lunes, 30 de julio de 2012

ROMANCE DEL "BANDOLERO"

ROMANCE DEL BANDOLERO

A Ana Belén Aparicio Gómez. Amante, ella, de las aventuras por serranías y pinares, con afecto.

En la sierra de Jaén
luna de plata platea
las copas de los olivos
que danzan y gimotean
haciendo de arpa a los céfiros
que su ramaje rasguean.
Por entre olivos de plata
en esta noche serena,
casi rozando los troncos,
un camino serpentea
hasta alcanzar un Mesón
que, antes, cobertizo fuera.
Curro, que fue antes pastor
de cabras y, antes, de ovejas,
amplió aquel cobertizo
con adobes, paja y tierra,
y se construyó el Mesón
que llamó “La Ventolera”.
Noche de cigarra y grillo,
noche, que noche nochera,
propicia pa contubernios
o pa amaños, por más señas,
va ser el testigo mudo
de lo que allí se cociera:
tejemaneje de un “fino”
con taimado sinvergüenza
ante un buen queso manchego,
un jamón de pata negra,
dos vasos de cristal fino
y jarra sobre la mesa.
Uno llegó encorbatado
con traje de lana inglesa
conduciendo un coche caro
de cara marca extranjera,
levantando en el camino
una espesa polvareda;
era Zoilo Ruiz Mateos
con una gruesa cartera.
Mira un búho, silencioso,
con ojos, a ceja abierta,
como trepa el olivar
Juan Lanzas, a la jineta;
cabalgando monte arriba
sobre una briosa yegua
con la llegó al Mesón
y dejó, atada, en la puerta.
No era cuestión de trabucos
como antiguamente eran
los tratos de un hombre rico
con bandolero de sierra;
ahora es cosa de negocios,
en esta noche nochera,
de conseguir subvenciones,
de robar dinero a Hacienda,
pues Midas dona millones
para los ERES de Empresas
que andan algo jodidas
por la crisis puñetera.
Millones para parados
que en esta tierra escasean
mientras el resto de España
de su cuantía alardea.
Las paredes, encaladas,
se adornan con varias testas
de ciervos y jabalíes
y una testa, negra y seria,
del toro fiero, Viviano,
que le rasgó la bragueta
al diestro, un día famoso,
el tal “niño de Sigüenza”.
Curro les sirvió los vasos
escanciando, a su manera,
y se escurrió por el foro
por dejar íntima escena.
Vino a hablar Zoilo primero,
oigamos los que dijera:
--“Te dicen “Conseguidor”.—
--“Es cosa de malas lenguas;
yo consigo subvenciones
porque gozo de influencia”.—
--“Me han murmurado al oído
unas lenguas, muy discretas,
que disponéis de millones
para sanear Empresas”.—
--“El Gran Midas tiene un nido
de víboras y culebras,
o séase, de reptiles
que maneja a conveniencia.
No tiene control alguno
y él regala a quien le peta.
Lo que yo le pida al Midas
va a Roma, sin más licencias.
--“El caso es tengo en crisis
unas cuatro o cinco Empresas;
tú sabes que los salarios
son como las malas hierbas
que reducen beneficios
que son el fruto de Empresa.
Un negocio es como un huerto:
crías tomates o fresas
y, si quieres frutos gordos,
hay que escardar malas hierbas”.—
--“Te comprendo muy bien, Zoilo,
a ti lo que te interesa es
poner en Pensión o Paro
muchas Nominas de Empresa”.—
--“Tiras muy certero, Juan,
me has dado entre las dos cejas”.—
--“Yo hablaré a Javier Guerrero.
Usa unas cuentas secretas
para aumentar los parados
porque es negocio que renta;
dice que en Andalucía,
de éstos, tenemos carencia.
Él, lo dice muchas veces
y yo sé que es cosa cierta:
produce más un parado
que, currando, tres docenas”.—
--“Lo que yo pretendo, Juan,
son cinco ERES de Empresa”.—
--“Si pagas mis honorarios
no tendrás ningún problema”.—
--“Pero… ¿Cobras honorarios?”.—
--“Como un “mediador” cualquiera”.—
--“Y… ¿A cómo está el ERE hoy?.—
--“Yo cobro por cada Empresa
seiscientos mil euros, limpios;
(cien millones de pesetas)
por cinco, son tres millones,
según me salen las cuentas”.--
--“Lo considero un atraco”.—
--“Soy Bandolero de Sierra”.—
--“¡Joder, con la UGT.
me has robado la cartera”.—
--“Apoquina el reloj, Zoilo
a título de prebenda”.—
--“¿Tú, también, robas relojes?”.—
--“Es un decir; unas buenas
vacaciones en Agosto
con los gastos a tu cuenta.
Me gusta tu Hotel Cervantes
que decoran cuatro estrellas;
solo te pido seis años
para que cuadren mis cuentas”.—
--“Y… ¿Cómo quieres la “pasta”?.—
--“La mitad, en pasta blanca;
la mitad, en pasta negra”.—
--“Es un robo, pero acepto”.—
--“Soy Bandolero de Sierra;
millón y medio, de blanco;
la otra mitad, para negra”.—
--“Sois Sindicatos ladrones”.—
--“No, Bandoleros de sierra;
ya no usamos los trabucos,
solo usamos influencias”.—
Un búho, mudo, observaba
en noche de luna llena:
Zoilo, se marchó en su coche;
Juan Lanzas, sobre la yegua;
el trabuco que, en la silla,
se colgó a la bandolera.
Ybancos Muñiz, Letrado,
observó, tras una estera.
y vino a contar a un guardia
los secretos de esta escena.
(León, 18 de Julio de 2012)

2 comentarios:

  1. jajajajajajaj extraordinario amigo Eloy..

    gracias por tu buen trato
    esto no es ningún rentoy..

    fernando naranjo

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    1. Amigo Fernando, Hay que reconocer que Dios les cría y ellos se juntan y, cuando hay pasta por medio, aprovechan la ocasión y se forran de forma despendolada. En la Taifa de Chaves y Griñán todo es posible porque sobra pasta psra dar y tomar; ellos toman.

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