viernes, 15 de febrero de 2013

ROMANCE DE LUIS BÁRCENAS


ROMANCE DE LUIS BÁRCENAS

 

A Efrén Fernández Lavandera

 

El garrido Senador

escalaba Peña Ubiña

con un montón de afición,

sus botas, su soga y pica

en satisfacción de ansias

de ser experto alpinista,

lo mismo que ya era experto

en las cuestiones políticas.

Las cimas de su tierruca

se le quedaron raquíticas

y en busca de altas montañas

emprendió viaje a Suiza,

pues escalar altas cumbres

era su ansia infinita.

En vez de llevar cordajes

y botas en su mochila

llevaba, cual molinero,

los frutos de su maquila.

Vino a coronar Mont  Blanc,

según él les repetía

a amigos y camaradas,

con la su esposa de guía;

pero fue visto en un Banco,

mas no se vio lo que hacía.

--“Fui a visitar a un amigo

que ha tiempo que no veía

pa charlar de nuestras cosas

e “intereses” de familias”.—

Contestó a quien preguntó,

sin duda, algún periodista,

un tanto extrañado, él,

de encontrárselo en Suiza.

--“Vengo a escalar las montañas;

deporte que a mí me pirra;

también me gusta esquiar

y aquí hay nieve blanca y fina;

sobre ella gusto esquiar,

pues mis esquís se deslizan

como en vuelo de gaviota

planeando en las marismas”.—

Esto dijo el Senador

al cándido periodista

que, ni en sueños, sospechó

fuese hasta allí a enclaustrar “guita”.

Nadie sospechó otra cosa

de sus viajes a Suiza;

simplemente, a trepar montes

y a disfrutar nieve fina.

Un Senador con su porte,

de mirada inquisitiva,

de honradez acrisolada,

fijo, de antiguo, en las listas,

de confianza absoluta                                                                                             

pa los jefes de sus filas

que le vinieron a dar

la su Caja con Manija.

En el Senado, su porte,

su verbo y su gallardía,

el aplastar a contrarios

con sardónica sonrisa;

de haber vivido allá en Roma,

a Cicerón quita silla.

A un Senador, por “mastuerzo”,

vino a decirle un buen día:

--“¿Quosque tándem, Sir Curbelo,

abutare cum paridas?

Las juergas con barraganas

implican pagos con “guita”;

dijo no pagar a putas

y lo que dice, va a misa.

no me parece correcto;

deje el Senado; dimita;

asuma su desvergüenza;

váyase para su isla”.—

Curbelo marchó a Gomera

acojonado y deprisa.

¡Qué poderío, señores!

Luis Bárcenas se imponía.

De la Caja del PP

era el custodio y el guía;

a veces, entraban euros;

otras veces, se salían;

y, de pronto, estaba llena;

de pronto, medio vacía;

acaso, por elecciones;

acaso, a sobres que iban,

de tapadillo, a un compadre

por callar lo que sabía;

pues para pagar silencios

buena mordaza es la “guita”.

De pronto, el Noble Tribuno

fue invitado a una comida

(como a “Bodas de Camacho”)

y él acepta a quien le invita;

acaso, fue “motu proprio”;

o por “correa” que tira

prometiendo comisiones

por contratas conseguidas.

Se mentaban  los millones

en susurros y a escondidas

y el honor se fue al carajo

y la honradez de “mordida”.

De pronto, un juez va de caza

con Ministro de Justicia,

con policía importante

y una fiscal distinguida;

abatieron unos ciervos

dejando la cosa lista

y montaron “Caso Gürtel”:

¿Políticos?... Retahíla

y el Honorable Tribuno

vino a caer en la lista.

Empiezan declaraciones,

en ésas, que llaman vistas,

y surgieron los tapujos

de muy honorables vidas.

Que si fue, que si no fue

Bárcenas al Banco, un día,

y salió con bolsa llena

pa comprar cuadros, decía;

a la semana siguiente

su esposa los devolvía

pues, según  ella, los cuadros

no eran de buena firma.

El PP paga abogados

que “negocian” con Justicia;

le restablecen su “honor”

y cosa sobreseída.

Al fin, se encuentran cordajes

de sus andanzas alpinas;

se le habían olvidado

en un Banco de Suiza

cuando visitó a un amigo

pa tratar de cosas íntimas:

como de sus veraneos

pues de “bermudas” vestían.

Veintidós millones, dicen,

entre botas, cuerdas, picas;

las picas fueron a USA

y las botas a Argentina;

las cuerdas las trajo a España

aprovechando “amnistía”.

¡Joder, con el Senador!

Honorable parecía

y su honor y su honradez

fueron a pastar “mordidas”.

 

          (Madrid, 22 de Enero de 2012)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario