreadas
luciendo en los
medios zurdos
su figura y su
palabra.
La coleta es lo
de menos;
lo que importa
es la matraca
que este cáncer
jodedor
metastasió en
las masas.
En el siglo
veintiuno
viene a ser una
putada
cogerle ideas a
Lenin
para imponerlas
en casa,
cuando se ve en
todo el mundo
que son ideas
pasadas.
A imagen del tal
Maduro
que a su Podemos
financia
con el dinero
que roba
al hambriento de
su casa,
Iglesias le
sigue el paso
para traer de
Caracas
el comunismo
dañino
que dirige el
Patriarca,
el que prohijó a
San Hugo
y que ahora el
pueblo rechaza;
solución:
sembrar los muertos
por las calles y
las plazas.
¿Por qué, si son
los “derechos”
los que un
gobierno cambian,
se llama “golpe
de estado”;
mas, si lo
cambian las masas,
la cosa es muy
diferente,
y es “revolución
sagrada”?
Lenin odiaba a
los zares
y, al principio,
los cazaba
como a ciervos o
conejos;
y, así, fue
adquiriendo práctica;
cuando experto
cazador
vino a cazar en
las masas
fusilando a
discreción
o a hacer
Siberia poblada.
Ahora sale
redentor
en estos campos
de España
el Mesías Pablo
Iglesias
con un peculiar
programa.
Pablo y Willy
Toledo
quieren
convertir a España
en un puto “Cuba
libre”
y este Madrid en
Caracas.
Merece romance
aparte
porque la cosa
es muy larga.
(Madrid, 26 de Mayo de 2014)
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